De camino a casa, paró a comprar la comida. Siwon iba a necesitar algo de comida basura para aceptar el hecho de que iban a trabajar codo con codo. El hombre trataba de mantener una dieta equilibrada y una inusual y exagerada tabla de ejercicios diarios para mantener su forma física (de la cuál Kyuhyun no tenía la más mínima queja siempre y cuando no le obligara a hacer sus ejercicios con él), pero adoraba como nadie la comida grasienta. Y cualquier mala noticia se encaja mejor si tienes entre tus manos un delicioso pedazo de tu pizza favorita.
Cuando llegó al piso que compartían, el sonido del agua corriendo en la ducha y las pesas colocadas junto al sofá le indicaron que Siwon se había levantado temprano y ya había hecho incluso sus ejercicios. El hombre estaba inquieto.
Dejó las pizzas en la cocina, y caminó hacia el dormitorio.
―¡Ya estoy de vuelta! ―le avisó levantando la voz en la puerta de la habitación para que Siwon lo oyera desde la ducha.
El sonido del agua se detuvo rápidamente y la puerta del baño se abrió mientras él caminaba de vuelta al salón. Siwon no tardó demasiado en salir a su encuentro vistiendo únicamente una toalla de baño.
―¿Pizza? ―preguntó cuándo vio las cajas sobre la barra de la cocina―. No traes buenas noticias ―dedujo.
―Depende de para quién ―respondió Kyuhyun inclinándose en la nevera para sacar un par de latas de refresco―. A mí me acaban de dar un ascenso ―dijo encogiéndose de hombros.
Siwon puso una mueca mientras se acercaba, consciente de lo mal que debían haber sonado sus palabras a sus oídos.
―Sabes que no me refería a eso ―murmuró.
―Lo sé ―suspiró Kyuhyun finalmente dejando las latas en la barra junto a las pizzas para mirarle seriamente―. Me han colocado en el turno de noche ―le informó―. Al parecer es dónde más escasos de personal estáis.
Siwon asintió, pero no dijo nada.
―Todavía no sé con quién voy a trabajar ―le indicó―. Me ha dicho que me presentaría a mi compañero mañana por la noche. También me han dicho que va a mover a alguien del turno de día al de noche―añadió.
―Bueno. Pues ya veremos mañana que pasa entonces ―respondió Siwon al final.
A Kyuhyun le sorprendió la calma con la que pareció tomárselo. Se había estado esperando caras largas y tal vez algún grito.
―Intenté que me colocaran en el de día ―insistió―, pero el comisario no lo permitió. Me dijo que hago falta en el turno de noche y que cuando la cosa se calme, intentará cambiarme a la mañana.
―Muy bien ―aceptó el mayor―. Voy a vestirme y comemos, ¿sí?
―Claro ―asintió Kyuhyun.
Lo vio marchar hacia la habitación sin poder quitarse esa extraña sensación. Sabía que Siwon no era ningún crio, pero por alguna razón había estado esperando alguna especie de rabieta y verlo tan calmado y con una actitud tan madura lo ponía nervioso. ¿Y si explotaba en cualquier momento?
Se sacudió la idea de la cabeza. Puede que Siwon tuviera muchas quejas y reticencias en ese tema, pero Kyuhyun había hecho todo lo que estaba en su mano para poder evitarlo. No era su culpa como se habían terminado desarrollando las cosas y estaba convencido que Siwon lo sabía, así que debería estar tranquilo de que Siwon lo entendiera y lo aceptara sin hacer ningún escándalo.
Finalmente, preparó la pequeña mesa del salón y cuando Siwon apareció de nuevo ya vestido, se sentaron a comer. Estuvieron charlando de nimiedades y cuando terminaron se sentaron en el sofá a ver la tele juntos y perder el tiempo un rato hasta que Siwon tuvo que irse a trabajar. Kyuhyun lo despidió en la puerta y después se dirigió a su habitación a ducharse y vestirse para salir. Y poco antes de las once su móvil sonó con la recepción de un mensaje.
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A la luz de medianoche
FanfictionCuando a Kyuhyun lo trasladaron a trabajar a la misma comisaría que Siwon, se esperaba que su trabajo y su relación se tambalearan por el cambio, pero nunca se esperó que un ascenso trastocara de tal modo su vida.