Bajamos del vehículo con una linterna en la mano, la luz que proporcionaban los rayos del cielo y los faros de la Caravana no serían suficientes para explorar. Hacía frío allí fuera sin la calefacción, sin embargo, ya era tolerable. Aún llovía, aunque no de forma tan violenta como en un principio. Se escuchaba el aullido del viento y como este arrastraba todo tipo de objetos.
Encendí la linterna y pude ver mejor a nuestro alrededor. Todas las altas paredes de madera estaban ocultas detrás de montones de paja y cajas de madera. Había unas cuantas herramientas por el lugar. Al fondo miré una vieja escalera que llevaba a unas plataformas improvisadas en las vigas del techo, también repletas de paja.
- Esto es...tan aburrido –mencionó Vanessa decepcionada.
Reí.
- Tienes razón –mencioné- Pero a menos que tengas una idea mejor...espera, ¿A dónde vas?
Su mirada permanecía fija en un rincón del lugar, avanzaba lentamente sin apartar la vista del montón de paja. La seguí confundido apuntando la linterna para ver mejor, cuando estuvimos a unos centímetros lo entendí. Un escalofrío me recorrió el cuerpo y no fue por la tormenta, sentí una presión que se ejercía sobre mis hombros y cuello. Miré alterado a mi alrededor para comprobar que al menos los montones de paja de ese lado del granero...no eran de paja.
- No puede ser –dijo sorprendida- ¿Acaso es...?
- ¡Jafet! –lo llamé sin dudarlo.
Justo como temía, pero sabía que sucedería, llegó Jafet acompañado. Aunque he de admitir que agradecí que solo eran Alex y Austin. Los tres llegaron rápidamente con expresiones llenas de confusión y haciendo un montón de preguntas. Se callaron de pronto.
- No soy granjero, ¿pero no se supone que la paja debería ser un tanto amarilla? –rompió el silencio Alex- Ese verde no me gusta.
- No creo que sea paja –mencioné.
Jafet se acercó interesado. Estiró su mano y tomó un poco de la hierba en sus manos. Era verde y con un aspecto seco, la trituró un poco en sus dedos antes de olerla con lentitud para luego llevarse un poco a la boca y comenzar a masticarla.
- Esta claro lo que tenemos aquí –soltó Austin- Orégano.
- Esto no es orégano –dijo Jafet masticando- Es cannabis.
- ¿La empresa de tecnología y no sé qué mierda?
- Cannabis, no Kanabe –corrigió Vanessa.
- ¿Seguro que no es orégano? –insistió el rubio.
- No, es marihuana. Y de la buena –mencionó antes de escupir al suelo lo que le quedaba en la boca.
- Esta por todas partes –mencionó Alex sorprendido.
- Claramente nos refugiamos en la Granja de unos narcotraficantes –concluyó Vanessa.
- O agricultores, por lo menos –susurró Austin mirando a su alrededor.
Todos miramos el granero, definitivamente estaba en todas partes. Algo no andaba bien allí.
- Hay que irnos...ahora –soltó Vanessa preocupada.
- No, no podemos irnos aún...sigue la tormenta y tendremos que recargar combustible –negó Alex.
- Lamento admitirlo, pero tiene razón –Austin hizo una mueca.
Jafet asintió:
- No creo que los dueños del lugar sigan aquí...
- ¿Y si lo hacen? –pregunté.
ESTÁS LEYENDO
Pandemia
Science FictionUn viaje de intercambio: conocer nuevas personas, visitar nuevos lugares, aprender una nueva cultura. Suena genial, ¿no? Pues dejó de serlo para nosotros cuando el mundo se vino abajo. Las grandes ciudades fueron infestadas, la anarquía reinaba las...