Capítulo 21.

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Jane

Pasaban las horas, los días, las semanas, los meses... Y Edward no volvía. Le llamé para aclarar las cosas, pero el móvil aparecía desactivado. Había intentado localizarlo de mil maneras diferentes, pero nada. Ya he perdido las esperanzas de que lo vuelva a ver alguna vez en mi vida. He llegado a pensar que podría estar muerto, pero espero que eso no sea verdad.

24 de Diciembre. Bradford se cubre por un gran manto blanco de nieve. Las luces de Navidad están encendidas, adornando todas las calles y tiendas de la ciudad. Los niños ya han escrito la carta para Papá Noel y ahora están en sus casas, esperando ansiosos a sus regalos, mientras que yo estoy en mi casa, bebiendo té mientras miro caer los copos de nieve por el gran ventanal del salón. Zayn llegará de trabajar dentro de poco, ya que acaba su turno a las 19:00 y son las 18:56. 

Estoy triste. Bueno, estoy triste desde el día en que Edward me abandonó. No he vuelto a socializar con nadie, solo con la gente a la que he conocido en Bradford. Kate y yo nos hemos hecho mejores amigas desde ese día. Le he contado todas mis penas y mi vida, al igual que a Zayn. Él se ha vuelto muy protector conmigo y me trata como a una princesa. Sin él no sé que haría, la verdad.

- ¡Feliz Navidad, princesa! - odigo desde la puerta. Es Zayn con un regalo entre sus manos.

- ¡Feliz Navidad, pequeña! - dice Liam mientras sale de detrás de Zayn, con otro regalo en sus manos.

- Feliz Navidad, chicos. - les digo con una pequeña sonrisa en mi rostro. 

- ¿Cómo estás, cielo? - me dice Zayn mientras se acerca a mí sonriendo.

- Bien, en lo que cabe de la palabra... Lo sabes. - le digo cabizbaja.

- Eh, no pienses en él. Ya te he dicho mil veces que nadie sabe nada de él. Intenta volver a ser tú por un día. Solo te pido que seas la Jane de la que me "enamoré", por así decirlo, por un día. ¿Lo podrás hacer? - me dice con carita cachorrito.

- Venga... Pero solo hoy, ¿eh? - le digo mirándolo. Asiente. - Bien, entonces... ¿qué vamos a hacer?

- He llamado a Kate para que venga a cenar y Liam también se queda. Supongo que llegará a las ocho o algo así. Por cierto, tengo una cosa para tí.

- Bueno, bueno, luego me la das que ahora me quiero ir a duchar.

- Venga vale... ¡No tardes!

Me fuí a duchar y me vestí rápidamente. Básica. Unos pantalones negros pitillos con un suéter gris de Lacoste y mis Vans blancas. Me puse mis gafas y me até el pelo en una cola alta con mechones sueltos. Cuando estuve lista, pillé el regalo que había comprado hace unos días para Zayn, Liam y Kate y salí de mi habitación. Cuando llegué al salón Kate ya había llegado. Dejé los regalos encima de la mesita de café y fuí a saludarla. Me tiré a sus brazos y le dí un buen beso en la mejilla.

- ¡Ey, ya ni te reconocía! Menos mal que vuelves a ser la Jane de antes, tía... ¿Cómo estás? 

- No preguntes eso cuando ya sabes la respuesta.

- Cierto... Pero bueno. Hoy es Navidad y es época de felicidad, regalos, nieve, frío... ¿Qué más quieres? ¡Lo tienes todo! - me dice con una gran sonrisa en su rostro.

- ¿Que qué más quiero? A Edward... Pero bueno, vayamos a cenar que no quiero acabar llorando.

- Sí, mejor. Ah, y Jane... Yo creo que a Liam le gustas. Intenta algo con él. - me dice mientras me guiña un ojo.

- No seas imbécil, anda. A Liam lo veo como... un amigo sexy y buenorro. Nada más, JAJAJA.

- Ya, ya lo que tú digas...

Cenamos. Yo recuperé mi sonrisa y las ganas de vivir en cero coma. Gracias a estos tres tontos vuelvo a ser yo. No merece la pena hundirse por un tío que te abandonó, aunque fuese la persona a la que más amabas de todo este planeta. Pero hay que ser fuerte.

- ¡Hora de los regalos! - dice Kate mientras da saltitos en el sofá. - Venga, empiezo yo. Este regalo es para Jane. 

Me da una caja y la abro. Dentro hay todo tipo de caramelos, M&M's, películas de Disney, calcetines de ositos, chocolates, pañuelos, pintaúñas, fundas para el móvil y cosas que nos encantan a las chicas. 

El regalo de Zayn era simplemente... perfecto. Era una pulserita de plata con su inicial y una carta en la que decía lo mucho que me quería. Enserio, este chico es genial, lástima que sea como mi hermano y que yo esté enamorada de Edward...

El regalo de Liam también era perfecto. Me había regalado una chaqueta suya, la cual yo llevaba tiempo pidiéndosela. Dentro de un bolsillo de su chaqueta había una especie de librito hecho a mano en el que ponía: "Este es un libro de vales canjeables, solo conmigo." Había vales tipo, "pasar un día con Liam", "hacer un graffiti", "robar en un supermercado", etc. Muy original, la verdad. 

Yo les di sus regalos y estábamos riéndonos mucho, mientras que jugábamos al Scrabble y hacíamos trampas, hasta que sonó el timbre de casa. 

- Ya voy yo, vosotros seguid. - digo yo mientras me levanto.

Me dirijo hacia la puerta y abro con una gran sonrisa en mi rostro.

- Feliz Navidad, Jane. Te he echado mucho de menos.

Imposible.

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