Capítulo 3.

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Puse mis maletas encima de la cama y me dediqué el resto de la tarde a guardar la ropa y las cosas que había traído. Eran las 20:34 y como no tenía nada que hacer, decidí ir a molestar un rato al imbécil este, que ahora me daba cuenta de que no sabía ni su nombre. Cuando llegué al salón lo encontré sentado en la mesa de cristal, que estaba apoyada en el gran ventanal, sin camiseta y bebiendo una cerveza mientras dibujaba algo en un cuaderno. Por mucho que lo odiara debía admitir que el chico estaba en muy buena forma y los tatuajes le quedaban mejor aún. Salí de mi trance y me dirijí a la cocina, pavoneándome un poco para que notara mi presencia.

- Eh, tú, ¿tienes algo para comer? - le pregunté a la cosa amorfa que dibujaba.

- Eh, tú, sí, tengo algo para comer. ¿Quieres que cenemos ya o prefieres esperar? - me dijo de la misma manera que yo a él.

- Por mi bien, ¿qué hay? - dije mientras buscaba por la nevera.

- Podemos encargar una pizza, o comida china. Elige tú.

- Mmm... chino.

- Vale, ahora voy a llamar. ¿Quieres que te pida lo mismo que a mí?

- Sí, me parece bien.

Creo que esta ha sido la conversación más larga que he tenido en mi vida sin desesperarme. No suelo ser muy sociable con la gente que no conozco, y menos con un tío como ese. Me tumbé en el sofá y ví que daban "Como conocí a vuestra madre", uno de los pocos programas que me gustan.

A los veinte minutos tocaron a la puerta y el moreno fue a abrir, pagó y puso las bolsas de la comida encima de la mesa.

- Venga, levántate y pon la mesa. Yo de mientras iré sacando la comida de aquí. - Me dijo con tono frío.

- Voy. - Le contesté de la misma manera.

En los primeros cinco minutos de la cena ninguno dirigió palabra al otro, solo hubo contacto visual y esto me ponía nerviosa. Me miraba como si fuese una presa a la que cazar y esto me ponía más nerviosa aún. 

- ¿Como te llamas? Es que ahora que pienso... aún no sé tu nombre. - Me dijo él con un tono suave, diferente del que había usado minutos antes.

- Jane, Jane Steele, ¿y tú?

- Zayn, Zayn Malik. - me contestó con una sonrisa, la cual yo respondí con una simple mueca - Y... ¿qué estudias, Jane?

- Bueno, pues dentro de dos semanas empiezo en la universidad musicoterapia y lo compagino con flauta, piano y dibujo, ¿y tú?

- Yo también empiezo en la universidad, bellas artes.

- Ah... ¿y eso que un tipo como tú le gusta la universidad? - dije levantando una ceja.

- No he dicho que me guste, pero el dibujo me fascina. - Me dijo sonriente.

Hablamos un poco más mientras terminábamos de cenar. Metimos los platos a lavar y, como yo estaba tan cansada del vuelo y de todo ese paripé, me fuí a dormir a mi perfecta habitación.

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