Josh había estado en su habitación desde que se fue Jennifer. Ya no sabía que hacer. No importaba cuanto se esforzara por ganar el corazón de Jennifer, esta parecía no percatarse de ni un movimiento de afecto de el hacía ella. ¿Por qué de repente había decidido dejar de ser un mujeriego? Si Jennifer nunca le haría caso, no parecía tener sentido el seguirle hablando.
El joven se levató de su cama y se pasó las manos por el pelo sin saber que hacer. ¿Desde cuando se preocupaba por alguien que no fuese su familia, o, mejor dicho, el mismo? En un arranca de decepcion, ira y capricho, tomó su teléfono y tecleó las siguientes palabras en los mensajes:
Talvez tengas razón. Hace mucho que no hablamos.
Presionó el botón de "Enviar" y el mensaje cayó en la bandeja de entrada de su receptor. Josh lanzó el teléfono a la cama y fue a buscar ropa limpia en su ropero. Unos breves instantes después, su teléfono vibro. Un mensaje nuevo:
¿Enserio? Pasaré por ti a las ocho, como te dije, para que no se te ocurra dejarme plantada, te conozco.
Tu nena, Claudia.
Josh sacó un risa burlona al leer "tu nena". A veces le era infiel a Claudia, eso no lo negaba, pero ella no se enojaba con él, pues ella le pagaba con la misma moneda. Solo respondió con un "Okay" al mensaje de Claudia, y decidió ir a darse una ducha...
Mientras tanto, Jennifer se encontraba en otro rollo diferente.
--Me...alegro de verlo, Señor Miller.—dijo Jennifer en voz baja. Caminó un poco mas, y se sentó en una silla de madera que estaba cerca de el Señor Miller, de modo que pudiese verle la cara. Hombros caídos, piel blanca, unos ojos azules muy gastados y caídos, por el cansancio quizás, unas cuantas canas en su sien, las cuales se unían con el pelo rubio que cubría el resto de la cabeza. El Señor Miller decidió dedicarle por primera vez una mirada a la chica, quien lo observaba muy quietamente.
--Pues yo me asombro de verte a ti, querida.—musitó Jason Miller.
--¿A si? ¿Por qué lo dice?
Jason Miller tomo un rollo de un papel gris que estaba en la mesita de al otro lado de su silla. Jennifer no había reparado bien en ese papel: Era un periódico, y no uno cualquiera, si no un periódico Salvadoreño. Los ojos metálicos de Jennifer no dejaron de aferrarse a el periódico, hasta que Jason se lo tendió. Con unas manos temblorosas, lo tomó. Había sido tan egoísta, que ni siquiera se había vuelto a fijar en las noticias de su país, al cual ella le dio la espalda. ¿Cómo lo consiguió el Señor Miller? Ella miró al Señor Miller. El pareció leerle la mente, porque se defendió al tenderle el periódico.
--He enviado a Sturgis a unos negocios a El Salvador, y llegó hoy con un peculiar anuncio de la prensa Salvadoreña. Deberas es pura coincidencia que tu hayas decidido aparecer hoy.
--¿A que te refieres con "peculiar"?—Preguntó ignorando el ultimo comentario
--Solo lee el periódico—gruñó.
Jennifer observó la primera hoja, y leyó el titular.
Investigan a Roberto Lawrence por sospechas de corrupción.
--¿Qué demonios es esto?—Espetó al leerlo.
--Lo mismo me dije yo—Murmuró Miller con una amarga sonrisa, agregando mas vino a su copa. Jennifer lo ignoró y leyó el resto.
Se ha visto al Alcalde de la ciudad de San Miguel integrándose con miembros de maras, según testigos. Se sospecha de que haga hundir a San Miguel después de haberlo elevado tanto, influenciado por delincuentes. La Corte Suprema de Justicia ya está en el caso. Al parecer, su " desaparecida" hija, Jennifer Lawrence, no ha mostrado el menor interés en estos casos, contrastando con sus antiguos trabajos beneficiarios. Mas de esto en la pagina 15.
--Dios mío...-- murmuró. Luego, volteó a ver a el Señor Miller. –El no esta integrado en eso. Lo conozco bien. Mi padre no es un corrupto.
--Lo sé. Pero más quería que te fijaras en lo que dicen de ti.
--¿Y a quien puerca le importa lo que dicen de mi?—preguntó. Miller no le contestó hasta beberse toda la copa de un solo trago.
--A muchos salvadoreños. ¿No te das cuenta? La nación entera esperaba que tu los ayudases, ya sabes. Tu les proveías atención y cuidados, en especial a las mujeres y niños. ¿Qué habrán estado pensando ahora que su benefactor desapareció a los Estados Unidos y no tienen quien defiendan sus derechos?—Se detuvo un momento.-- Tus discursos les daban mucho aliento, por lo que vi... y por lo que me contaba el chico. —Dijo refiriéndose a Justin.
Sus palabras dieron el efecto deseado. Jennifer se recostó en la silla.
--Sabes que no puedo regresar alla.
Los ojos de el Señor Miller brillaron extrañamente, con una mezcla de ira y algo mas.
--¿Qué no puedes? ¡Puedes pero no quieres! Deberás creí que eras valiente, Jennifer.—Jennifer se paró de golpe, con sus puños apretados.
--¿Acaso me estas diciendo cobarde? ¡No tienes idea lo que he sufrido!—gritó. El Señor Miller esbozó una sonrisa amarga y burlona, y dijo con parsimonia, como arrastrando las palabras:
--Tu solo perdiste a tu prometido. Yo perdí una esposa, y un hijo...lo único que me quedaba. –A Jennifer se le encogió el corazón al recordarlo.—Yo vivo en la casa que ella misma diseñó... ¿Has intentado tu salir siquiera con alguien? Apostaría mi cuello a que no has tenido mas de dos citas en estos casi cinco años.
--Yo...Yo... ¡Sabes que me es difícil olvidar!
--¿Cuatro años, Jennifer? ¿Enserio? ¡Has abandonado a tu gente solo por alguien que no regresará! – le gritó con furia. -- ¡No eres capaz de salir con alguien siquiera por una vez!
Jennifer ansiaba ganar esa pelea...lo ansiaba...y recordó...
--¡Si tengo una cita!
--¿A si?—El Señor Miller ya se había levantado de su asiento.-- ¿Existe esa persona?
--¡Cállate!—gritó. Miller sonrió con satisfacción. – Te juro por ti de que saldré con alguien esta semana. ¡Y no te importa quién sea!—Jennifer caminó hacia la salida. --¡Espero que tengas una larga y amargada vida! Ay, no... ¡Ya la tienes!—dijo y se fue de la terraza.
Mientras Miller la veía salir al jardín -rígida y con sus puños cerrados-, subirse al auto y alejarse, Jason Miller solo se puso a reír, y después de mucho tiempo, reírse con ganas.
--Esta es la única manera de hacerla razonar. —se dijo entre risas. Miró su reloj: eran las ocho y media.
Jennifer manejaba furiosamente, con las manos pegadas al volante. De repente, su estomago rugió de nuevo. Justo en el momento en el que su estomago chilló, ella vió un restaurante...solo pensar en la comida, le hacía traer un buen humor de nuevo. Aparcó el coche de los Hutcherson, en el parqueo en el cual solo habían cuatro coches más.
Se puso su abrigo y entró en el pintoresco lugar. Las mesas eran de madera, las sillas iguales, con manteles a cuadros rojos. Jennifer observó una barra: "bebidas", pensó. Caminó hacia la barra, hasta que observó que en un extremo de la barra, había una pareja hablando, muy enfrascados en la conversación como para fijarse en Jennifer, o por lo menos, asi parecía la chica. La chica tenía un cabello castaño y ojos cafes, y parecía encantada, pero molesta, al estar con el joven. No fue hasta que se fijó en el chico...
No era ni más ni menos que Josh Hutcherson.
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Hola a todos y todas! Se que probablemente quieran matarme por no estar publicando mas seguido (!Casi mas de un mes sin publicar!) Porfa, perdónenme por no haber escrito ni contestado algunos de los comentarios, se que muchos de ustedes son geniales.
Pueda que a algunos no les importe, pero en realidad no he escrito por problemas tanto físicos como mentales. Espero comprendan y reciben los miles de besos que ahora mismo les estoy enviando!
Comenten y Voten! Si les gusta, comenten, si no, comenten y nos peleamos ;) (Es broma)
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"Parte De Mi" (Editando)
Teen FictionEl padre de Josh Hutcherson, murió en un tragico accidente, dejando su gran empresa y a su enferma esposa con un avanzado embarazo, a cuidados de su hijo mayor, Josh, un abogado importante en la empresa de su padre. Pasan pruebas, y la salud de su m...