CAPITULO XII - Una Pequeña Charla

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Como ya era costumbre tuve mis dilemas a la hora de encontrar algo que usar para verme apropiado para la cita, la ducha no había quitado la angustia, la ansiedad de saber qué cosas tenía que decirme. ¿Era tan grave que no pudo escribirlo?. Sin importar lo que podría escuchar,iría preparado.

Esta vez no usé un smoking, sólo un pantalon de dril azul, una camisa de pequeños botones de color blanca, correa y zapatos negros que combinaban con el color de mis ojos.

Me cepillé los dientes un par de veces, asegurandome que quedaran bien limpios, además de aplicarme la loción que me gustaba, esa misma que había estado usando en las ocasiones anteriores.

Al salir, me aseguré que todo en la cocina estuviera guardado dentro de la nevera y todo lo demás estuviese en su lugar. Al acercarme a la puerta, dejé encendida la luz de la sala, para que los ladrones pensaran que hay alguien en la casa, y también encendí las luces de la fachada. Cerré la puerta y la aseguré y emprendí mi camino.

Aún era temprano, y mi mejor amiga la regordeta no se asomaba aún en su camino. El viejo sol estaba cantando algo en las alturas que no comprendía, estaba muy contento ese día. Por un instante enmudecí y escuché algo que decía. -"Pronto la veré, a esa inquieta que se hace muda cuando se enoja, ella que brilla en plateado con mis rayos, aquella que me guiñe sus cuencas para enamorarme".

Al escuchar eso, inmediatamente comprendí que se trataba de Luna, los dos habían estado enamorados pero nunca tendrían la oportunidad de estar juntos. Sol era mucho mayor que ella, tenía la experiencia de millones de años en cosas del amor. En medio de la canción sol dijo: "es malo escuchar canciones ajenas"-, y soltó una carcajada. Me dí cuenta que se trataba de mi, se dió cuenta que escuchaba su canción, luego me dijo - "ten cuidado Rob, ella tiene una sorpresa y quizás no sea de tu agrado."- eso me incomodó por que la última vez que Sol me dió su consejo, todo resultó mal.

Al instante le pregunté: -" a que te refieres, ¿qué ocurrirá?'.

Él comenzó a hablar sin que alguien pudiese detenerlo. -"Luna y yo hemos sido testigos de muchas cosas que ocurren en la tierra, hay muchas personas con pensamientos malos, pensamientos negativos, personas que se encierran y hasta quizas hacen escondites debajo de la tierra para que nadie vea sus planes maléficos, les gusta traicinar, pasar por encima de los demás, hasta hacer lo peor, hacer enmudecer o desaparecer a alguien para quedarse con sus cosas. Mientras que hay muchisima personas en tu mundo que hacen el bien, son amables, sonrien siempre al despertar, desean el buenos días a sus vecinos, en sus trabajos son los mejores. Siempre les va bien y viven felices día a día, en las mañanas me saludan como grandes amigos, eso me hace sentir bien, y querer hacer mi trabajo con mayor fuerza, tanta que dicen que los quemo. ¿En cual grupo cree que está tu enamorada?. No lo sé. No soy nadie para contar los secretos de los demás. Tenemos que dejar que las cosas sucedan, no podemos intervenir, es el ciclo de la vida. Si alguno interviniera, estaría en grave peligro, algo pasaría, quizás desaparecería".

Wow, dijo mucho en tan poco tiempo el señor Sol, y esa pregunta me dejó aun mucho más desconcertado. Cómo carajos iba a saber sobre las cosas que ella hacía o acerca de sus planes si ni quiera habíamos hablamos sobre cosas personales. Indagarla, eso tendría que hacer la próxima vez que la vea.

Mientras lo escuchaba cantar, iba caminando de nuevo a la fonda, sí, justamente donde fuí a comprar el chocolate para la primera cita. Al entrar, el lugar estaba vacío, sólo estaba el dueño sentado detrás de la caja registradora esperando que los clientes llegaran hasta allí para pagar por los productos. En los parlantes tenía una canción que me gustaba mucho, se llamaba "Rumor Has It", que al español traducía, "dicen por ahí". No lo graba recordar el nombre de la cantante, lo que sí estaba seguro, es que ella es muy buena en su arte, y había ganado unos cuantos premios por su grandiosa voz.

Al llegar a la vitrina de chocolates, me decidí por el mismo que había comprado la primera vez, seguía siendo mi favorito, su olor salía de su envoltura, quise comprarme uno para mi esta vez, pero al final soló tomé uno y fuí a pagarlo, fueron unas cuantas monedas las que invertí.

Al Salir de la tienda, ya luna estaba ahí, brillando en un color plateado, tal como el señor Sol le gustaba. Subí corriendo a la colina hasta donde estaba el árbol seco y le pedí que me llevara hasta donde me encontraría con Jolie. Luna no quiso escucharme, algo le estaba sucediendo, estaba muda y no quería mirarme.

De repente empezó a hacer mucho viento, y algunas gotas caían del cielo. -"Luna por favor, no me hagas esto, necesito llegar hasta donde esta Jolie, pronto tendremos que vernos, llévame" - le dije.

Ella en un tono bastante frágil y triste me dijo - "por lo que más quieras, no vayas, no quiero decir más, me estaría arriesgando a mucho. Hazme caso, no lo hagas"

Quedé atónito nuevamente con aquellas cosas que dijo, pero me rehusé. -"Luna, así quieras o no, voy a ir".

ENTRE LUNA Y YO -Primera TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora