Quince.

1.8K 111 9
                                    

Caminabamos por las solitarias calles de la ciudad, el reloj marcaba las 3:40 am. Nos dirigíamos a la casa del tal Theo Raeken, le ayudaría a mi bebé a vengarse como él quería, lenta y dolorosamente.

—¿Cuándo sacaremos a Allison de ese horrible lugar? —pregunté recordando el primer plan que me había dicho Dylan.

—Mh —pensó poniendo boca de pato, se veía adorable— Lo podemos hacer luego de matar al idiota de Theo.

—Me parece bien —sonrío y me aferro a su brazo derecho.

Se sentía tan bien estar al lado de este chico, saber que él me quiere y yo le quiero también. Saber que jamas me fallaría, jamas me traicionaría y siempre me amaría. Me hacia sentir la mujer más feliz de este planeta, me hacia sentir como si estuviera en las nubes. Jamás me alejaría de él. Lo amo.

—Llegamos —dice sacándome de mis pensamientos.

Observó atentamente la casa y no se comparaba a la de Jackson, esta era ¿cómo decirlo? mas humilde.

Yo me encargue de abrir la puerta de entrada, entramos silenciosamente. El living estaba lleno de polvo, como si nadie limpiara hace días, incluso semanas; nos encontramos con un gran pasillo, caminamos y había al final de esté una puerta que estaba un poco abierta, Dylan entró primero, procurando no hacer ningún ruido.

Al frente de nosotros había una cama en la cual se encontraba alguien durmiendo, Dylan tira las mantas hacía el suelo y el chico que hace unos instantes estaba durmiendo, ahora estaba mirándonos con horror.

—¿Quiénes son ustedes? —ambos le sonreímos— ¡Que mierda quieren!

Dylan se acercó y tomó bruscamente su cabello haciéndolo soltar un gruñido de dolor. Theo lo observo por unos segundos y algo le hizo cambiar la mirada que tenia hace un momento. Comenzó a reír pero aún así se notaba el miedo a travez de su risa, en cambio Dylan no le sorprendió, sonrío de lado y esto hizo callar a Theo.

—Haz lo tuyo, mi amor —estas palabras eran para mi, lo sabia sin que él me mirara.

Dylan se alejo de la cama y cruzo sus brazos sobre su pecho, yo me acerque y pase mi bate por el lado de Theo, esté miro atentamente mis movimientos. Levante mi bate colocándolo sobre mi hombro izquierdo y él me miró.

—¿Qué harás? —dijo firme.

—Hacerte sufrir —reí desquiciadamente.

Note el miedo que se puso en sus ojos, levante mi bate lentamente y en una fracción de segundo el bate cayó sobre las piernas de Theo, esté soltó un grito de dolor. Espere unos segundos mientras él ponía sus manos sobre sus piernas tratando de aliviar el dolor, pero era imposible. Una sonrisa se asomo de mis labios, eleve el bate y lo deje caer nuevamente pero ahora sobre sus brazos. Se retorcía  sobre la cama y Dylan reía tan fuerte que parecía un loco, pero, él estaba loco.

—¿Recuerdas cuando una vez te dije que tarde o temprano me vengaría de ti? —se dirigió a Theo mientras se agachaba y ponía sus manos sobre sus rodillas— Bueno, aquí estoy. Tarde pero cumpliendo mi palabra.

—¡Eres un maldito psicopata! —le gritó.

Al segundo, le di un golpe en la cabeza y soltó un grito.

—No le digas esas cosas a mi bebé, ¿te quedo claro, idiota? —puse mis labios en una delgada linea— O sufrirás las consecuencias.

—Cállate —gruñe Dylan.

—Auch —me ofendí y crucé mis brazos sobre mi pecho.

Dylan en cambió saco un cuchillo de sus pantalones y se acercó a Theo, lo tomó de un brazo y lo hizo caer de la cama. Se puso a su altura, elevó el cuchillo y lo dejo caer bruscamente a su pierna, repitió el acto unas cinco veces en sus piernas y Theo respondía con gritos de dolor.

—¿Te duele? —ríe Dylan— Esto te dolerá de igual manera.

Se levanta y da una brusca patada en el rostro de Theo, cae hacía atrás y muerde su labio aguantando el grito que quería dar. Dylan se levanta observándolo con una sonrisa en sus labios.

—¿Recuerdas lo imbecil que eras en la escuela? —le dice— ¿Recuerdas todo lo que me hiciste? Desde que llegaste arruinaste todo, ¡todo! Y ahora estas pagando.

Dylan se para sobre él colocando cada pies a los costados del cuerpo de Theo, se agacha un poco y pasa el cuchillo sobre su rostro dejando pequeños cortes.

—Estas jodido —escuche a Theo.

—Y tú estas muerto —sonríe de lado Dylan.

Con su mano desocupada en puño le da un golpe en la mejilla y esté escupe un poco de sangre, abre un poco su boca y Dylan introduce el cuchillo dentro de su boca, Theo abre sus ojos como platos. El cuchillo se mueve lentamente él dirección a sus orejas, Theo grita como puede por el dolor que esto le causaba, la sangre corría por sus mejillas hasta su cuello, Dylan al hacer esto en sus dos mejillas , se levanta y lo mira desde arriba con la sonrisa que jamas desapareció en su rostro.

—¿Quieres decir algunas últimas palabras? —reía mientras limpiaba el cuchillo con la sabana que estaba a su lado en la cama.

Yo lo miraba atentamente y sonriéndole; luego de limpiar su cuchillo, lo guarda nuevamente en sus pantalones y saca su pistola. Dylan la mira fascinado y Theo con horror.

—Te pudrirás en el infierno —escupe Theo.

—No me preocupa, adiós Theo —sonríe apuntándole la frente con la pistola y le dispara. Theo cae ya sin vida al suelo —Vámonos.

—Bueeeeno —alargue mi palabra y lo seguí dando pequeños saltos.

Salimos de la casa juntos, Dylan no dijo una sola palabra, estaba bastante concentrado en sus pensamientos.

—Asesina.

Cierro fuertemente mis ojos y susurro entre dientes —Cállate, cállate.

—Te dejará sola.

—¡No! —grite desesperada abriendo mis ojos y encontrándome con Dylan frente a mí.

Él solo me miro y no dijimos nada, se acercó poniendo sus manos sobre mis mejillas y nuestros labios se juntaron, encajaban a la perfección. Con esto deje de escuchar la extraña voz, al sentir la falta de aire nos separamos y él apoyo su frente con la mía.

—Allison nos espera.

Disaster • Dylan O'BrienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora