Los antiguos compañeros de aquellos magos oscuros buscados tantas veces por la ley, atendían atónitos a lo que la pequeña maga les contaba. Tras haber aclarado que Natsu no era el padre de Nanami, los integrantes de Dragon Skull presentes en aquel tres decidieron presentarse correctamente a aquellas leyendas que habían causado tantas reacciones en su maestro, y a petición del pequeño felino que se negaba a separarse de su mejor amigo, estos contaron como era la vida de los ex-miembros de Fairy Tail en un gremio oscuro.
Por sus reacciones, ningúno jamas se habría imaginado que sus antiguos compañeros hubiesen vivido aquello. Pero sin duda, lo que jamas llegaron a imaginar, que Lucy era la que llevaba el peso de aquella vida. Natsu era el maestro del gremio oscuro mas temido y por lo tanto mas buscado del reino, si, y eso no era tarea fácil, pero jamas había combatido contra nadie hasta el extremo de haberlo dejado a las puertas de la mismísima muerte, o delinquido en algún aspecto, aparte de que apenas salía de misión últimamente. Era Lucy la que se enfrentaba a los soldados del consejo, al ejercito, robaba, torturaba y mataba para que el Dragneel no tuviese que hacerlo. Estaba claro que aquella mujer ya no era la inocente chica rubia que se escondía tras Natsu cuando algo iba mal, ni la misma que necesitaba la protección de este. Ambos habían madurado, no necesitaban ya la protección que se otorgaban hacia ya años, o al menos, eso era lo que hacían ver a los demás.
-Pero Lucy-sama lleva dias sin salir de misión. Y eso que antes salía una vez a la semana por lo menos.
Las palabras dichas por Kaoru llamaron la atención de todos., incluida la de Natsu, el cual ya se había dado cuenta de aquel pequeño detalle, pero no lograba comprender el porque, no conseguía atar cabos.
-Si, ultimamente se le ve mucho mas cansada...
Fue Midori esta vez la que comentó, con algo de pena, el estado en el que había visto a la rubia.
-Pero eso es porque estuvo vomitando el otro día, que no os enterais...
Y aquello hizo que todas las miradas se dirigiesen a la Heartfilia, que absorta en su libro, ni cuenta se había dado de lo que hablaban hasta sentir toda aquella atención sobre ella.
Cada uno comenzaba ya a sacar sus propias conclusiones, y mas de una cara emocionada podia verse en aquel vagón.
Lucy carraspeó, cerró el libro, y con un "Dejad de imaginaros estupideces", se levantó saliendo de aquel vagón. No había necesitado prestar atención para saber que era lo que aquellas miradas significaban. Necesitaba tomar el aire.
Al ver como Lucy había salido de su campo de visión, ahora era Natsu quien tenia que lidiar con todas aquellas miradas de curiosidad, emoción, y hasta preocupación. Todos ya tenían su propia teoría de lo que podia o no ocurrirle a Lucy, pero necesitaban saber la verdad, que le pasaba a su compañera.
-Heartfilia lleva unos dias con gripe.
Esa fue la respuesta que pudo dar. La única que se le ocurrió, pues sinceramente, ni el sabia que era lo que ocurría con su compañera.
Los magos seguían hablando, pues un viaje largo requería de largas conversaciones, pero la rubia, no volvía. Natsu comenzaba a ponerse nervioso. De su cabeza no podían salir las ideas que largos minutos atrás le habían metido. No podía creerse que no se hubiera dado cuenta de aquello. En cierta manera se sentía hasta culpable. Sabía que su compañera no gozaba de perfecta salud, y el no darse cuenta de todo aquello...
Pensar en eso, le aclaró las ideas. Hace seis años, a Lucy comenzó a ocurrirle exactamente lo mismo. Y al igual que esta vez, no dijo nada, siguió a lo suyo. Hasta que evidentemente, su cuerpo no pudo mas. Por causas evidentes, no podían llevarla al hospital, y llegó a pasarlo realmente mal. El pelirrosa no podia dejar que aquello sucediese de nuevo, no quería ni imaginarlo. No podría soportar aquello una vez mas. Ver a su compañera, a su mejor amiga, a la mujer que amaba, postrada en una camilla, sin fuerzas si quiera para abrir los ojos o respirar.
Necesitaba asegurarse de que aquello no ocurriría de nuevo. Por lo que, mientras los demás mantenían una conversación de la que hacía ya tiempo que había perdido el hilo, se levantó y salió del vagón en busca de Lucy...
Ella en cambio, se encontraba en el último de los últimos, fuera, tomando el aire, sin alzar la mirada de las vías que poco a poco iban dejando atrás.
- Estoy bien, Natsu...
Murmuró la mujer al notar la presencia de su amigo tras ella.
- De verdad, no te preocupes.
- Lo mismo dijiste la ultima vez, ¿Recuerdas..? Y de milagro saliste de aquella...
- De milagro no... gracias a ti...
Rió al recordar aquellos días. Tampoco le hacía gracia la idea de volver a estar en aquel estado, pero la desesperación con la que el pelirrosa arregló aquella situación, le parecia enternecedora.
- Yo tan solo llevé un par de medicos al gremio...
- Secuestraste un par de medicos, Natsu, dilo como es...
Esta vez, ambos rieron. El pelirrosa se acercó algo mas a ella, y esta, acabó por posar su mano sobre la mejilla del chico.
- Estoy bien...
Acabó por murmurar.
Fue entonces cuando volvió a comenzar algo que siempre se iniciaba entre esos dos, pero que nunca acababa por concluirse.
Poco a poco sus rostros iban acercándose con claras intenciones de juntar sus labios en un suave beso, pero cuando fueron a rozarse...
- ¡Chicos~!
La pequeña apareció haciendo que rapidamente se separasen.
- La señora Erza os llama~
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DRAGON SKULL
Fanfiction-¡NATSU!, ¡ALEJATE DE FAIRY TAIL! -gritó una alterada pelirroja.- ¡ES PELIGROSO! -¡¡NO PUEDO DAR LA ESPALDA A FAIRY TAIL!! ¡¡TENEMOS QUE PROTEGER A LA FAMILIA!! -el alterado pelirrosa, trataba de hacer entrar en razón a su compañera de equipo, de gr...