.Capitulo 20.

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Me desperté dándome vueltas y oliendo las sábanas de Rulitos.
Podía sentir un peso en mis párpados que pedían seguir durmiendo. Pero tenía que ir a trabajar.

Luego del incidente que sucedió en la fiesta.
Rulitos me vino a buscar, tenía lastimado el labio y le sangraba la nariz, y me trajo a su casa para que no me quedará sólo, ya que yo me encontraba demaciado "depresivo".
Yo lo cure y luego me dejo su cama para dormir. Y el durmió en el sofá.
Me levanté luego de un minuto de mirar el techo.
Fui al baño y abrí la puerta sin preguntar si estaba ocupado; Grave error, repito, grave error.
Estaba Rulitos desnudo.

-¡Lo siento!- Grité mientras cerraba la puerta. Del otro lado sólo escuchaba risas

Baje a la cocina y preparé tostadas con el frasco de mermelada que había allí. Agarré dos tazas y prepare café.

Rulitos bajo las escaleras reboleando su pelo mojado una y otra vez, lo cual le quedaba muy sexy.

-¿Negro? ¿Estas bien?- Me pregunto mientras yo lo miraba.

-Si, si. Lo siento. Preparé el desayuno.- Dije sonriendo. Él  agradeció y se sentó al igual que yo para desayunar.

-¿Estas mejor?- Él puso cara rara y luego entendio.

-Estoy muy bien, pega como una niña.- Dijo y ambos reímos.

-En la cama es más activo.- Dije sin pensar lo que decía. Y luego tape mi boca con ambas manos y diciéndome idiota una y otra vez.
Él  sólo ignoró mi comentario, lo cual agradecí, y prendió la tele.

-Ya llegamos tarde.- Dijo Rulitos levantándose de la mesa rápidamente y llendose a cambiar.

Yo ya tenía la misma ropa que use para la fiesta ya que no tenía otra ropa aquí.

-¿Listo?- Me preguntó Rulitos mientras bajaba de las escaleras y desordenaba su pelo.

-Si tu lo estás.- Dije caminando hasta la puerta con una sonrisa.
El sólo me miró y nos quedamos mirando.
Luego el abrió la puerta y fuimos hasta su coche.

Y ya estamos de camino al trabajo donde vería a la persona que menos quiero ver.

El Negro Que Entro Por La PuertaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora