Intensamente Mía

Capitulo 25 <¿El rubio?>

Narra Olivia

Todo se había acabado, nuestros planes, nuestros besos y el uno al otro.

Sus manos aun estaban en mis mejillas húmedas por las lágrimas. Sus ojos estaban rojos como la sangre, su mirada estaba llena de ira y de tristeza. Sus lágrimas bajaban hasta acabar en su barbilla.

En lo único que podía pensar era en huir de ese infierno. No podía irme sin él, no quería, no podía.

Ambos debíamos salir de ese almacén, mire a todos lados buscando una salida, una oportunidad, pero todo el lugar estaba lleno de grandulones.

Aun estaba Ferrándiz y mi madre mirando nuestra despedida.

La realidad era que me hubiesen matado si n fuera por mi madre, solo quería salir de ahí.

—Debes irte—Susurro Nev mirándome los ojos.

Se separo de mi, aun podía ver la tristeza en sus ojos verdes.

—No quiero, no puedo sin ti—Solloce aferrándome a sus brazos.

¡Odiaba las despedidas, no quería que esta fuera una!.

—Por favor—Pidió de nuevo.

—Déjalos ir—Me gire viendo a mi madre pedirle a Ferrandiz.

—¡No!—Grito—Uno de los dos se tiene que quedar—Hablo con firmeza.

Nev tomo mis manos, antes de que puediera hablar tome su rostro limpiando sus lagrimas.

—Olivia..Por favor...Vete—Volvió a pedir.

Me levante del suelo, mirando directamente a Ferrándiz con rabia y odio.

Quería golpearlo, quería acabar con toda esta pesadilla.

—Pagaras por todo esto—Señale con odio a Ferrándiz—Tal vez no seré yo quien te meta a la cárcel, pero ese día estaré en primera fila testificando en tu contra—Apreté mis puños con rabia para contenerme.

Todos estaban sorprendidos, en ese momento pensé en tomar el arma del suelo y dispararle pero Nev me dio la señal de que no lo hiciera. Estaba poseída por la rabia y el odio pero no quería convertirme en una asesina.

—¡Largate!—Grito ferrandiz.

Abrace de nuevo a Nev, mientras el me susurraba.

—Prometo que saldré de aquí, juro que ire por ti—Beso mis labios.

—¿Promesa?—Pregunte tomando su mejilla.

—Promesa—Beso mis labios—Ahora por favor sal de aquí.

Lo abrace fuertemente mientras llorábamos, temía que fuera el ultimo abrazo, me dolía tanto dejarlo.

Di un paso, luego dos hasta que fui caminando a la salida, me sentía mareada y con ganas de vomitar. Sabía que si miraba atrás me regresaría por Nev.

Trate de no mirar, cuando llegue a la puerta grite.

—Púdrete maldito viejo—Dije esto y cerré la puerta lo más fuerte que pude.

Limpie mis lagrimas y luego dos chicos, me indicaron que subieran en el auto negro y luego arranco.

Aun seguía mareada, tenía miedo ¿Qué iba a hacer?.mire la Por la ventana como nos alejábamos.

El rubio tenía la cabeza agachada mientras que el moreno en repetidas ocasiones me miraba por el retrovisor.

Aunque quería llorar no podía, mi cuerpo solo temblaba al igual que mi corazón.