En la mañana.
Me desperté por los ronquidos de alguien, me fije y era el dormilón de John. Lo moví y este se levanto medio dormido.
—Deje las ovejas en el corral mamá... —Reí por la expresión de niño llorón en su rostro.
—John despierta—Lo jale del brazo.
Abrio poco a poco sus ojos y me miro confundido.
—¿Qué?—Dijo adormilado.
—¿De qué ovejas hablabas?—Reí.
El rio al darse cuenta, que hablaba dormido. A los pocos minutos se levanto un despeinado Ricky.
John toma una bolsa y me la entrego.
—Es ropa, debes cambiarte—Sonrió.
Entre al baño, cepille mis dientes, lave mi cara y me hice una cola en mi cabello.
Abrí la bolsa había un jean azul y una blusa blanca, me cambie y luego pedí el desayuno. A las doce ya estábamos en el taxi rumbo al aeropuerto.
Bajamos del taxi sin nada más que nuestro pasaporte e identificación, falsos. Lo abrí mientras caminamos para bordar, se leía Anastasia Duarte.
Me sentí nerviosa cuando mostré el boleto de avión, pero gracias a Dios nadie sospecho nada. Nos sentamos en los puestos me toco con Ricky se sentó junto a mí, mientras John hablaba con el chico de al lado.
***
Japón era una cuida hermosa y moderna, aunque Ricky y John se esforzaban por distraerme, no podía olvidar a Nev.
Dos semanas después.
Ya me había acostumbrado a los chicos, veía a John y Ricky como dos hermanos. John era el más responsable siempre pensando en el bienestar de los tres, Ricky era todo un loquillo por la comida siempre que salíamos a algún lugar debía comprar comida.
Por las noches solía llorar hasta quedarme dormida, lo bueno de todo esto fue poder comunicarme con Elton atreves de una carta, en ella explicaba mi supuesta muerta lo último que escribí fue para saber si sabían algo de Nev.
En la mañana.
Me desperté por la risas de John y Ricky, levante la cabeza y los vi riendo, Ricky corrió hasta la sala. Me levante y fui directo al baño debía orinar, me sorprendí cuando me mire al espejo tenía un bigote y lentes falsos, cepille mis dientes y luego me lave el rostro.
Salí del baño, los busque hasta verlos en la sala, los dos reían mientras Ricky abría su hamburguesa.
—Muy gracioso chicos—Fingí estar enojada.
Me senté junto a Ricky y antes de que pudiera morder su hamburguesa se la quite y Salí corriendo por todo el lugar.
—¡Devuélveme mi hamburguesa!—Grito persiguiéndome.
—¡Mira lo que le hare a tu hamburguesa!—Iba a darle una mordida a la hamburguesa, pero al sentir su olor me dieron nauseas, Ricky me miro confundido le entregue la hamburguesa mientras corría al baño.
Cuando vomite lo poco que tenía en el estomago, me encontré con los chicos en el lumbral de la puerta.
—¿Estás bien?—Pregunto Ricky.
—Si, solo me dieron nauseas al oler tu hamburguesa...debe estar mala.
—No... esta... mala...—Hablo Ricky mientras la comía.
—¿Te dio asco?—Pregunto John.
Asentí.
Salimos del baño, John me entrego un vaso con agua, mientras Ricky me buscaba algo para desayunar.
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Intensamente Mía
RomanceNev había estado rodeado de fiestas, alcohol e infinitas carreras. Además de amoríos pasajeros, tenía un empleo peligroso y cursaba una carrera que no sabía si algun día terminaría. Aquella noche en la que conocio a aquella chica castaña le cambiar...