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— ¡YoonGi! Ya estoy en casa. — grité mientras dejaba las llaves en la mesa. — ¿Dónde estará este idiota?

— ¡Vale! Tienes la comida en la mesa. Mamá llegará más tarde hoy, tiene trabajo extra.

— Ah, bueno vale.

Yoongi ya había comido, él llegaba más pronto del instituto porque hacía bachillerato (humanístico, exactamente), yo en cambio aún estaba haciendo cuarto.

Cuando acabé de comer, me acerqué a Yoongi y le acaricié el pelo, y luego la cicatriz que iba de su ojo derecho a su pómulo.

Sé que yo era la pequeña, y en teoría suelen ser los hermanos grandes que miman a los pequeños. Pero, desde que ocurrió el incidente, nunca ha vuelto a ser igual. Sonríe, pero ya no tanto como antes. Nada es igual.

›› Yo estaba en mi habitación tranquila. Escuchando música y mirando vídeos random por internet, cuando entró Yoongi y empecé a oírlo gritar con mis padres. No sabía de qué hablaban pero muchas veces discutían así que no me extrañó. Después, entró a mi habitación (que compartimos) y como estaba mirando la pantalla no me fijé en él. Entonces me giré para saludarle y me encontré a mi hermano con una gasa ensangrentada en el ojo.

—Joder.

— Preferiría que no preguntases. —Le oí.
—¿Qué ha pasado?

Bufó.

—Nada.

—Ah, claro. —dije sarcástica. —Puedes decírmelo. Tranquilo.

Suspiró.

—Me he caído. ‹‹

Decidí no preguntar más. No quería agobiarle. Desde entonces, no volvimos a hablar del tema. Sólo una vez más. 

acid ૢ bangtanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora