Sorry sorry x no actualizar seguido pero ya falta poco para que acabe la historia ,esperó q les este gustando.
Nunca lo había pasado tan bien y si lo había hecho, no podía recordarlo.
Minho recordó a las dos personas que se habían convertido en su
revelación personal, mostrándole lo que quería de la vida. Algo que había ignorado hasta ese momento.Ya no deseaba ir de una cama a otra, quería algo diferente. Tenía ciertos temores, no estaba acostumbrado a relaciones y
podría aburrirse fácilmente, quizá no al principio pero sí con el tiempo.No podía dañar a Yoogeun.
Si tenía una relación con Kibum, cosa que deseaba más que nada en el mundo, tendría que dejar claro que el niño era otra cuestión y que por mal que salieran las cosas, él podría seguir visitándolo.
No había garantías en el amor, los matrimonios se rompían y también
las parejas, pero un padre y su hijo siempre debían estar unidos. Yoogeun no era era su hijo biológico, pero decidió que quería ser esa constante en su vida,
un pilar al que aferrarse. Dios sabía que el niño lo necesitaba y él también.Un descubrimiento reciente pero inquietante.
Anti-niños. Así lo habían llamado un millar de veces, incluso él
mismo y ahora se encontraba ansiando la relación con una de esas diminutas criaturas que olían a cielo y que necesitaban protección y amor.No podían sobrevivir sin ti, te necesitaban.
Nunca nadie lo había necesitado tanto, no era algo en lo que quisiera
fallar. El timbre sonó y se apresuró a contestar, cuando abrió la puerta,
apenas podía creer lo que veían sus ojos.-Kibum.
Tenía los ojos muy rojos e hinchados, como si hubiera estado
llorando. Lo miró como si estuviera solo en el mundo y solo anhelara
tenerlo cerca para sentirlo a salvo.Nunca había tenido madera de héroe, pero por algún extraño motivo,un sentimiento de fuerza y protección se incendió en su interior.
-Pasa, por favor -lo invitó casi ansioso. Tenerlo en su casa, incluso aunque no pudiera haber nada entre los dos, lo hacía sentirse completo y
bien-. ¿Ha pasado algo?-No sé por qué estoy aquí -contestó algo aturdido, quitándose el abrigo.
Tenía las manos tan rojas que apenas si podía desabrochar los
botones de la prenda, así que lo ayudó.-Eres bienvenido. Te prepararé un chocolate, para que entres en
calor.-Pensé que no te gustaba -dijo Kibum con aquellos ojos brillantes por las lágrimas que aún no había derramado. Su gesto era casi infantil. Nunca le había parecido atractivo eso, pero esta estaba cambiando rápidamente sus esquemas.
-Me gusta, además tenía la esperanza de traerte aquí.
-Para tener sexo.
-Sí -aceptó. No tenía ningún sentido negar la realidad.
-Deberíamos acostarnos y acabar con esto de una vez. Perderás el
interés y yo podré reencontrarme conmigo mismo.Parecía perdido cuando dijo aquellas palabras y eso no era lo que quería. No tomaría a alguien presa de la resignación, además, se sintió ofendido con aquellas palabras.
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Un beso bajo el muérdago- (MINKEY)
Fiksi PenggemarKim kibum no tenía ni idea de qué hacer cuando se encontró en medio de la fiesta de Navidad de su empresa junto a su jefe, el irresistible e insensible Choi Minho, en un una situación ¡de crisis! ¡Crisis de placer! Con las voces de todos sus emplead...