3: Enzo

2.4K 145 18
                                    

"Incluso su respiración agitada, puede resultar ser el más delicioso frenesí para mí".

La habitación entre las tinieblas, el olor de los licores acumulados y aunados en uno solo invaden mis fosas nasales y reciben de ella todas las secuelas que una noche de juerga le pueden dejar en una mujer, no siendo una de ellas quitarle las ganas.

El sudor de nuestros cuerpos provocan el perfecto desliz en nuestras pieles, incluso la oscuridad resulta ser la manera más eficaz de hacer más excitante lo que está sucediendo en este momento. Imaginar lo que mis manos están tocando, saber cómo son y sentir que la sensación va en sincronía perfecta con lo que en realidad es. Nuestros cuerpos chocan uno contra el otro y su largo cabello rojizo se enreda en mi nuca y se mantiene atado a mí por el sudor. Espero el momento justo, cuando su alma trata de abandonar su cuerpo por no soportar la descarga de placer, ahí es más efectivo, más voraz, más eficaz. Morir de placer jamás resultará maldito, incluso juraría que eso lo está deseando justo ahora.

—No, no te detengas —ruega con voz entrecortada por sus gemidos y las interrupciones que crean el choque de nuestros cuerpos. Ríe por lo bajo luego de que mis manos aterrizan en su cuello y el breve cosquilleo le provoca una momentánea oleada de placer. Su voz es baja y todavía siento su sonrisa y confianza en mí, no habla, su cara solo revela el deseo de que no me detenga y la satisfacción de la sensación que le produzco en este momento, solo revela plenitud. No dice ninguna palabra, sus ojos solo se quedan fijos en mí, como si tratase de penetrar en mis pensamientos y averiguar qué está sucediendo. Sus piernas se siguen enredando con las mías y de vez en cuando intentan agitarse y separarse de mí. Un vahído final lanza su cuerpo contra el mío. Para mí, esto es lo que muchos llaman el pico del placer.

***

—Enzo, anoche te estuve llamando. Ayer, los de Bellator MMA estuvieron en el bar celebrando el triunfo, dicen que el Jiu Jitsu de tus alumnos es el más impecable de toda la región. No pude durar toda la tanda con ellos, el departamento de investigaciones me requirió de inmediato. Una joven fue encontrada muerta, piensan que pudo haber sido un suicidio, ya que al parecer marcó al 911 antes de ser hallada —Declan me relata su versión de la historia.

—Seguro que la chica estaba algo prendida o murió de alguna sobredosis. Sabemos que esas cosas no son extrañas por estos lados, o quizás murió ahogada con un consolador gigante —rio—, estas niñas de ahora son golosas.

—En fin, el forense está trabajando en ello, solo sé que si fue un crimen, ha sido de los mejores planificados en los últimos años.

No tengo idea siquiera de porqué estamos hablando de esto.

—Cox, este fin de semana me iré a Río. Voy a reclutar un par de instructores nuevos para la nueva seccional de Jiu Jitsu Brasileño, no estoy seguro de cuándo regresaré, sabes que los abogaditos a veces se toman semanas haciendo los papeles para el viaje y que en esos arrabales nunca hallaré algún tipo con pasaporte. Me dan ganas de agarrar el asunto por los cuernos y traerlo aquí a mi manera, pero no, tú tampoco aprobarías eso, me delatarías. —Declan ríe a carcajadas, lo toma a broma, pero no estoy muy seguro de si lo hiciera, si realmente me delataría. Este hombre es la ley y el orden hecho humano.

—Tranquilo, yo te cubro —bromea.

***

El ocaso me recibe en Río. Un nuevo proyecto por delante, ojalá tomase tan poco tiempo como el anterior; si resulta tan buen como espero, sacaré tiempo para visitar a mi padre, para así justificar de alguna manera mi regreso al país y de paso lo convenzo para que deje venir a Thiago conmigo para llevar el instituto.

En los últimos minutos del vuelo repaso mi cronograma mental. Solo la idea me hace sentir como un niño en día de navidad, a punto de abrir el regalo que siempre esperó.

Letargo I: SOPORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora