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Sin más me atrevo a mirarlo. Está sonriendo un poco. Veo un poco de compasión en esa sonrisa, pero no tanto como pensé que debería.  ―Tampoco me gusta decirle mi nombre a la gente ―dice―. Vamos, consigamos algo de comida. Amar me acerca a la mesa de los iniciados una vez que estamos en el comedor. Hay algunos de Intrepidez sentados en las mesas cercanas, mirando al otro lado de la habitación, donde los perforados y tatuados chefs siguen haciendo la comida. El comedor es una caverna iluminada desde abajo por las lámparas de color blanco azulado, dando un resplandor misterioso. Me siento en una de las sillas vacías. ―Así que, Estirado. Te ves como si estuvieras apunto de desmayarte ―dice Eric, mientras que uno de los chicos de sinceridad se ríe.  ―Ustedes lograron salir con vida ―dice Amar―. Felicitaciones. Pasaron el primer día de iniciación con diversos grados de éxito ―él mira a Eric―. Aunque, ni uno lo hizo tan bien como Cuatro, aquí presente. Él me apuntaba mientras habla. Frunzo el ceño. ¿Cuatro? ¿Está hablando de mis miedos? ―Oye, Tori ―Amar grita sobre sus hombros. ―¿Alguna vez has oído de alguien que tenga sólo cuatro miedos en su Paisaje del Miedo? ―La última vez que escuché, el record era de siete u ocho.  ―¿Por qué? ―Tori pregunta de vuelta. ―Tengo un transferido aquí que sólo tiene cuatro miedos. ―Entonces ese será un nuevo record ―dice Tori. ―Bien hecho ―me dice Amar. Entonces se gira y comienza a caminar hacia la mesa de Tori. Todos los otros iniciados me miran con ojos abiertos y en silencio. Antes del Paisaje del Miedo, yo sólo era alguien a quién se podía eliminar del camino a convertirse un miembro de Intrepidez.  Ahora soy como Eric, alguien de quién tener cuidado, tal vez incluso alguien que vale la pena temer.  Amar me dio más que un nombre nuevo. Me dio poder. ―¿Cuál es tu verdadero nombre? ¿Comienza con una E…? ―Eric me pregunta entrecerrando los ojos. Como si el supiera algo pero no está seguro que ahora sea el tiempo para compartirlo. Los otros deben recordar mi nombre, vagamente, desde la Ceremonia de Elección, como yo recuerdo el de ellos –sólo letras en un alfabeto, enterradas bajo la espera nerviosa de mi propia elección. Si golpeo sus recuerdos ahora, lo más fuerte que pueda, tan memorable como mi elección a Intrepidez, tal vez puedo salvarme a mí mismo.  Dudo por un momento, entonces pongo los codos sobre la mesa y levanto una ceja. ―Mi nombre es Cuatro ―digo―. Vuelve a llamarme Estirado,  y tú y yo tendremos problemas. Él rueda sus ojos, pero sé que me hice entender claramente. Tengo un nuevo nombre, lo que significa que puedo ser una nueva persona. Alguien a quien no le importa los comentarios ofensivos de los sabelotodo Sabiduría.  Alguien que finalmente está listo para pelear. Cuatro.

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