--¿Señorita Jennifer?—dijo una voz ronca. Jennifer alzó la vista y sonrió. Era el viejo jardinero. Un hombre robusto, tez morena, lentes oscuros y una gran cabellera plateadaEl rostro del señor estaba iluminado. Sabía lo dulce que Jennifer podría llegar a ser. Jennifer movió su mano del buzon de los Miller para estrechar su mano.
--Buenas tardes, Señor Lason.—dijo ella cálidamente.
—Hace mucho que no la veo, señorita Jennifer.—observa.--¿Viene a ver al Señor Miller?—Jennifer asintió.—Bueno, pues pase, ya sabe que usted siempre es bienvenida, señorita.
--Gracias—dijo Jennifer y entró a la mansión. Llevaba un brazo ocupado, con las compras que había hecho. "No las va a aceptar", pensó Jennifer. Pasó por el gran jardín lleno de rosas, y tocó el timbre de la gran casa. En menos de un minuto, la ama de llaves abrió la puerta. Su rostro mostró sorpresa, pero también se le iluminó al verla. Jennifer sonrió.
--¡Señorita Jennifer!—dijo, con una sonrisa, llevándose una mano a la boca.-- ¡Tanto tiempo sin verle!
--Oh, si. He estado trabajando a tiempo completo... y, esto... no me había quedado tiempo...-- recordó a lo que venía.—Oye, ¿Esta el señor Miller?
--Claro, tesoro. Hace poco dijo que no quería visitas, pero creo que hará una excepción contigo.
--Bien...--dijo Jennifer mientras entraba en la casa.--Traje víveres.—dijo. La mucama se rió como si le estuvieran diciendo una broma.
--Cariño, sabes que el Señor no te aceptará eso. Lo has comprado de valde.
--No si tú lo tomas sin que él se dé cuenta.—dice arqueando una ceja. La mucama, la señora Sullivan, tomó las bolsas, con cuidado.
--Si el se entera, te mato.—susurró y lo tomó. Jennifer soltó una risita. La señora Sullivan se dirigió a la cocina con la bolsa de compras.–El señor Miller esta en la terraza, ya sabes que hace...--dijo y su voz se fue perdiendo de a poco.
Jennifer respiró porfundamente. Se dirigió a las escaleras de roble macizo que estaban pegadas a una pared de piedras. Cuando llegó a la segunda planta, se encontró con una pasillo de cuatro habitaciones inmensas, dos a cada lado. Un recuerdo invadió la mente de Jennifer.
Ella tenía dieciséis años. Ella tenía la habitación de la derecha y Miller tenía la habitación que estaba a su lado. Ambos peleaban con las almohadas en el pasillo. De repente, Miller sacó un arma de juguetes con dardos y empezó a dispararle a Jennifer. Jennifer se hacía su fuerte de almohadas. Miller disparó una vez a Jennifer, y la segunda, rebotó en la pared, y luego en el rostro de Miller.
Jennifer sintió una punzada de dolor. Esto parecía un déjà vu, pero no lo era, en realidad pasó.
Jennifer siguió caminando, hasta el final del pasillo, viendo retratos de la familia Miller. Luego, vió una foto de Justin Miller que nunca había visto: Justin, de niño, abrazando a su madre, Alice Miller, quien murió cuando él tenía doce años. Ella era una mujer cariñosa, afable y muy sociable. El cáncer, había acabado con ella, y con ella, el espíritu jovial de Miller y su padre, habían muerto.
El padre de Miller, Jason Miller, era un hombre de negocios internacionales, pero, desde la muerte de Miller en El Salvador, no salía mucho. Justin y Alice Miller eran los únicos que el tenía en su vida... ahora, le tocaba enfrentarlo todo...solo.
Jennifer caminó mas, hasta llegar a la terraza, que estaba al final del pasillo, allí, encontró a un hombre triste, sentado en la vieja silla mecedora de Alice, con una copa, la cual contenía una exagerada cantidad de vino. El hombre miraba al jardín. Sin voltear a ver hacia atrás, el hombre astuto sonrió sin ganas y susurró:
--Hola, maîtresse. No esperaba tu visita. Hace mucho me cansé de esperar...--iba subiendo cada vez mas la voz.—Te he dicho un millón de veces que siempre te devolveré tus viveres, y te los llevarás devuelta, denuevo.—dijo con un deje de amargura.
Jennifer solo sonrió con dulzura. "Este es el gruñón que conozco", pensó. Sacudió la cabeza, divertida. Recordó que desde lo de Miller, ni el ni ella se volvieron a sentir igual. Ambos sabían que la culpa era de Jennifer, por pedirle a Miller que salieran aquel atardecer. Pero para el señor Miller, "Ese muchacho siempre andaba en nitro." Jennifer nunca se perdonó, ni se perdonaría aquello que había pasado en el puente Lempa...
TO BE CONTINUED
Vane
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"Parte De Mi" (Editando)
Teen FictionEl padre de Josh Hutcherson, murió en un tragico accidente, dejando su gran empresa y a su enferma esposa con un avanzado embarazo, a cuidados de su hijo mayor, Josh, un abogado importante en la empresa de su padre. Pasan pruebas, y la salud de su m...