Antigio - Capítulo VI (6)

18.2K 59 0
                                    

VI

- ¡Despierta Vicente!

Me levante de la cama desconcertado, cogí el reloj de la mesita y vi que eran las seis de la mañana.

- ¿Qué ocurre?

- ¡Despierta, rápido!

- Pero si tenemos tiempo de sobra.

- ¡No! No hay tiempo. Ni siquiera prepares las maletas. Baja rápido.

Con las lagañas aún en los ojos, me vestí y bajé a la recepción. En una de las esquinas, había una mesita rodeada de un sofá y dos sillones donde Eduardo tenía cogida la mano de la agente Bardy.

- ¿Qué ocurre? Nuestro avión no sale hasta dentro de cuatro horas.

Eduardo se levantó y me invitó a sentarme mientras la agente se tomaba un café.

- Siéntate Vicente… ¡a ocurrido!

- ¿La tercera víctima?

- ¡Creo que sí!

A la agente se le veía muy afectada y cuando levantaba la taza para tomar un sorbo, se notaba un ligero temblor en sus manos.

- ¿Qué te pasa hija mía?

- Ha ocurrido el asesinato que vinisteis a avisarnos…

- ¡Entiendo!

- ¡No! No lo entiende Padre. El hombre que han asesinado, es mi padre.

De un salto me levanté y miré a Eduardo estupefacto.

- La agente me acaba de decir que encontraron su cadáver desnudo dentro de una fuente muy cerca de aquí. Me da la impresión que se encuentra cerca de la plaza donde ayer hablamos con los pescadores.

- ¿Pues a qué esperamos? Vayamos a examinarlo.

- No podemos. La agente Bardy vino a nosotros de manera extraoficial. Al parecer este caso es más complicado de lo que pensábamos.

- Pero si no vemos el cadáver no podremos saber con certeza si está relacionado con las otras víctimas.

La agente, dejó la taza de café en la mesita y me miró con ojos humedecidos pero a su vez llenos de odio. El pelo desarreglado y su arrugada camisa, desvelaban el enorme ajetreo emocional que sufría con cada recuerdo. Con su mano derecha, sujetaba un pañuelo mojado mientras con la izquierda, un rabioso puño cerrado, le impedía llorar desenfrenadamente.

- Le encontramos boca arriba dentro de la fuente de la “Place des Quinconces”. Cuando lo sacaron del agua vimos que en la espalda tenía algo grabado con letras cirílicas. Enseguida me acordé de vosotros y no lo dudé ni un segundo en venir a veros.

- ¿As dicho “lo sacaron del agua”, quienes?

- Dijeron que eran de la unidad científica pero yo conozco a los de esa unidad y esos hombres no lo eran.

- Tú eres policía. ¿Qué crees que está pasando?

- Seguro que existe una relación con ese maldito barco averiado.

Eduardo se volvió a sentar en el sofá junto ella y le ofreció una servilleta para limpiarse las lágrimas. Su frágil estado, nos hizo sentir aún más el peso de nuestro fracaso.

- ¿Por qué no nos hablas del barco?

- El hombre de negro que conocisteis en el despacho del capitán el día que llegasteis, pertenecía al servicio secreto y se identifico con el nombre de Pierre Zeitoun. Por supuesto nunca se sabe si es el verdadero nombre y nosotros, en casos así, tampoco hacemos muchas preguntas. La cuestión es que este hombre, llegó hace cuatro días a nuestra ciudad y a pesar de que el barco ni siquiera estaba aquí, él parecía conocer su procedencia y el hecho de que se iba a averiar.

AntigioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora