Sentí un escalofrío recorrer mi espalda cuando vi como la chica que tenía enfrente se levantaba con algo de dificultad y hacía una mueca enorme en su estúpido rostro. Ella me miró con esa misma cara asquerosa y me recorrió de arriba abajo, incepcionándome. Yo rodé los ojos, aún tendiendo el pañuelo que llevaba en la mano, esperando que lo tomara. Pero no lo hizo.
Primero soltó una risa bastante falsa, luego se cruzó de brazos y acto seguido cambió el peso de un pie a otro. Esperaba una disculpa. Aunque por otro lado parecía un perro posicionándose para atacar. Yo por otra parte, no iba a dársela y tampoco tenía ganas de pelear. Al notar que había comenzado a caminar hasta mi bicicleta para marcharme, ella alzó una ceja y me llamó.
- Yuna, deberías pedirme disculpas ¿no crees? - yo me reí. ¿En serio tenía que dárselas? ¿Por qué tenía que ser tan distinta conmigo que con Jungkook? ¿Acaso yo no era una persona? Ella carraspeó. - O debería decir Nayeon. - yo abrí los ojos como platos, dejando la bicicleta a un lado y alzando la vista para mirarla. Lo había conseguido, había conseguido llamar mi atención.
Se acercó hacia mí con paso lento y yo la observé de arriba a abajo mientras esperaba algún tipo de explicación. Empezando porque sabía mi nombre, que no tenía ni idea de dónde lo había averiguado. Delante de ella siempre había sido la novia de Taehyung y nada más. A no ser que él mismo se lo hubiera contado, pero lo dudaba mucho sabiendo cómo se trataban. Se acercó tanto que pude notar su respiración, o quizás me la estaba imaginando porque había comenzado a ponerme nerviosa. Ella tomó uno de mis mechones de pelo con el dedo y comenzó a enredarlos ahí, con una sonrisa de autosuficiencia. Yo solo dejé que lo hiciera, aún preguntándome qué diablos quería hacer conmigo.
- Veo que te has quedado sin respuesta. Repito, ¿te vas a disculpar conmigo? - tiró un poco de mi cabello y yo me quejé en voz alta. Ahora sí que estaba asustada. No tenía ni idea de como defenderme de un ataque físico y menos con una chica seguramente el doble de fuerte que yo.
- No hagas eso. - le dije con una mirada desafiante, intentando defenderme solo con el hecho de que mi voz había sonado potente, pero no funcionó. Solo hizo que se riera más de mi torpeza. Volvió a tirar de mi cabello y yo volví a quejarme, mordiéndome el labio inferior y apretando el manillar de la bicicleta.
- ¿Y qué vas a hacer sino? - ladeó un tanto la cabeza, aún jugando con mi ondulado pelo castaño. -¿Me vas a pegar? ¿Vas a gritar a Jungkook para que te salve? - yo miré hacia otro lado, esperando que su charla se terminara de una vez, pero parecía no querer dejarme en paz.
- ¿Por qué no me dejas en paz y te vas a correr por ahí eh? Eso hace las perras. - no se como había salido eso de mi boca, pero lo hizo. Sonreí en mi interior, satisfecha al ver la cara de asco de Luna y aparté su mano de mi cabello. Esto solo hizo que se pusiera aún más furiosa.
Me empujó, haciendo que me cayera al suelo, con la bicicleta encima. Yo gruñí al sentir el frío asfalto sobre mi espalda y el golpe que vino después en mi cabeza. No había perdido el sentido pero si que escuchaba un pitido en mis oídos. ¿Acaso la gente que pasaba por allí no se daba cuenta de lo que estaba pasando? Aunque en realidad no había nadie. Solté algún que otro insulto y me quité la bicicleta de encima, mirando a una sonriente Luna comenzar a trotar lejos de mí. Yo solo suspiré y me subí a la bicicleta para volver a casa.
La rodilla me dolía tanto que tuve que volver caminando a casa, y no estaba precisamente cerca. No podía pedalear así que tuve que llevar mi pequeño "vehículo" a mano. Pasé por el semáforo de siempre y sí, ahí estaba Jungkook, apoyado donde siempre solía estar, escuchando la música en sus auriculares y prestando atención solo a su teléfono.
Me quedé un rato mirándolo embobada. No sabía si acercarme. No sabía si salir corriendo. Pero fue entonces cuando él alzó la mirada y sonrió. Se acercó hasta mí y me rodeó con sus brazos, por la cintura. Ya no sentía el dolor en la espalda, es más, ya no sentía nada. No pude reaccionar, pues sus labios se aproximaron a los míos y me besaron. Fue un dulce e inocente beso. Nada más que eso. Cerré los ojos y me fundí en él, pensando en mil y una tonterías. Pensando todo lo que lo quería.
Hasta que me desperté.
- Nayeon, Nayeon. — pude escuchar la voz de Taehyung a un lado de mi cabeza. Estaba recostada en una cama. Miré hacia un lado y pude ver mi bicicleta apoyada en la pared. Busqué a Jungkook, confundida pero él no estaba. Taehyung y yo éramos los únicos en la sala y él parecía realmente preocupado. - ¡Estás bien! Gracias a dios, pensé que iba a tener que llevarte al hospital. - soltó un suspiro y mostró todos sus dientes en su típica sonrisa de oreja a oreja, ladeando un tanto la cabeza.
- ¿Q-qué hago aquí...? - me llevé una mano a la cabeza y me senté en la cama, notando que no llevaba ropa puesta. Bueno, lo único que me tapaba de que se me viera todo era una gran camisa negra que no era mía.
- E-esa camisa es mía... - Taehyung se sonrojó, pero siguió sonriendo. - No te preocupes, no he visto nada. Luna hizo todo. - yo abrí los ojos al escuchar ese nombre. Ahora me acordaba de todo.
- ¿Luna? - murmuré perpleja. Solo recordaba como ella me había empujado y me había caído al suelo, nada más. A consecuencia de esa tenía un golpe que seguía doliendo en la cabeza.
- Sí, ella te trajo hasta aquí. Pensé que se había vuelto horrible con el tiempo pero terminó siendo una buena persona. Me dijo que te vio andando en bicicleta, te caíste y te raspaste la rodilla, aparte de darte un golpe en la cabeza. Eso hizo que te desmayaras. - él señaló mi bicicleta en el fondo de la habitación. - Ella la trajo mientras yo te llevaba en brazos.
Impresionante, parece que Luna también era una buena soñadora. Sacudí la cabeza y saqué los pies de la cama, tocando el suelo para ponerme de pie. No valía de nada explicarle a Taehyung la situación, pues no iba a creerme. Así que me puse mis zapatos y me levanté, pero él tomó mi brazo.
- Espera...
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traffic light ⊹ jeon jungkook
Fanfictionㅤ ㅤ Todos los días, cuando iba a cruzar la calle para ir al instituto, estaba el mismo chico, con la vista baja, observando su teléfono. Siempre en el mismo lugar, siempre a la misma hora. #108 [21/12/16] ...