Capítulo 27 : Las Vegas.

25 1 0
                                    

Por la mañana nos reunimos con Carmen,  que ya se había despedido de su marido e hijas. Nick nos llevó al aeropuerto, y una vez allí, se despidió y marchó hacia casa de Carmen, donde se reuniría con Ian para preparar los últimos detalles de lo que serían unas mini-vacaciones de hombres.

Nick :  ¿Están bien mis dos embarazadas?

Carmen : Perfectas.

Yo : Todo estará bien, tranquilo.

Nick : (acercándose a mi tripa) Cuida de mamá mientras yo no esté, te quiero. (besa con ternura el vientre)

Miró hacia mí y sonrió, se reincorporó y me besó con dulzura, pude notar una vez más esos labios tensos y suaves, húmedos y firmes; esos besos que me hacían perder la razón.

Se acercó a Carmen, tocó su tripa y le lanzó un beso.

Se despidió de nosotras.En ese momento sentí que una parte de mí se había ido, sentí una especie de hueco. Pero ese hueco, lo estaba llenando una amiga de la adolescencia, alguien en quien sabía que podía confiar ,porque pasase lo que pasase, estaría a mi lado.

Las horas de viaje se hicieron amenas, tuvimos una conversación fluida a cerca de nuestros maridos, sus hijas y nuestro embarazo.

Teníamos la esperanza de dar a luz en la misma fecha, no era probable, pero era posible.

Al llegar a Las Vegas alucinamos, era como una película.

Dejamos las maletas en la habitación y conocimos el lugar.

Nuestros días allí se podían resumir brevemente :

Nos levantábamos, desayunábamos, nos arreglábamos, íbamos a dar un paseo y a la piscina, comentábamos lo que sentíamos al meternos, al fin y al cabo,los bebés al sentir el agua y el sol, tenían sobredosis de euforia. Salíamos a comer, nos echábamos la siesta, dábamos otra vuelta, llamábamos a nuestra familia, nos metíamos en el jacuzzi, íbamos a darnos un masaje relajante, cenábamos, dábamos una vuelta por el casino para ver el ambiente,y volvíamos a la cama.

Para muchos podría parecer la vida de un jubilado, pero era una vida perfecta.

Cada semana venía un doctor a verme, el embarazo iba bastante bien, y según decía el médico, el bebé había bajado de la zona crítica, ahora estábamos más seguros, tanto él como yo. Ahora estaba próximo al útero, y aunque fuese de riesgo, había más probabilidades de que saliese bien.

Yo :  ¡Nena!

Carmen :  (desde la ducha) ¿Qué? ¿Estás bien? ¿Te duele algo?

Yo :  Sí, perfectamente, es sólo que me ha dicho el doctor que el bebé está mejor, que habrá sido la relajación y las posturas,o lo que sea pero que ha bajado y que hay menos riesgo.

Carmen :  Me alegro mucho,  de veras. Hoy lo celebramos con medio vasito de vino, a ver la reacción de los peques.

Yo : De acuerdo. Oye... ¿Llamo a los chicos o espero a que sepamos las dos de seguro el sexo de los pequeños?

Carmen :  Llámales anda, tienen que estar expectantes.

Me empecé a reír y les llamé.

Nick : Hola ,pequeña, ¿qué tal estáis los cuatro?

Yo : Pon el altavoz, debéis oirlo vosotros cuatro.

Nick : (pone el altavoz) Cuéntanos.

Yo : Verás... estos días me he encontrado genial, ha venido el doctor y resulta que el bebé,por lo que sea, ha bajado,y ahora hay menos riesgo dado que está cerca de la salida. Y bueno... cuando volvamos a casa tenemos que ir los ocho al médico a saber el sexo de los bebés... Aunque más o menos nos lo han dicho pero no es del todo fiable...

Ian :  ¡No puedo esperar! Oh Dios... Ainhoa estoy muy feliz por todas las noticias, de veras, estoy deseando veros mañana, y saber qué tendré...

Nick : ¿De verdad, cariño? ¿Lo dices en serio? Qué noticia tan.... sorprendente. Me alegro mucho, no sabes cuanto, me he puesto hasta nervioso ... Oye...¿Nos podéis decir qué serán?

Yo : Conectad la cámara y os lo enseñamos.

Carmen y yo nos acercamos al teléfono, con dos globos azules ,y los chicos se quedaron sin habla.

Nick e Ian :  ¡Voy a tener un mini-yo!

Estallamos en risa dado que habían dicho lo mismo,  a la vez.

Nick subió aquel pantallazo a Instagram, nuestro con los globos azules y ellos en la esquina inferior derecha con cara de asombro.

Sabíamos de sobra que estaban muy contentos.

Ahora quedaba saber si era así de verdad, hacer espacio y elegir nombres , al fin y al cabo, se acercaba el momento del nuevo miembro de la familia. 

Se acercaban dos pequeños muchachos, dos príncipes que cuidarían de futuros, o en el caso de mi amiga Carmen, pasados hijos.

Estábamos muy ilusionados, y aquello no nos lo podía quitar nadie.

Aquella noche tomamos un vaso entero de alcohol, tampoco muy cargado,pero lo justo para alegrarnos y poder disfrutar del momento.

Estuvimos riéndonos de los comentarios de muchas fans de Ian y de Nick, no por ellas, sino por las fotos de bebés que subían.

Era una aventura excitante... Nos adentrábamos en la vida y en un nuevo reto... El reto de ser padres y educar a alguien, y por supuesto, amarlo con todo nuestro alma.

Carmen y yo caímos rendidas a la cama, aunque, despertamos pronto ...

Alguien llamaba a la puerta.

¿Quién sería tan temprano?

-Continuará...-

APPRECIATE.Where stories live. Discover now