Capítulo 23.

568 36 4
                                    

Necesitaba besarle. Necesitaba sentir el calor de sus labios otra vez, después de tres meses de estar alejada de él, mi amor. Nuestras lenguas se movían en sincronía y nuestras manos vagaban por el cuerpo del otro sin cesar. Cuando nuestros pulmones nos fallaron, pegó su frente a la mía mientras me tiraba su aliento mentolado en mi cara e inundaba mis fosas nasales de su olor. Lo había echado de menos... Mucho.

- Jane, espero que algún día me perdones el gran error que cometí. Sé que solo fue un beso tonto, pero es que no pude contener mi rabia...

- Eh, ya vale Edward. Déjalo ya. Te perdono, ¿vale? - él asintió con una pequeña sonrisa tímida en la cara - ¿Entramos? Tengo frío...

- Claro, pero espera.

De repente, me coje en sus brazos, como a las novias, y entra en casa. Se pone un gorro de Papá Noel que llevaba en su bolsillo y entra en casa con una gran sonrisa.

- ¡Ho, ho, ho! ¡Feliz Navidad, chicos! - dice mientras se dirige hacia Liam, Kate y Zayn, los cuales tenían una cara de sorpresa en su rostro.

- ¡Edward, has vuelto! - dice Kate mientras se dirige a abrazarle. - Eres un completo cabrón, no sabes lo mucho que has hecho sufrir a Jane.

- Eh, que ya me ha bastado con la bronca que me ha hechado Jane, ¿vale? - dice Edward intentando ponerse serio, pero falla en el intento y acaba sonriendo.

- Tío, te echaba de menos joder. - dice Zayn. - Lo siento, ¿sí? No lo tenía que haber hecho.

- Lo sé, pero no importa, dejemos las penas a un lado y disfrutemos, ¡que es Navidad! - dice mientras da saltitos, ¿pero qué coño le pasa a este?

- ¿Pero que coño te pasa a tí? - le dice Liam mientras se ríe.

- Eh, con mi Eddie no se mete ni Dios, ¿te ha quedado claro? - le digo yo levantando una ceja y el dedo índice.

- Cállate, fea. 

- ¡¿QUÉ LE HAS DICHO A MI NOVIA?! - dice Edward mientras se dirige hacia él, pero ocultando una risa.

- Que es fea.

- Ah, bueno, eso ya lo sabía. - dice Edward restándole importancia con la mano.

- ¡Eh, ya vale! - digo yo "enfadada" mientras me dirijo hacia mi habitación para "llorar". Noto que "alguien" me sigue.

Cuando estoy entrando por la puerta, veo que Edward también entra y cierra tras de él. Me giro y le miro esas esmeraldas que tiene por ojos, que son perfectos, sus rizos saliendo del gorro de Papá Noel, que le da un aire infantil pero que la cazadora de cuero negra y sus jeans rasgados le dan un aire de chico malo jodidamente sexy. Ese es mi Edward. Se acerca hacia mí y posa sus manos en mi cintura, tirándome hacia él.

- Hola. - me dice con una sonrisita tímida.

- Hola. - le respondo imitándole.

- ¿Sabes? Estoy enamorado.

Esas palabras me entraron directas hacia el corazón. El pecho me empezó a temblar, pero no sabía si era porque creía que lo decía porque estaba enamorado de mí o es que se había enamorado de alguna chica...

- ¿De-De quién? - le digo bajando la mirada.

- De tí. Siempre lo he estado, incluso desde el día en que te ví en clase. Eres mi droga, Jane. Te amo.

He.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora