Doce.

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La semana por fin había terminado, estaba hasta arriba de exámenes y no quería pensar en otra cosa que no fuera ellos a pesar de que tenía a Jungkook al lado todos los días. Ya no me molestaba tanto como antes, en realidad casi no me molestaba nada. Se quedaba callado todas las clases y apenas hacía una mueca para sonreír. Era costumbre para mí verlo serio y sin habla, por lo que ya no le prestaba demasiada atención. Aun así seguía pareciéndome el chico más lindo que yo había podido ver en toda mi vida.

Me deshice del coletero que llevaba en el cabello y lo coloqué en mi mano, a modo de pulsera. Suspiré al notar que este se había agrandado, pues yo tenía bastante pelo, y ya no podía usarlo como pulsera a no ser que quisiera perderlo en medio de la calle porque se desprendiera de mi brazo.

Me apoyé en la barandilla del paseo de la playa y observé la media luna que sobresalía entre las nubes. Las estrellas apenas se veían debido a que las luces de la ciudad hacían que estas se ocultaran, o eso me habían dicho desde pequeña. Por otro lado, la marea estaba baja y hacía bastante frío.

Ni siquiera sé por qué lo hice pero bajé a la arena. Me senté en esta, para observar mejor el mar, pero sin quitarme los zapatos. Ya tenía suficiente frío como para añadirle que se me congelaran los pies.

Me senté en la arena, abrazando a mis rodillas y escondiendo de vez en cuando la cabeza entre mis piernas. Me estaba congelando y estaba planteándome la idea de levantarme e irme a comprar una bebida caliente para luego volver. Simplemente me quedé allí sentada y dibujé círculos sin ningún sentido en la arena. Había mucha gente paseando por encima de la barandilla, pero sin embargo, no había nadie sobre la arena, lo que me agradaba demasiado. A veces están esos momentos en los que necesitas estar sola para pensar en las mil y unas cosas que rodean tu vida.

Me apreté un poco más a mis piernas, de verdad que hasta tiritando estaba. Iba a levantarme para buscar algo caliente con lo que perder los escalofríos pero alguien dejó un té caliente a mi lado, o eso supuse que era. Un vaso de plástico con el nombre de "Yuna" incluído. Observé como el humo salía por encima del vaso, dando a entender que este estaba ardiendo.

Alcé la vista y pude ver a un sonriente Jungkook sentándose a mi lado. Yo solo negué con la cabeza. Era verdad eso de que se pensaba que me llamaba Yuna. Y también pensaba que era la novia de Taehyung. ¿Por qué diablos no me diferenciaba?

- ¡Yuna! ¿qué haces aquí a estas horas? Taehyung descuida demasiado a su novia. - yo solo solté una pequeña risita. Si que me ponía el corazón a mil por hora tener a Jungkook al lado, pero cierta parte de mí se rompía cuando escuchaba el nombre con el que Taehyung me había bautizado.

- Solo...necesitaba pensar un poco, ya sabes. - me encogí de hombros, intentando no mirar demasiado hacia Jungkook mientras observaba cómo las pequeñas olas se quedaban en la orilla y volvían a desaparecer.

- ¿No te estás congelando? - abrió la tapa del té y sopló un poco sobre esta. Volvió a cerrarla y me la tendió. Yo la rechacé, pero él tomó mis manos e hizo que rodeara el vaso. Mis manos se calentaron al instante. No solo por el té, sino por qué Jungkook me estaba tocando. - Anda, tómalo, lo traje para ti. - murmuró el mayor mientras asentía, soltando mis manos.

- No hacía falta... - murmuré mientras miraba hacia la bebida, algo sonrojada. - No tenías por qué.

Oh, claro que no tenía por qué, pero te ha encantado tonta. 

- Si Taehyung se enterara de que te veo en medio de la playa muriéndote de frío y te ignoro...me mataría más que por lo que hice el otro día. - él se abrazó a sus piernas también, mirando hacia lo que supuse que eran las olas. - Y...¿ sobre qué estabas pensando? - El chico mantuvo la vista fija en el agua, aunque de verdad parecía querer escucharme. 

- ¿Me estás siguiendo Jungkook? ¿Cómo sabías que estaba yo aquí? - intenté olvidarme un poco de la situación soltando algún chiste malo, aunque supiera que no iba a servir de nada. - Y...no sé, sobre todo. 

- Sí, te sigo desde tu casa y luego espero a que te pase algo malo para salvarte, soy tu superhéroe. - dijo en un tono bastante sarcástico para después mirarme seriamente. Yo lo miré, esperando que no hablara en serio. Al final soltó una risa, no pudo aguantar mi mirada seria. Aunque muy en el fondo tenía la esperanza de que el recordara nuestro pequeño incidente con el coche aquella mañana de cumpleaños. - Sin duda me ganarías en eso de las miradas, y a mi no me gana nadie. - yo me reí, y él señaló a mis labios. - ¿Ves que he hecho que sonrías? Ya me he ganado un punto. Aunque pretendía hacerlo dos veces, una con el té y otra con alguna tontería. - menos mal que era de noche, si no se hubiera reído de mí porque mi cara estaba más caliente que el té que tenía en las manos.

-  Genial, Super Jeon. - negué con la cabeza y tomé otro sorbo de té, volviendo a mirar al frente. - Jungkook...¿no tienes frío? - dije después de unos segundos de silencio en el que me estaba sintiendo realmente incómoda. El chico no tenía ningún abrigo, simplemente llevaba una camisa corta y lisa negra, me estaba preocupando que le diera una hipotermia o algo así. 

- La verdad es que sí. - el solo sonrió y rodeó mi hombro con un brazo, haciendo que yo me sonrojara, sí, otra vez. Apreté los dientes y dejé el vaso de té sobre la arena, mordiéndome el labio inferior.

- Jungkook...

- ¿Qué? Tener una persona al lado y no abrazarla cuando hace frío es pecado. Está claro. -

traffic light ⊹ jeon jungkookWhere stories live. Discover now