Capitulo VI

1.7K 140 18
                                    

—Vaya, vaya. Al fin te dignas a aparecer

Respondo con lo más parecido a un gruñido mientras entro del todo en la tienda. Adam no deja de mirarme con desaprobación, frunciendo los labios.

—¿Realmente has tenido empleos? Porque cumplir un horario es una de las principales exigencias

—No estoy para tus tonterías, Adam —le advierto tomando mi lugar tras la caja registradora.

—Oye, esa no es la manera de hablarle a tu jefe

—Lo es cuando está siendo un verdadero dolor en el culo —exclamo enfadada.

Sus cejas se alzan ante mi arrebato y puedo sentir mis mejillas calentándose. No por su expresión, si no porque he llamado la atención de varios clientes al decir lo que dice.

—Lo siento —me disculpo, tanto con Adam como con los clientes quienes vuelven a concentrarse en lo que sea que estén viendo.

—Me sorprende que llegaras tan tarde. Son casi las doce

—Me desvelé anoche —murmuro cerrando mis ojos levemente.

Brett me llevó tardísimo a casa anoche, pero fue una velada fabulosa así que no puedo echarle la culpa del todo.

—¿Qué pasó? —pregunta Adam apoyando sus codos sobre el mostrador que sostiene la caja registradora—, ¿noche de insomnio?

Su rostro está muy cerca del mío, más de lo que alguna vez lo estuvo y mis ojos simplemente se desvían a sus carnosos labios, que él en ese preciso momento, humedece con su lengua. Abro mis labios dispuesta a responder, pero me quedo sin hablar. Cierro mis ojos momentáneamente, obligando a mis palabras a encontrar un camino desde mi cerebro a mi boca, repitiéndome una y otra vez que todo esto está pasando porque tras pasar una hermosa noche con un buen hombre, no fui besada para nada.

—No, tuve una cita —murmuro tras lo que parece una eternidad.

Cuando abro los ojos, los labios de Adam están mucho más fruncidos que antes.

—¿Una cita?, ¿un lunes? —pregunta con incredulidad.

Encojo un hombro.

—No es convencional —digo intentando no reír ante su expresión.

Parece sorprendido y ofendido a partes iguales.

—Bueno, no creo que lo no convencional sea lo tuyo, Chris. Teniendo en cuenta que te hace llegar tarde al trabajo

—Oh, vamos, como si tú nunca te hubieses desvelado en una cita. Recuerdo perfectamente que mi hermana llegaba muy después de su toque de queda cuando estaba contigo

Los ojos de Adam se tornan más oscuros de lo habitual. Ya no los veo cafés en absoluto, ahora parecen negros.

—Espero, por tu bien, que no te haya desvelado de la manera en que estoy pensando

Se aleja unos pasos de mí, enderezando su cuerpo en todo su esplendor.

—¿A qué te refieres exactamente? —pregunto recogiendo mi cabello en una cola de caballo.

Sus ojos vagan por mi ropa y un destello de alivio parece surgir en ellos.

—Espero que no seas esa clase de chica —se da la vuelta—. Ah, y te quedarás a trabajar horas extras esta tarde para cumplir los de esta mañana

—¡¿Qué?! —esto no puede ser—. Solo me retrase un par de horas

—Por eso mismo —dice sobre su hombro y alejándose de mí.

Something StupidDonde viven las historias. Descúbrelo ahora