Una chica un poco común

¿Por qué?

Despertó en el suelo, confundida y adolorida. Llovía afuera. Logró levantarse y se sentó en su cama. El vestido estaba tal y como estaba en el sueño. Era algo tan inexplicable. Se escucharon pasos de su madre. -Mamá, espera.- dijo Melissa antes de que la madre entrara y la descubriera así. -Tráeme el botiquín.- no buenas palabras para decirle a una madre. -¿Por qué? ¿Qué pasó?- entró sin más y descubrió el estado de Melissa. -Oh no.- dijo la madre justo antes de que empezará a buscar algo en la piel de Melissa desordenando el vestido y haciendo un alboroto. -¡Mamá!- gritó Melissa. Pero la madre ya había parado. En el brazo de la joven, se encontraba un tatuaje. Era un libro con raíces que le salían. -Yo...yo...no sé que es eso.- dijo Melissa por el hecho de que sea un tatuaje en SU piel. -¿Por qué? Tú no deberías tener un...un...vestigio.- dijo la madre dando pasos hacia atrás. -¿Un qué?- dijo Melissa parándose. Y entonces, pasó. Unas manos negras con ningún ser que las portara tomaron a la madre de la boca y la cintura y se la llevaron. Simplemente desapareció. Enfrente de Melissa, quien estaba estupefacta. Mirando la escena en su cabeza millones de veces. Y una voz, una voz dentro de su cabeza que no era su consciencia dijo -Usa el vestigio. Usa el vestigio. Usa el vestigio.- era algo que se repetía y se repetía. Melissa tomó su cabeza con fuerza tratando de que esa voz se callará. Pero en esos movimientos bruscos, cayó y quedó en un sueño.