DRAGON SKULL

Capitulo 21 -La guarida del dragón-

No era difícil encontrarlo... De hecho, todo el mundo sabia donde se encontraba. Se oían rumores, noticias salían sobre como había magos que no volvían de aquel lugar, incluso se llegaron a poner carteles en el sendero que llevaba a aquel lugar, carteles de advertencia. Era mala idea acercarse al nido de un dragón, pero peor idea era aún acercarse al nido de Acnologia.

Había que estar chalado para que tu destino fuese aquel lugar.

¿Pero acaso había mejor palabra para definir a los magos de Fairy Tail?

Unos días pasaron desde que Erza pilló a los dos magos de Dragon Skull en una situación un tanto embarazosa. Desde entonces, ambos decidieron guardar las distancias. A parte de que no podían permitirse el ser pillados en una situación parecida una vez más, joder la vergüenza, casi se murieron en aquel momento. Lucy juraría que parte del cerebro de Natsu se derritió de lo caliente que tenía la cara.

Muchos de los magos notaron esa distancia. Aunque normalmente delante de ellos siempre habían sido muy fríos, eran conscientes que cuando se daban la vuelta hasta se trataban por su nombre y no por su apellido, pero eso ya no era así. Por supuesto, ninguno salvo Erza sabia la razón de aquello. No iba a negar que no le gustasen los chismorreos, pero eso era algo mucho más serio que un calentón.

Pero por mucha distancia que hubiese entre los cabecillas de esa "descabellada misión", eran mucho más profesionales de lo que muchos creían, y siguieron dando las indicaciones pertinentes en el momento preciso. Las mismas y al mismo tiempo. Como si realmente estuviesen conectados.

— ¿De verdad estas puedes con esto? -Murmuró a su compañera antes de dirigirse al resto de personas frente a él.

— ¿Acaso podrás tú? -Su respuesta hizo que en los labios del pelirrosa se dibujase una sonrisa que a muchos descolocó. Algunos ni siquiera recordaban el rostro sonriente del Dragneel.

— Seamos sinceros. -Ya se dirigió a los que tenía frente a él. Con solo alzar un poco la voz, todo el mundo se quedó callado, absorto en sus palabras, al igual que lo habían hecho en un pasado con Makarov o ahora con Laxus. Natsu había madurado, y aquello en parte lo demostraba.- Esto no va a ser fácil. Nos ha pateado el culo tantas veces que ya he perdido hasta la cuenta... Nos ha echado de lo que una vez fue nuestra familia. Pero ya es hora de devolvérselo. Perder esta vez no es una opción. Para que podamos vivir tranquilos, no podemos flaquear. Si alguno tiene la opción de matarlo, que lo haga.

Fue entonces cuando la cara de todos cambió. Matar eran apalabrada mayores. La mayoría de los allí presentes ni se lo hubiesen planteado.

— Si alguno no se ve capaz es totalmente comprensible. -Lucy dio un paso adelante.- Es un peso que nadie debería cargar. Pero no podremos seguir adelante dejándolo con vida... Tenéis que tener muy claro si sois o no sois capaces de hacerlo. En el momento de la verdad no se puede flaquear... Pero yo estaré en todos los lados a la vez. Me ocuparé yo si es necesario. Y se que no es necesario decir esto...

— Heartfilia... -Intentó interrumpir su superior, pero, obviamente, no hubo manera.

— Serán momentos de mucho estrés. Los dragon slayers deben controlarse. Lo último que necesitamos hoy es más de un dragón fuera de control.

— ¿Entendido? -Acabó Natsu. Todos le respondieron con gritos de ánimo.- Pues al lío.

En lo que todos gritaron por una última vez, una enorme llamarada envolvió al joven maestro. Cuándo está se disipó, pudieron verse escamas de color rojizo en ciertas zona de la piel del chico, los ojos le cambiaron a un color ámbar brillante con una alargada pupila, pero lo que más llamó la atención de todo el mundo fueron los enormes cuernos que salieron en su cabeza.

La cosa iba muy en serio cuando uno de los magos se convertía en medio dragón desde luego.

Dicho todo aquello, comenzaron a subir el camino que llevaba a la guarida del dragón.