Nada ha cambiado

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Voy a empezar a reír pero me paro en seco. Conozco a Maddison, no bromea.


—Sé que esto es inesperado—comienza a explicarse nerviosa—pero no quiero que nada entre nosotras cambie. Simplemente siento que no puedo seguir callando. Sé que es egoísta y que a ti sólo te estoy causando más problemas de los que preocuparte, pero debía contártelo. Soy tu mejor amiga, y voy a seguir siéndolo. Que ahora tú sepas esto no cambia nada, solamente espero que tal vez me puedas tener un poco más en cuenta. 

—Entonces—digo con cuidado—, ¿eres lesbiana?

Ella se lo piensa por un momento.

—No lo sé. Puede. O puede que sea bisexual. Tal vez me enamoro de la persona y no de su género. Estoy segura de que también hay un nombre para eso.—se ríe pero no lo entiendo—Todavía no sé bien cómo soy, se supone que es ahora que empezamos a ser nosotros y a descubrirlo. ¿Cómo pretenden que me encasille en ser algo si todavía no entiendo cómo o quién soy? Sé que suena estúpido y cursi, pero siento algo así.

Antes mi silencio ella se muerde el labio inferior y esquiva que nuestras miradas se encuentren. Tras varios minutos esperando a que respondiera decide continuar.

—Ahora es cuando me cuentas qué ha hecho el idiota de Nick para que estés así de mal. Estoy convencida de que, por lo menos, algo tiene que ver.

Sé que se está esforzando para actuar como siempre. Claro que lo que no sé es desde cuándo. ¿Podría ser que lleve más tiempo actuando como si todo estuviera bien que realmente estándolo?

Si fuese así lo mínimo que podría hacer yo es ayudarla. Incomodarnos a ambas no serviría de nada. Ella está decidida a seguir como antes y sabe que estoy enamorada de Nick y que no soy lesbiana. Aunque creo firmemente en "nunca digas nunca" y sus variantes.

Fuerzo una sonrisa y le explico que Nick parece estar enfadado conmigo aunque no tenga ni idea de por qué.

Ella me abraza y se disculpa. Dice que cuando él se le confesó ella acabó por admitir que yo le gustaba y que seguramente estaba mosqueado por eso.

Es irónico. Yo estoy enamorada de mi mejor amigo, él lo está de mi mejor amiga y ella lo está de mí.

Si esto fuera la típica película cursi de adolescentes me reiría de lo estúpido que suena todo este lío. Si no me estuviera pasando a mí y no me doliera tanto el pecho me reiría. 

Media hora después el shock inicial ha desaparecido y podemos hablar cómodamente de nuevo. Como siempre.

Llaman a la puerta y Andrew aparece en el umbral. 

—Siento molestar. Sólo quería saber si pongo mesa para tres o para dos.—se dirige directamente a Madd y se rasca la cabeza inseguro—Maddison, ¿verdad?—espera a que ella asienta—¿Te quieres quedar a comer? He hecho macarrones. La especialidad de la casa.

Sonríe bromista y luego niega al darse cuenta de que ninguna nos reímos. 

Se rasca la nuca nervioso y mirándose los zapatos vuelve a preguntar. Esta vez sin comentario "gracioso". 

—No, pero gracias.—contesta Maddy. Se la nota que está confundida, y no la culpo, yo también lo estoy.—Enseguida me voy y Mel baja a comer. Perdón, sé que no es muy buena hora para presentarse aquí.

Él asiente con una sonrisa, indicando que lo comprende y sale.


En cuanto sale las dos nos reímos a carcajada limpia. De verdad que no sé que le pasa. Es como si fuera el gemelo bueno.


—¿Qué le pasa? Hace apenas dos días era un idiota que te hacía la vida imposible y ahora es como si te adorara. De todas formas, ¿qué hace aquí?

Tiene el ceño fruncido y una sonrisa divertida. 

—Yo tampoco tengo la más mínima idea. Simplemente es amable de repente.—me encojo de hombros y sonrío confundida—Esta mañana al verme mal ha sido tan dulce. Incluso se ha quedado aquí conmigo y me ha hecho tortitas. No lo entiendo...

Cuando termino de hablar tengo la mirada perdida y estoy pensando en voz alta.

Sé que estoy confiándome demasiado y muy rápidamente. Sólo se me ocurre que haya hecho una apuesta. Lo más típico en todas las novelas de wattpad que nunca pasa en la vida real. Por suerte. 

Puede ser también que papá y Claire le hayan llamado la atención sobre nuestra pésima relación.

Tal vez soy un proyecto caritativo. Algo así como "introduce a la marginada a la vida social de instituto". Pero no lo creo, tampoco soy tan antisocial. Simplemente no me rodeo de quien no me cae bien por el simple hecho de que son populares o van a poder meterme en fiestas. Tampoco me gustan las fiestas de todas maneras. Prefiero mil veces estar en casa con mi familia o leyendo y escuchando música.

No lo entiendo para nada. No encuentro el motivo por el que Andrew se portaría repentinamente tan bien conmigo. ¿Qué estará buscando de mí? De verdad que no tiene nada que ganar de hacerme favores.

—No sé qué le está pasando a él, y puede que ni siquiera a ti, pero siento que te estás metiendo en un terreno peligroso. Llámalo intuición o simplemente ojos y oídos. Creo que cualquiera puede ver lo que va a pasar aquí.

Se levanta y se queda en la puerta esperándome. 

—¿Me acompañas?

HermanastrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora