Al día siguiente me desperté temprano para limpiar la casa y hacer algo de ejercicio, no es costumbre que lo haga pero a veces es bueno salirse de la rutina.
La mayoría de los regalos que recibí fueron dinero, lo cual es bueno ya que puedo comprarme algo que en verdad quiera, es horrible fingir una sonrisa y aceptar un regalo que no te gusta en lo más mínimo.
Me meto a la ducha para lavarme el cabello y aún no dejo de pensar cómo Lucas obtuvo mi número telefónico, probablemente se lo pidió a alguien ¿Pero a quién?, traté de no pensar en eso y disfrutar del baño.
Ya con mi cabello arreglado y mi pollina secada, me veo al espejo y me sorprendo de lo que veo, estoy linda. «¿Ya habrán pasado mil décadas?» Me pregunto a mi misma, pocas veces me veo y de verdad pienso que me veo bien, muchos conocidos dicen que yo soy linda, pero la verdad es que yo nunca podré verme como ellos me ven, pues se detalladamente cada uno de mis defectos (los cuales son muchos).
Buscó una blusa azul marino con un tigre blanco pintado y unos jeans blancos, zapatillas azules y mi cabello suelto, maquillaje suave, solo polvo, rubor y delineador de ojos negro.
- Hija, te ves hermosa - mi madre estaba boquiabierta.
- Gracias mamá - sonreí.
En el auto camino a la Orquesta recibí un mensaje de Rose preguntando si iba para allá.
"Si Rose, ya voy llegando<3"
"Okis Aqua :-*"
Ya en la Orquesta busco a Rose con la mirada y la veo en el salón de flautas con Vanny ensayando "Carol Of The Bells"
- Suena lindo - dije abriendo la puerta, Rose me viene encima para abrazarme «quiero una hermanita así»
Minutos ensayando llega Matilda, una violonchelista de 15 años, bajita pero se le veían músculos en los brazos por cargar el instrumento desde hace años, cabello largo liso, ojos achinados, piel blanca, hablaba como una niña pero sus abrazos te sacaban los intestinos.
Luego de saludarnos e irse nos fuimos a un salón que quedaba a un lado de la sala de ensayo, Lucas llegó y lo primero que hizo fue ir donde yo estaba para saludarme,Vanny me miró sorprendida pero con cara pícara, cosa que me hizo sentir incómoda.
{ Ok ya sé, digo mucho "incómoda" pero de verdad así me sentía en esos momentos, continúo.. }
Kate llegó y abrazo a Lucas, no me sorprendió pues ambos son flautistas y deben conocerse desde hace tiempo, él se sienta a mi lado.
- Creo que te pareció extraño que te escribiera a tu teléfono - bajó la cabeza como si tratase de ocultar sus nervios.
- En realidad si - lo mire un tanto molesta - ¿Cómo conseguiste mi número? - lo mire fijamente a sus ojos café, un tanto claros si se les observaba detenidamente.
- Dan me lo dio - se sintió intimidado a mi mirada, o al menos eso creo porque tragó saliva - Yo se lo pedí ayer cuando terminó él ensayo.
- Uhmm - mire a otro lado no muy convencida.
- ¿Tienes un mensaje que me regales? Mi teléfono está muerto - pregunta como si nada hubiese pasado.
Busco en mi bolso y encuentro otra cosa..
- ¡Lucas! - grité con una voz chillona que ni yo reconocí.
Habia un enorme chocolate Hershey's, nunca antes me habían regalado algo parecido, lo abracé tan fuerte que podía sentir los latidos de su corazón en mi pecho, él también se aferró a mi, estuvimos así como por 30 segundos más o menos, al separarnos le agradecí creo que 6 veces.
En el taller yo estaba feliz por el lindo detalle de Lucas y él al verme me sonreía, creo que fue uno de los mejores días que tuve en la institución.
Cuando llegué a casa mis padres notaron el chocolate en el refrigerador (para que no se derritiera) me preguntaron quien me lo regalo y les dije que un amigo, me miraron serio pero no les di importancia y me fui a dormir