.Capitulo 6.

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Al salir del hotel en dirección a mi casa, habia dibujada una sonrisa en mi rostro. Que no se borrabá por nada del mundo.
Recordé todo lo que habia pasado hace pocos minutos, una y otra vez:

"
-¿A si?.- Pregunto con una sonrisa coqueta.

-Si.- Asentí sonriente. De un momento a otro sentí algo sobre mis labios. Sus labios.
Finitos y perfectos. Deliciosos. Los mejores labios que probe en mi vida.
Me tironeó de la camiseta, haciendo que me parara y ambos disfrutemos el beso.
Él me agarró de la cintura y me llevo para atrás. Colocó su brazo derecho en la pared a centímetros de mi cara.

-Me tienes loco.- Dijo él. Podía ver en sus ojos pasión
Me agarró del tracero y me empujó bien a su cuerpo.
Empezó a besar mi cuello. Sus besos viajaban por toda mi clavícula, solté un leve gemido y él soltó una risita.
Luego lo mordió suavemente y yo presione mis manos contra su espalda, él siguió mordiendo y chupando la misma parte. Quería dejarme marca, yo lo sé.
Él se estaba acalorando al igual que yo. Podía sentir su bulto. Y mi bulto se empezó a hacer mas notable.
En un rápido movimiento me recostó en el sofá, frenando tres segundos el jugueteo para que yo poder sacarle su remera y tirarla bien lejos. Él hiso lo mismo conmigo.
Me quedo mirando y pudé ver en su mirada lujuria, sonrió y siguió el jugeteo.
Seguímos besandonos. Él tenía sus manos sobre mis muslos y yo tenía mis manos en sus caderas.
Él quería seguir creando fricción pero, mi erección se estaba haciendo mas molesta, entonces decidí apresurar las cosas.
Empezé a besar su torso desnudo hasta llegar a su ombligo en dónde me concentre en hacerle una marca mientras mis manos desabrochaban sus pantalones.
Él no paraba de gemír, subí nuevamente y empezé a besarlo mientras que con una mano acariciaba sus partes íntimas, mientras él luchaba con mi bragera intentando bajarla. Cuándo él lo logró, le ayudé a sacarme él pantalón.
Cuándo ya ambos nos encontrabamos en boxers el ambiente se encontrabá inundado por gemidos y su cuerpo estaba siendo explorado por mis manos y mis labios.

-¡Apuraté antes de que me muera aquí!.- Gritó él. Yo sonreí malvadamente. Empezé a bajar a sus boxers y se podia apreciar su miembro ya erecto.
Empezé a jugar con él y las maldiciones se hacian mas grandes en su boca. Pero poco a poco lo empezé a lamer, lentamente, haciendo que èl gimiera mas fuerte y yo solo reía.
Oí una malapalabra de su boca y luego de reír, empezé a chupar mas rápido.
La verdad era que era mi primera vez con un hombre y no sabía que hacer.
De una vez me metí el miembro de él entero en mi boca haciendo que tocara casi mi campanilla, empezé a subir y bajar haciendo succión.
Él estaba agarrado al sillón y con la otra mano me rasguñaba la espalda y bueno... sus gemidos eran incontrolables, aunque me encantaba oir mi nombre de parte de él.

-Para... para por favor.- Me dijo en susurro.- Me correré.- Poco a poco retiré mi boca.
Él lo tómo por sus manos y lo empezó a mansturbar, subí rápidamente para besar su boca sin ninguna compasión, estaba demaciado caliente para ir despacio.
Luego de unos minutos sentí un liquido en mi pecho y un gemído de él casi inaudible en mi oído.
Y hasta ahí mis recuerdos...
Y yo aún seguia duro, pero él se encargo de ello."

Me recosté sobre mi cama. Sabía que me meteria en problemas.
¿Y tú novia?
Susurró mi conciencia. Ya lo sé. Ella es la mejor mujer que conocí en mi vida. Pero...
Yo no me sentía cómodo. Nada mas estaba con ella porque mis padres no aceptarían que este con un hombre. Pero yo me sentía cómodo siendo yo.

El Negro Que Entro Por La PuertaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora