Cuando Siwon despertó aquella tarde, Kyuhyun ya no estaba en la cama. El día anterior apenas habían dormido nada y aunque los dos estaban realmente agotados, a Kyuhyun le había costado horrores conciliar el sueño aquella noche. Sabía que sus pensamientos iban a mil por hora, su cabeza no estaba menos ocupada, pero el agotamiento había podido con él y se había dormido antes que Kyuhyun la noche anterior.
Oyendo ruido al otro lado de la puerta, Siwon finalmente se levantó también y salió de la habitación vistiendo únicamente su pantalón de pijama. Kyuhyun estaba en la cocina, ajetreado ante los fogones, pero se giró al oír los pasos de Siwon.
―No es que yo quiera que te tapes, eres una alegría para la vista, pero ¿no tienes frío? ―lo saludó.
Siwon rió y caminó hacia la cocina.
―Yo siempre estoy caliente cuando estás a mi alrededor ―respondió Siwon dándole un claro doble sentido a sus palabras.
Kyuhyun rió y estiró su cuello para darle al mayor un apasionado beso de buenos días.
―Pon la mesa, va ―le pidió―. Vamos a comer.
―Desayunar, Kyuhyun. Desayunar ―lo corrigió Siwon sacando un par de platos de la alacena junto al horno.
Kyuhyun rodó sus ojos, era una especie de broma suya. Siwon insistía en que al ser la primera comida del día se trataba de un desayuno, pero Kyuhyun mantenía que un desayuno a las dos del mediodía era una comida.
Siwon puso la mesa y comieron. Y después Siwon fregó los platos mientras Kyuhyun se duchaba.
Cuando lo vio salir del cuarto con el uniforme puesto, miró al reloj.
―Son sólo las cuatro ―le advirtió Siwon.
―Lo sé, voy a ir antes a comisaría. Hay algo que quiero comprobar ―le explicó.
―¿De nuestro caso? ―preguntó Siwon levantándose de la alfombra donde estaba haciendo abdominales.
―Sí.
―Voy contigo. Dame cinco minutos.
―Hyung, no hace falta ―trató de detenerlo cuando pasó por delante de él camino a la habitación―. Es temprano aún, puedes quedarte y seguir con tus ejercicios.
Pero Siwon ya no le contestó, pues había cerrado la puerta del baño dónde había entrado con la intención de ducharse.
Media hora después, estaban los dos entrando en comisaría.
Kyuhyun caminó hacia la sala de reuniones y Siwon le siguió de cerca. Cuando el menor empezó a rebuscar en las carpetas de los fallecidos (aparte de la carpeta de archivos del caso en general, cada una de las víctimas tenía una carpeta independiente dónde se detallaban los informes de su investigación individual), Siwon le preguntó:
―¿Qué buscas?
―Quiero ver las pertenencias de las víctimas ―le explicó―. Sé que están en el informe, pero quiero bajar al archivo a buscarlas.
En los informes, se detallaba una lista de las pertenencias que las víctimas llevaban encima en el momento en que las encontraron, también había una fotografía de ellas tomada en la sala de investigación con todos los objetos colocados en una mesa. Ellos ya habían inspeccionado las fotografías con anterioridad. Las víctimas sólo portaban objetos comunes encima. Móvil, cartera, llaves... La mayoría también cargaban con la entrada al club y alguno que otro tenían encima algún recibo o papel inútil.
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A la luz de medianoche
FanfictionCuando a Kyuhyun lo trasladaron a trabajar a la misma comisaría que Siwon, se esperaba que su trabajo y su relación se tambalearan por el cambio, pero nunca se esperó que un ascenso trastocara de tal modo su vida.