Todos nos encontrábamos en el comedor de la Caravana con el gigantesco mapa de Estados Unidos extendido sobre la mesa. Todos, menos Jafet. Al parecer, el chico se había internado en el bosque y no había vuelto a aparecer desde entonces. Mientras tanto, Alex, Vanessa y yo; habíamos despertado a todos y comenzado a preparar nuestro próximo movimiento mientras Austin preparaba unos sándwiches para comer. Todos se veían mucho menos animados que de costumbre, a todos nos estaba afectando la muerte de Janet, aunque tratábamos de sobrellevarlo.
-Podemos ir a este pequeño pueblo-apuntó Halston con el dedo.
- ¿Buitenville? No, esta al norte. Deberíamos ir el sur, hacia casa-observé.
-Vayamos a Nueva York –sugirió Sam.
- ¿Nueva York? No, Nueva York siempre suele ser objeto de invasiones alienígenas, batallas míticas, atentados de supervillanos, guerras entre mafias; o ataques de gorilas, salamandras y de malvaviscos gigantes. ¡No iremos a la cuna de la destrucción en la ciencia ficción, cuando esta deja de ser ficción! –se quejó Alex.
-Un pueblo pequeño es mejor opción, entonces –contempló Vanessa con los ojos en blanco- En caso de ataque o infección, la reducida población sería un factor que podría ayudar un poco.
-Preferible enfrentarse contra los dos mil habitantes de algún poblado a contra los ocho millones de una gran ciudad-analicé- No suena tan mal.
-Me gusta –concordó Alex.
-Un pueblo alejado de grandes caminos, así difícilmente migraran allí los Errantes –dijo Halston.
-Uno al sur y no muy lejano, no tenemos suficiente combustible-lamentó Alex.
- ¿Qué? –estalló Sam- ¿Por qué no nos dijiste eso antes?
-No quería preocuparlos-se defendió- Pero no se preocupen, hay suficiente para llegar a uno de esos pueblos, allí necesitaremos conseguir más u otro vehículo.
- ¿Robar otro vehículo? No gracias, con esta Caravana ya me siento demasiado sucia-negó Vanessa.
Busqué en el mapa.
-Aquí-señalé-A una hora y media aproximadamente...Schutzville...no suena mal, pequeño...pero lo suficientemente grande para tener una gasolinera.
-Me parece perfecto-mencionó Alex-Vámonos en cuanto antes y llegaremos antes del anochecer, ya hemos perdido más de medio día.
Todos asintieron y se alejaron de la mesa preparados para tomar sus puestos. Observé a mi alrededor confundido.
-Esperen-los detuve-No podemos irnos.
- ¿Por qué no? –preguntó Sam.
- ¿Qué hay de Jafet? –miré a todos.
Alex miró al suelo.
-Cierto...habrá que esperarlo.
-El tiempo es oro-recordó Sam-Ni siquiera sabemos si volverá.
-Claro que volverá-dije-Tienen que hacerlo, simplemente está muy...afectado. Necesita tiempo.
-Todos estamos afectados, y aquí estamos, en vez de escaparse entre los árboles-se enfadó Sam, su cuerpo le temblaba demasiado.
- ¿Y si en lo que esperamos vienen esas cosas? –preguntó Halston- No estoy diciendo que lo abandonemos, pero esperarlo puede ser peligroso.
Austin se volteó con la sartén en manos.
-Es horrible decirlo, pero tiene razón.
Me mostré confundido. ¿Cómo podían hablar de abandonar a Jafet en ese momento?
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Pandemia
Science FictionUn viaje de intercambio: conocer nuevas personas, visitar nuevos lugares, aprender una nueva cultura. Suena genial, ¿no? Pues dejó de serlo para nosotros cuando el mundo se vino abajo. Las grandes ciudades fueron infestadas, la anarquía reinaba las...