— Capítulo 26 - "Confío en ti"
Corrí hasta llegar a la aldea, sentía el chakra de Nanako y el de mis hijas dentro de ella, y me despreocupaba que ellas estén aquí. Intenté ser lo más precavida posible para que nadie se de cuenta de que estaba en la aldea, por suerte cumplí mi prometido.
Llegué a la entrada de una casa, la miré bien y me di cuenta que tenía un balcón.
"Mucho mejor para mí" pensé.
No tenía intención de encontrarme a Nanako, solamente quería pasar un rato con Hikari y Akane y luego marcharme.
De un salto trepé por el balcón. La habitación parecía ser una habitación, pero no era de mis hijas, ya que tenía una cama matrimonial.
"¿Me equivoqué de casa?" me pregunté, sin embargo, me permití pasearme por la casa.
Cada habitación de la casa está vacía, solamente me hace falta revisar una y estoy frente a ella.
La abrí lentamente, permitiéndome ver un lindo color rosado en las paredes, a final de la habitación estaban las dos cunas que yo les había comprado a Hikari y a Akane, al costado ya habían unas camas normales.
"¿Cuánto tiempo pasó desde aquel momento?"
Cerré la puerta, y me acerqué a las camas, donde habían dos bultos debajo de las camas.
Miré el reloj que había al lado de las camas, era muy temprano, con mucha más razón dormían.
Me acerqué un poco más y pude notar una pequeña mata de cabello rubio y azabache.
A pesar del tiempo que pasó, no crecieron mucho.
Akane se removía mucho, y soltaba pequeños quejidos.
Me puse a su lado y le susurré al oído. — Tranquila, Akane, mamá está aquí.
Coloqué mi mano en su pequeño rostro, y sentí como me tomaba de la mano.
Mis ojos estaban a punto de rebosar en lágrimas.
— Crecieron mucho, ¿Verdad? —sentí una voz conocida casi susurrar.
Me exalté, y sin querer arrebaté el agarre de Akane, haciendo que soltara un quejido.
— Nanako. —la miré sorprendida. Seguía igual, nada más que la ropa era diferente.
— Mei-chan, realmente tus hijas son asombrosas. —dijo enfocando su vista en Hikari— Son muy inteligentes, apenas tienen siete meses y ya estan apunto de largarse a caminar.
— Son muy pequeñitas aún. —murmuré viéndolas.
— Lo son. —dijo— Akane tiene tu misma actitud malhumorada y agresiva, en cambio, Hikari es mucho más tranquila, como Itachi-san. Mejor vayamos afuera a hablar, en cualquier momento podrían despertar, luego puedes estar un ratito con ellas.
Asentí, saliendo de la habitación seguida de ella.
— Sabes, te quería pedir un favor, Nanako.. —hablé yo bajando la mirada al piso.
— ¿Qué cosa?
— No les digas quienes son sus padres. —dije mirándola a los ojos.
— ¡¿Qué?! ¡¿Porqué?! —preguntó horrorizada.
Ni me inmuté. — No quiero que pasen una infancia mala. También quiero que le digas a Tsunade que prohíba que alguien les diga que Uchiha Itachi y Shizen Mei son sus padres. Y también espero que nadie le diga a nadie quiénes somos, no quiero que las miren mal.
— ¿Cómo puedes pedir ello, Mei? —preguntó con los ojos cristalizados— ¡Ellas merecen saber la existencia de sus padres! ¡¿Qué quieres que les responda cuando me pregunten quiénes son sus padres?!
— Miente. —respondí sencillamente— Diles que no los conociste, o que ellos murieron en misión.
— Me sorprende la manera en la que hablas ahora, ¿Acaso no te importan tus hijas?
— Si no me importaran no haría esto, ¿no crees? —murmuré bajando la mirada— Viví siendo repudiada sin saberlo, por ser la nieta de Uchiha Madara. Naruto ha sido odiado por contener al zorro de las nueve colas dentro, ¿qué crees que pensarían los aldeanos al enterarse de quiénes son hijas Hikari y Akane? Conozco la sensación, prefiero que vivan normal.
— Es algo injusto para ellas..
La interrumpí. — Nanako, por favor, no compliques las cosas. Deberías ponerte en mi lugar. Es decir, ¡Mira mi historial y el de Itachi! Los aldeanos sabe quienes somos, pero no saben nuestras intenciones. Créeme, Nanako, las quiero proteger, y creo que mi muerte fue lo mejor para todos, no quiero que mis hijas vivan en peligro por mi culpa.
— ¡¿Lo mejor?! ¡¿Sabes lo que tus amigos sufrieron?! ¡¿Sabes lo que sufrió Naruto?! ¿Sabes lo que sufrí yo? —preguntó en un susurro y con la voz rota. Sus mejillas se encontraban mojadas de tanto llorar.
— Lo lamento. No puedo regresar el tiempo atrás. Si pudiese, créeme que cambiaría millones de errores. —sonreí tristemente.
— ¿Qué pasaría si ellas se enteraran de quiénes fueron sus padres? —preguntó Nanako observando la habitación de las susodichas.
— Preferiría que no lo hagan, y si se enteran... asegúrate que sea cuando cumplan la mayoría de edad y sean maduras.
Nanako asintió, secándose las lágrimas.
Pasé un rato con Nanako viendo a las niñas.
— Creo que debo irme. —murmuré viendo por la ventana como oscurecía.
— ¿Irás a pelear a la guerra?
— Probablemente. —sonreí— Debo ayudarlos para saldar cuentas.
Asintió. — ¿Y las niñas?
— Estarán bien a tu cuidado —sonreí— Confío en ti.
Un par de lágrimas se asomaron por los ojos de Nanako. Ésta asintió.
— Gracias por todo, Mei.
Me despedí con la mano, saliendo por la ventana y yendo al campo de batalla.
Donde una guerra se formaba, y donde por fin me reuní con mi anterior equipo.
Donde por fin pude saldar las cuentas que me quedaban.
Gracias por todo, chicos.
( . . . )
¡Capítulo prometido!
Sé que muchas dirán ¿E Itachi? ¿Porqué no fue a ver a sus hijas?
Bueno, eso es por que tenía que combatir a Kabuto, plz.
Es decir, tiene sus razones.
¿Creen que es injusto lo que Mei le pidió a Nanako?
¡Dejen sus comentarios y sus votos!
Si llegamos a los 15 o 20 votos HOY subo el epílogo *w*
En el epílogo al fin conocerán a las chicas, es decir, Hikari y Akane.
Awsh, no puedo creer que este sea el último capítulo de la segunda temporada </3
Igual, estoy planeando hacer un "Road to Ninja" después de esta temporada, así que creo que tendré que empezar a escribirla :3
¿Qué opinan de que haga "Road to Ninja"?
SophiiaB
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Mei Uchiha II |Itachi| |Terminada|
FanfictionMei Uchiha II; Segundo Libro. En el momento en que estaba en Konoha.. mi propósito era descubrir quien era, luego de cumplirlo, descubrí una nueva meta. Protegerlo a él. Me necesitaba, lo necesitaba, necesitaba amor, y yo se lo iba a dar. Aquellos t...