Capítulo 22.

593 43 8
                                    

¡Era Edward! Oh mi madre. Creía que lo había superado. Que era yo otra vez y que era fuerte, pero no. Al verlo después de tres meses sin saber nada de él, me volví vulnerable y frágil. Una pequeña lágrima recorrió mi mejilla y Edward la apartó de esta con su pulgar, descansando su mano en mi pómulo derecho. Cerré los ojos al sentir su tacto y toqué su mano. Cálida, tal y como la acordaba. Aún no respondía, me había quedado de piedra ante él. Temía que esto solo fuese un sueño y que en verdad él no estuviese aquí, pero no. No lo era. Era real. Edward estaba aquí.

- Mi pequeña Jane... No llores. Me tienes aquí. - dijo mientras me tiraba hacia él y me rodeaba con sus brazos. -  No sabes cuantísimo te he echado de menos. Dios, fuí un completo imbécil al irme a Méjico...

¿Méjico? Joder. Añoraba tanto estar entre sus brazos... Enserio. Su olor, su pelo, su mirada... Pero me debía explicaciones y yo no me iba a quedar de brazos cruzados después de estar tres meses sin él. Mis sollozos se hicieron más fuertes cuando él besó mi cabeza y movía sus brazos alrededor de mí.

- ¡Jane! ¿Quién e...? - Escuché decir a Zayn mientras se acercaba. Cuando estuvo delante de él se quedó pálido. - Edward... Has vuelto.

- Sí, y lo siento mucho. Me fuí porque no sé, estaba agobiado. Creo que todo iba demasiado bien y en algún momento esa perfección se acabaría y bueno... Cuando os pillé besándoos el mundo se me fue abajo y decidí huir como un cobarde. Creo que os debo una disculpa enorme. 

- ¡¿Una disculpa?! ¿Enserio, Edward? ¿Crees que diciendo cuatro cosas "bonitas" ya lo has arreglado todo? Mira, te diré lo que he hecho en estos tres putos meses. Llorar y volverme una antisocial de mierda por tu puta culpa, ¡¿y ahora me vienes con que nos tienes que pedir perdón? Creo que es algo más que eso lo que tienes que hacer. - se quedó callado y bajó la vista. No me iba a callar. No ahora - Edward, exageraste. Fue solo un puto beso causado por las drogas y el alcohol. ¿Crees que si estuviese consciente hubiera besado a Zayn? - no contestaba - Eres un puto cobarde, eso es lo que eres. Quieres dar una imagen de tío duro que no tiene problemas y ni siquiera confías en mí. Tu novia, o almenos era tu novia, porque ahora no sé que pensar de tí, la verdad.

- Dios Jane, perdóname. Creo que estoy lo suficientemente cabreado conmigo mismo como para que vengas tú a chillarme todo lo que ya sé. soy un imbécil, mamón, gilipollas, todo lo que tú quieras, pero por favor, perdóname. Solo te pido una cosa, Jane. No cortes conmigo, por lo que más quieras. - yo no respondía. Estaba lo suficientemente cabreada con él como para dirigirle la palabra - Jane, yo... Yo... Te... Te amo, Jane.

Felicidad, melancolía, sorpresa... Millones de emociones se apoderaron de mí, pero como me quedé tan sorprendida de escuchar eso saliendo de sus labios, no pude articular ni una palabra. Me quedé estática, y seguramente roja.

- Jane, dios, no me asustes. Di algo. - decía Edward pálido mientras me acriciaba la cara. Sentía su respiración en mi rostro, ya que estábamos a menos de un palmo.

- Que estás tardando en besarme, imbécil.

He.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora