- Por enésima vez, gracias –insistió Jason- Si algo le pasa al chicosu padre me mata ¡No literalmente! Pero me mata.
Jafet y yo nos encontrábamos al otro lado del campamento mientras trasladaban a Diego a una de las tiendas para que pudiera descansar. Jafet estaba exhausto, pero Jason se encontraba en peor estado. El hombre se encontraba empapado de sudor y con los ojos llenos de preocupación.
- ¿Es hijo de Ed?
- La única familia que le queda, gracias de nuevo. Se suponía que no vendría con nosotros, pero se fugó. Cuando lo descubrimos, ya era demasiado tarde para volver.
No entendía como el chico había preferido salir a lo desconocido cuando podía quedarse en un bien fortificado refugio con todas las comodidades., y con su padre, además.
- ¿Podrá moverse, doc? –preguntó Jason nervioso.
- No me llame así. Debería guardar reposo, aunque pueden moverlo en camilla. Yo esperaría al menos hasta mañana, con los antibióticos que le dieron bastará por el momento, pero necesitará más –respondió Jafet.
- Bien, pero ese será un problema para mañana- Jason hizo una mueca- Ustedes no vendrán con nosotros, ¿o sí? Nos vendría bien un doctor.
- Debemos llegar a Newbury Place –respondí- No podemos volver con ustedes cuando llevamos días andando. Nuestro hogar nos espera.
- Lo entiendo –Jason miró al cielo- Bien, iré a ver al chico. Gracias, de nuevo.
Jason se alejó caminando directo a la tienda dónde estaban metiendo a Diego, mientras Allan se acercaba.
- No nos iremos hoy, ¿o sí? –preguntó el chico.
- ¿Tu qué opinas? –me miró.
- Tenemos que llegar lo antes posible, pero aquícon ellos, me siento bien. Como no me sentía en mucho tiempo, me siento seguro.
- Partiremos mañana, que nos den alimento y armas; y nos vamos. Si estamos en Arkansas como dice, solo nos queda atravesar Texas. Si conseguimos mañana temprano un auto, podríamos estar en casa para la noche.
El solo oírlo pronunciar esas palabras, me reconfortó. Estábamos realmente cerca.
-Bieneh, Jason nos ofreció asilo en la Soledad –empezó.
- Se irán con él –adiviné.
- Eric y Ellen, sí o eso creo. Aún no le digo nada a Rawvanna, pero estoy muy seguro de que querrá seguir con ustedes. Yo me quedo con ella, los acompañaremos hasta Strawberry Garden...
- Newbury Place –lo corregí.
- Si, eso.
- No tiene que venir –respondió Jafet- Es decir, son bienvenidos; pero entendemos si deciden irse con ellos. Son más, tienen armas, comida y un refugio. Nosotros ni si quiera estamos seguros de lo que encontraremos en casa.
- Inicié este viaje, voy a terminarlo –se comprometió Allan.
- Graciascreo.
El resto de los chicos se acercó a nosotros, a excepción de los dos desertores que seguramente, estaban haciendo arreglos a su partida. Todos se veían sumamente cansados, no solo por la batalla sino por todo por lo que habíamos pasado desde Canadá.
- Uno de los Jason nos dijo que no muy lejos de aquí, antes de encontrarse con nosotros vieron un paradero funcional en la carretera. Ahí podríamos conseguir transporte –informó Rawvanna.
- Espera, ¿dijiste funcional? –pregunté sorprendido.
- Eso mismo dije yo –murmuró Austin.
- Suena difícil de creer, pero parece que hay una tienda de autoservicio y un viejo restaurante que aún atienden la gasolinera.
- ¿Cómo esperan que consigamos transporte? –preguntó Jafet- Es decir, ¿lo robaremos?
- Lo compraremos –sonrió Vanessa.
- ¿Es un chiste? –estaba confundido.
-Una broma punk –murmuró Austin.
- Fue idea de Vanessa –Rawvanna le dio el crédito.
Todos permanecimos en silencio observando a la chica.
- Bien, el dólar, ya no tiene valor. Hablando de economía, desde que inició todo, la bolsa cayó ybueno, hay una crisis económica global. El dólar ya no tiene valor, me dicen los de la Soledad, que ahora hemos vuelto al trueque.
- No tenemos nada para cambiar –revelé.
- Podríamos darle al mono –sugirió Austin entre risas.
Halston le soltó una patada.
- Vuelve a sugerir dar a Darwin en trueque y te saco los ojos.
- Me refería a Alex
Alex le soltó una patada.
- Ya basta –los regañó Sam- Vanessa, continúa por favor.
- Bueno, ¿Jafet no tomaste droga del rancho de Cranston?
- Bueno, sí, pero.
- ¿Cuánta?
Todos miramos al chico.
- Desde que perdimos la Caravana no me queda mucho, para unos cuantos cigarrillos más
- ¿Cuánta?
- No sé, ¿unos diez? ¿Quince tal vez?
Vanessa sonrió.
- Me dijeron que como hay escases allá afuera, todo vale demasiado. Un solo cepillo de dientes, da para
- Ve al grano –pidió Austin.
- Con tu droga, y los medicamentos que conservamos; podríamos comprar un auto viejo o al menos un aventón al pueblo cercano.
- Puessuena buena ideacreo –mencioné.
- No importa si es buena o mala, es una idea y la única que tenemos –se apresuró Halston.
- ¿Tu qué opinas? – miré a Jafet, y todos esperamos su respuesta.
-Puesno lo sé, supongo que esta bien buscaremos el paradero del que nos habló Jason y conseguiremos transporte, es mejor que acompañar a Jason al pueblo más cercanoperderíamos días- comenzó a fumar- No sé, no me vean a mí, estoy en proceso de drogarme. ¿Por qué tengo que ser yo el líder?
- Porque eres el mayor –explicó Austin- Además recién demostraste que tu cigarrillo no es ningún impedimento
-Cigarro que de hecho es el último –lo condicionó Sam.
-No lo creo aún me quedan varios, además el mayor es Alan –mencionó Jafet- ¿No? ¿Cuántos años tienes?
- El último, dije –repitió Sam- Los necesitaremos si queremos conseguir algo mañana.
- ¿Yo? 19 –admitió el rubio.
- ¿Lo ven?, un año mayor. Hablando de años, se acerca un cumpleaños, pero no estoy seguro de quien. Con el apocalipsis apenas se en que día vivo, es como estar de vacaciones–nos analizó atentamente.
- No evadas el tema
Todos nos miramos entre nosotros. Automáticamente comencé a recordar las fechas de cumpleaños de mis amigos mientras visualizaba sus rostros.
- No mames –solté.
- Así es –sonrió Jafet- Eureka.
- Mi cumpleaños es mañana.
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Pandemia
Science FictionUn viaje de intercambio: conocer nuevas personas, visitar nuevos lugares, aprender una nueva cultura. Suena genial, ¿no? Pues dejó de serlo para nosotros cuando el mundo se vino abajo. Las grandes ciudades fueron infestadas, la anarquía reinaba las...