Uno Mismo (Alan Navarro)

Capítulo 17

Alan

La alarma de mi celular sonó repentinamente mientras disfruta mi sueño, ayer después de cenar nos quedamos viendo películas hasta tarde, para distraer un poco a Mía, pero olvidamos que al otro día teníamos deberes, era Martes así que apenas iniciaba la semana.
Me levante lentamente de la cama, aun estaba dormido y planeaba no ir a trabajar para no dejar a Mía sola.
Cuando pude por fin despertar entre al baño a lavarme la cara, peinarme y cambiarme, algo sencillo, pantalón de mezclilla, camisa blanca y tenis del mismo color que ella, no iba a faltar por supuesto mi camisa a cuadros a azul.
Salí de la habitación y le aventé una almohada a Iván, el si tenia deberes así que fue la única forma de hacer que despertará.

-¡Hey Alan! - apenas podía abrir los ojos - No te pases, es sábado.

-Es Martes Iván jajajaja, no seas enojon y ya levántate.

-No quiero - se tapó la cara con una almohada - Así no es forma de levantar a tu hermano.

-¿Querías que te levantará a besos? - reí - recuerda la última vez hermano, la vez que me hechaste agua fría.

-Fue un accidente ya te lo he dicho- me miró.

-Aja, por accidente un vaso de agua vino a dar en mi cara - guarde algunas cosas en mi mochila.

-Ya cállate mejor - se levantó aun aturdido - Así no levantarías a la chica de ojos azules.

-Eres un tonto - tome mi mochila - apurate qué los llevaré a la escuela.

Mia

-¿Así que reposó por tres días? - Karen se peinaba para irse a la escuela.

-Si - dije seria - no quiero faltar.

-Sirve para que te distraigas - sonrió.

-Esto de faltar no va ayudarme a distraerme - cruce los brazos.

-Estarás con mi hermano - tomo su mochila para salir y puso una sonrisa extraña - El te ayudará, tienen conexión.

-No quiero ser molestia - me sonroje.

-Créeme que para el no lo eres - Tomo mi mano - Tal vez no vayas a la escuela, pero nos acompañaras a ella.

Alan

Estaba terminando de desayunar cuando Iván entro a la cocina.

-Hola Ma - le dio un beso - buenos días.

-Hola mi amor ¿Vas a desayunar?.

-No, solo me llevare una manzana, gracias - me miró - ya viene tu chica.

Tomo la manzana y camino hacia la sala, solo negué con la cabeza y pensé lo tonto qué es.

-Mami - dijo Karen entrando a la cocina - buenos días.

-Hola Karen, Hola Mia - sonrió.

Mia entro enseguida a cocina, tímida y con una sonrisa, se veía hermosa.

-Buenos días señora - se acerco a la mesa - Buenos días Alan.

-Buenos días Mia - ambos nos miramos.

-Siéntense a desayunar - mi madre se acercó con los platos para Karen y para Mia.

Ambas se sentaron en frente de mi.

-¿Cómo sigues nena? - mi madre sonrió - ¿Cómo sigue esa muñeca y tobillo?.

-Mejor de todo - dijo tímida - Gracias por cuidarme.

-No hay nada que agradecer nena - mi madre se acercó y la abrazo - Ya eres parte de la familia.

-Y creo que lo será más - Karen me miró.

-¿Por que lo dices? - pregunto mamá.

Ambas se quedaron calladas y solo se miraron, parecía que hablaban con la mirada.

-Muy rico el desayuno - tosi - Los espero en el auto.

Me levante de la mesa y dejé todo en el lavaplatos.
Estaba a punto de salir cuando....

-¿Por que tanta prisa Alan? - Karen sonrió y Mia me miró.

-Es solo que voy a revisar el coche - me rasque la nuca - también lo limpiare, lo normal - me acerque a mamá y le di un beso - las espero ahí.

Salí de la casa y me recargue en el coche, no sin antes hechar un suspiro, no se por que actuaba así.
Diría que todo fue por lo que sucedió ayer, apenas la acababa de conocer pero sucedió, me tuvo confianza, me contó sus miedos, la vi quebrarse, la vi con miedo y era algo que me hizo ver la hermosa chica que es, tomó mi mano y nos abrazamos, en mente quería hacerme la idea de que paso por tratar de hacerla sentir mejor, pero era confuso, solo mirarla causaba en mi algo que no sabría explicar.

-Ya te vez mejor - Estaba metido en mis pensamientos que no vi que ella se acercó.

-Me siento mejor - dije serio.

-Alan - me miró - gracias por todo.

-No es nada - sonreí - siempre estaré para ti, al igual que mi familia.

Ella se recargo en el coche aun lado de mi.

-Bryan me hablo - su expresión cambio por completo - dijo que llevo a Freddy al aeropuerto, así que ya me puedo ir a mi casa.

-Antes de llevarte a tu casa - temble - ¿Podemos salir? Digo si tu quieres.

-Es que, no quiero ser una molestia - dijo tímida.

-No lo eres Mía, jamás lo serás.

Ambos callamos por un momento.

-No quiero que lo tomes a mal, pero es que - me miró - quiero estar con mi hermano.

No podía obligarla acceder y por más que quisiera pasar un día con ella me importaba más que estuviera bien.

-No te preocupes - sonreí - quiero que estés bien.

Sonrió un poco y después me abrazo.

-Nunca terminaré de pagarte todo lo que hiciste ayer por mi - me dijo al oído - te quiero Alan, enserió gracias.

-Te quiero más Mía - sonreí - siempre estaré aquí.