Mei Uchiha II |Itachi| |Terminada|

21| "Taka"

— Capítulo 21 - "Taka"

(Narra Mei)

Al llegar donde había finalizado la pelea, vi que todo estaba hecho trizas. Me acerqué corriendo hasta llegar a un lado del cuerpo inerte de Itachi. Sus ojos estaban abiertos y una sonrisa surcaba de su bello rostro, el recuerdo de todas las sonrisas que me dedicó hizo que mis lágrimas comenzaran a aparecer  nuevamente. Acaricié su rostro mojado gracias a la lluvia, y me limité a limpiar la sangre que emanaba de su boca. 

— ¿Estás feliz ahora? —pregunté en un susurro mirando directamente a sus ojos apagados— Haz conseguido lo que querías.. Y nos has dejado.. 

Sin detenerse, algunas lágrimas cayeron hasta su pálida piel, mezclándose con las gotas de lluvia. Miré hacia al costado de Itachi, que se encontraba Sasuke inconsciente y al costado de él, estaba una pared con el signo del clan Uchiha.

Me paré y miré furiosa la pared, caminé por al rededor de los cuerpos y al pararme enfrente de aquella pared, acumulé lo más que pude de chakra y le pegué un puñetazo a ésta, haciendo que se formaran grietas y al final cayó en trozos al suelo.

Luego de eso, vi todo negro.

(Narrador Omnisciente)

— ¿Ya te has descargado? —preguntó Óbito a la chica que seguía parada enfrente de los trozos.

La rubia se giró y el enmascarado pudo apreciar los ojos de Mei de color esmeralda brilloso, tan brilloso como su sello cuando se activaba, solo que estos tenían una linea diagonal, indicando que eran los tan famosos ojos Taigaai.

Este saltó hacia ella y con un golpe no tan fuerte, la dejó noqueada, antes de que ocurriera una catástrofe. 

— Llegas tarde. —le dijo al hombre planta.

— No soy tú. Así que no puedo moverme tan rápido.

— Si estabas observando, es mejor que lo hayas grabado todo.

— Relájate, todo está grabado. 

— Lo veré con cuidado luego... También nos llevaremos el cuerpo de Itachi. Ahora debemos irnos.. 

— ¿Qué le ocurrió? —preguntó mirando a la rubia inconsciente entre sus brazos.

— Nada, solo... un descontrol. —dijo.

( . . . )

(Narra Mei)

Abrí los ojos lentamente, encontrándome con el techo de una cueva a oscuras. Me reincorporé despacio en mi lugar, colocando una mano en mi cabeza, ya que por alguna extraña razón dolía como si alguien me hubiese dado un puñetazo. 

Miré a mi alrededor y me encontré en una habitación absolutamente sola. 

^¿Qué pasó?^ me pregunté a mis adentros ^Sólo recuerdo haber roto la piedra de los Uchiha que quedaba de pié luego de haber llorado sobre el pecho de Itachi^

Junté mis piernas contra mi pecho, sin evitar poder soltar más lágrimas.

Una sensación de vacío se hizo presente en mi pecho. Me paré y no pude evitar pensar en mis hijas.

Salí de la habitación y llamé a Obito. — ¡Madara! 

Obito salió de la habitación continua a la mía.

 —  Al fin has despertado. —habló el enmascarado.

— ¿Qué me pasó? ¿Dónde está el cuerpo de Itachi? ¿Y mis hijas?