CAPITULO IV - Dilemas

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No habían pasado más que unas pocas horas y me encontraba alistandome para un nuevo encuentro con ella, los nervios se apoderaban de mis sentidos, tanto así que no sabía usar para una nueva impresión. Era una nueva oportunidad de reivindicarme y ganarme su confianza.
Que tal si le gustan recatados, o tal vez casuales o quizás muy relajados. ¿qué dilema verdad?, siendo sinceros la pinta sería lo de menos porque siempre me había considerado pulcro y de buen gusto.
Al final de cuentas me decidí por un pantalón negro, una camisa roja a diminutos cuadros, un reloj de plata cuyo minutero marcaban diez minutos para cualquier hora (no sabía ni leer el reloj), un peinado tipo alf y un perfume comprado en una farmacia cercana.
Me sentía más que preparado para la cita e imaginaba a cada instante su bella figura como la primera vez. Sin embargo sentía que algo faltaba. ¡Claro!, ¡un detalle!.
Corrí rápidamente hacia alguna fonda y allí vendían toda clase de deliciosos chocolates y arequipes. Otro dilema más, qué preferiría, me detuve a pensar, ¿chocolate ó arequipe?, ¿sería capaz de intuir su gusto y darle lo que más le gusta?.
Compré un chocolate blanco bastante enorme, sabía que era delicioso porque el olor brotaba dentro de su envoltura. ¡Ahora sí me sentía listo!.
Al salir de la fonda, ahí estaba Luna nuevamente, ¿cuán rápido pasa el tiempo verdad?, me dijo ella, yo le sonreí y de inmediato me sonrió. "de seguro la conquistarás, hueles delicioso con esa aguita", se burló.
Luna se había vuelto algo celosa después que puse mis ojos en aquella señorita. Me fuí al rinconcito donde usualmente hacía aquella brisa que me trasladaba hasta esa pequeña isla donde nos veíamos.
Estaba en la cima y cerré mis ojos para encontrar un punto de equilibrio, relajarme y dejar que todo fluyera con normalidad y naturalidad. Ahí estaba el susurro de Luna en el viento. Sabia que el momento se acercaba, y sí, llegaron las nubes de alelí hasta mí y me trepé como pude, se sentía suave y olía delicioso, no pasaron más que dos minutos y a media distancia alcanzaba a ver el lugar donde sólo estaba una lámpara alta encendida.

ENTRE LUNA Y YO -Primera TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora