—¿Por qué me dejaste sola? ¿Por qué me abandonaste? —lágrimas caían por mis mejillas— Pensé que jamas me dejarías sola.
—Lo siento —su mirada reflejaba tristeza y dolor.
—¡No lo sientes! —grite desesperada— Te fuiste con ella y no te importo dejarme ahí, herida y que la policía me llevará.
Se acerca rápidamente y me envuelve en sus brazos, trato de alejarme pero él tiene mas fuerza que yo.
—Aléjate —gruño.
Quería que se alejara, que no me tocara, que se fuera y no volviera nunca jamas. Pero otra parte de mí lo quería aquí conmigo, a mi lado y que me abrazara fuertemente, me sentía tan segura cuando lo hacía.
—No te importó dejarme sola —susurre en su pecho— ¡No te importó irte con ella!
—No tuve otra opción, ___. Perdóname, por favor —suplico.
¿Acaso eran lagrimas que aparecían en sus hermosos ojos? Él jamas lloraría, ¿pero por mí? ¿Realmente lloraría por mí?
Puse mis manos en sus mejillas y le sonreí —Tranquilo, ya pasó. Te perdono —deje un pequeño beso en sus labios.
—Te amo tanto, jamas volveré a dejarte sola otra vez —me mira a los ojos— Te lo prometo.
Y en eso se separa y me empuja por mis hombros, no puedo sujetarme de nada y siento que caigo al vacío, no había un fin.
"Te lo prometo. Te lo prometo. Te lo prometo..." Sonó como un gran eco que jamas terminaba.
Abro mis ojos bruscamente y observo que todo estaba dado vuelta, una silla horrenda se encontraba en el techo. Me levanto lentamente, me encontraba acostada en una sucia cama y paso mi mano derecha por mi frente cerrando los ojos.
—Maldición, fue solo un jodido sueño —bufó— Claro, el jamás me diría que lo siente, jamas lloraría por mi, jamas me suplicaría para que lo perdone —reí desquiciadamente— Nunca debí creer en tus palabras.
Miro atentamente el lugar en el cual me encontraba, estaba dentro de una pieza con tres paredes de cemento y la cuarta era una reja, corrí hacía la reja y habían en las otras habitaciones mas personas encerradas.
—¡Sáquenme de aquí! —grite a todo pulmón— Joder, ¡que alguien me saque de este asqueroso lugar!
—Nadie te sacara de aquí, princesa —habla un chico.
—¿Quién eres? ¿dónde estas? —dije mirando a todos lados ya que ninguno de los hombres que se encontraba a mi vista había hablado.
—Soy Sebastian y estoy aquí, a tu izquierda —miro a mi derecha muy cerca de la reja y ahí había un brazo moviéndose.
—Ah —suspiré— Necesito que alguien me escuche aquí ¡Sáquenme de aquí!
—No lo lograrás —ríe y pronto se escucha que cruje una cama, supuse que se había acostado.
En eso se escucha una puerta abriéndose, entra un guardia con una pistola en su cadera y se acerca hasta mi celda.
—¿Qué quieres? —dice borde.
—Un café, caliente —sonreí de lado.
Río y habla a su derecha con burla —Traigan un café caliente para la señorita.
Entre cierro mis ojos para observarlo, mis manos estaban en la reja y observo como otro guardia entra con una taza en su mano.
—Aquí tienes —me la entrega.
La recibo y se la lanzo en el pecho al primer guardia, reí desquiciadamente y el guardia grita de dolor, entran tres guardias mas y uno se lo lleva, pero sin antes de dirigirse a mi.
—Me las pagaras, perra. —mira a los guardias— Llévenla a la celda subterránea.
Desaparece el guardia y los otros abren mi celda. Dos me toman de los brazos tratando de inmovilizarme y me llevan por un largo pasillo. Bajamos por unas escaleras, luego dos puertas de seguridad, por último llegamos a una gran habitación que al centro tenia una celda pequeña, rodé mis ojos sabiendo que me dejarían ahí encerrada como un animal.
—No entraré ahí —dije cuando abrieron la puerta de la celda.
—No me importa —soltó uno.
Siento que me empujan por mis espaldas y caigo de rodillas dentro de la celda. Me levanto y observo como cierran mi nueva celda.
—Quiero salir de aquí, yo no pertenezco a este lugar.
—Con las cosas que has hecho, yo creo que si —dice uno mientras se van de la habitación.
Una loca idea se me vino a la mente. Me apoye en la parte trasera de la celda y corrí con todas mis fuerzas para chocar con otra reja que me separaba de los guardias. Caigo al suelo y me toco la frente, sangre. Los guardias se voltean a mirarme por el ruido que cause y se ríen.
—Nadie te ayudará estando aquí, puedes matarte y nadie lo sabrá —sin más, se van dejándome completamente sola.
Suspiré y me di la vuelta, había una sola cama en este lugar y nada mas. Mire el cielo tratando de encontrar alguna respuesta ¿dije cielo? el sucio techo de este lugar. No entraba ningún rayo de luz en este lugar ¿será de noche?
Me acerqué a mi nueva cama y me acosté sobre ella, cerré mis ojos tratando de olvidar donde me encontraba.
—Dylan O'Brien, fuimos un hermoso desastre pero... eres hombre muerto.
Fin.
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Disaster • Dylan O'Brien
FanfictionDos personas completamente distintas, él con una mente totalmente retorcida y ella... ella el único error que cometió fue enamorarse de un psicópata. PRIMERO QUE TODO: HISTORIA INSPIRADA EN LA RELACIÓN DE HARLEY QUINN & JOKER.