traffic light ⊹ jeon jungkook

Catorce.

Mientras tanto, en la casa que Taehyung y Jungkook compartían.

Narrador omnisciente.

Taehyung colocó una mano sobre el hombro del menor. Este simple movimiento hizo que el menor de los dos suspirara, dándose la vuelta después de cerrar la puerta con llave y asegurarla bien. Jungkook se dejó caer sobre el sofá, tomando el mando de la televisión para encender esta y pasar los canales sin ton ni son, intentando ignorar a su mayor. En cierto modo, esto no sirvió de mucho, puesto que el contrario se puso delante de la televisión, impidiendo que Jungkook pudiera ver algo.

- Sal de en medio Tae. - dijo el chico algo molesto mientras movía la cabeza en distintas direcciones para intentar divisar algo.

- Vamos, si ni siquiera te gusta ver la televisión. - el chico se apartó y se sentó a un lado de Jungkook, en el sofá. - ¿por qué estabas con Nayeon?

- Porque quería, además, ¿quién te ha contado eso? -Jungkook se sentó sobre el sofá, molesto. Sabía que su amigo era sobreprotector y que era como un hermano mayor, pero estaba llegando a un punto en el que le molestara casi todo lo que hiciese.

-Bueno, no se si te interesa saber que hace unos minutos vino Luna llorando. - el menor de los dos negó con la cabeza, apagando la televisión y despeinándose él mismo.

- Luna debería entender que...

- ¿Que estás loco por Nayeon y que no van a volver nunca? - el menor se levantó de donde estaba sentado y subió escalón por escalón para llegar hasta su habitación. Pudo escuchar al chico gritar desde abajo. - ¿Cuándo le vas a contar todo?

- ¡Cuando tu dejes de presentármela como tu novia! 

Empezó por escribir un mensaje para la chica. Sí, iba a hacerlo por mensaje de texto, ¿por qué no? No tardó ni cinco minutos en tomar su teléfono y comenzar a escribir.

"Hola, no sé cómo decirte esto pero me gustas desde hace mucho."

"Hola, sé quién eres en realidad."

"Hola, Nayeon."

"Hola, no sé por qué he fingido todo este tiempo que no te conozco de nada. Ese día que te vi en clase mi corazón iba a mil por hora."

"Me gustan tus ojos, no sé, son muy...bonitos."

"Aún no asimilo que seas tan preciosa. No te imaginaba así."

"En realidad te imaginaba mucho menos agraciada."

"Era una broma, lo siento."

"Te quiero tanto..."

Jungkook eliminó todos los mensajes que había escrito en un tiempo récord. No los había enviado y tampoco pensaba hacerlo. Simplemente lo guardó en los borradores de mensajes y envió uno simplemente de buenas noches, usando de excusa a Taehyung. Ni corazones, ni palabras bonitas. Un simple buenas noches. Además, ¿cómo la chica iba a fijarse en alguien como Jungkook? El pensaba que Nayeon estaba completamente loca por Taehyung, es decir, aceptaba que era su novia por delante de él, ¿quien en su sano juicio haría eso?

Sacudió la cabeza y dejó el teléfono debajo de la almohada antes de tirarse en plancha boca abajo sobre la cama. No sé consiguió dormir hasta que dejó de darle vueltas al tema de Nayeon.

***

Nayeon. 

Me había despertado pasadas las ocho de la mañana debido a que había escuchado un sonido que resultó ser un mensaje de Jungkook. ¿Que hacía despierto tan temprano? Yo juraba que era uno de aquellos chicos que se dormía hasta las tres de la tarde un sábado por la mañana. Tomé mi teléfono y me quedé observando un rato el mensaje mientras sonreía con amplitud.

Enviado a las 08:05.

Remitente: Jungkook.

Buenos días Yuna, espero que durmieras bien. Yo dormí bien aunque no creo que te interese. Sí, se que son las ocho de la mañana y que es un sábado pero no podía dormir más, realmente he descansado esta noche.

Al rato pude escuchar otro pitido en mi teléfono, haciendo que yo casi pegara un salto de alegría, pues era otro mensaje de Jungkook.

Enviado a las 08:08.

Remitente: Jungkook.

Lo siento si el mensaje fue muy largo, prometo recompensarte por hacerte leer mis tonterías de mañana.

Enviado a las 08:10.

Remitente: Jungkook.

Seguramente te desperté, lo siento tanto.

Enviado a las 08:13.

Remitente: Jungkook.

Es mejor que sigas durmiendo.

Yo todavía no había contestado, pero la desesperación de los mensajes de Jungkook me habían hecho gracia. ¿Y si lo ignoraba por un rato y me hacía la difícil para ver qué pasaba? Tenía unas ganas inmensas de contestar, pero era bastante temprano y los mensajes dejaron de llegar. Me encogí de hombros y tecleé con rapidez en mi teléfono, dándole al botón de enviar nada más terminar de escribir.

"Buenos días Kook, yo dormí genial, espero que tú también."

Más tarde envié otro, soltando una risita.

"Fueron pocos mensajes, no te preocupes." 

Dejé el teléfono a un lado, avergonzada. Ni si quiera estaba delante de Jungkook. Ni si quiera le había dicho nada del otro mundo por mensaje y mi corazón ya iba a mil por hora. Eso era solo un estúpido y básico ejemplo de lo que aquel chico podía provocar en mí. 

Dejé el teléfono a un lado y me dí una ducha rápida antes de vestirme y salir a la calle. Iba a ir a montar un rato en bicicleta para despejar mi mente. De verdad que agradecía la idea de que mi padre la hubiera comprado solo para mí. Pedaleé con fuerza a través del carril de bici, poniendo mis auriculares en mis oídos para disfrutar del paisaje mientras respiraba aire fresco. Juro que no estoy ciega, pero la persona que pasó por delante mía, no pude notar que estaba ahí. 

Me caí al suelo y raspé mi rodilla. Esta empezó a sangrar con levedad, mientras que la chica que estaba delante mía, supongo que corriendo, también cayó al suelo, aunque esta parecía no tener ningún daño externo. Me acerqué corriendo a ella, casi cojeando, pues mi rodilla me dolía mucho e intenté brindarle mi ayuda. Pero mis ganas de hacerlo se desvanecieron cuando la vi a ella.

A Luna.