Mariposas en el estómago

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Me despierto como de costumbre a las siete de la mañana y nada más levantarme me pongo a pegar saltos al ritmo de la canción She's all that de Hollywood Ending, que tengo como despertador.

Suelo intentar despertarme así, de lo contrario o no me levanto o me paso todo el día de mal humor.


Mientras voy bailando y cantando me empiezo a cambiar para ir al instituto, mientras me pongo el pantalón me da la sensación de que alguien me mira y al girarme a ver en dirección a la puerta me cubro deprisa el pecho y mi cara se transforma en un incendio.


—¿¡Qué cojones quieres, Cooper?! ¿¡Ahora también te dedicas a espiarme y joderme la vida en mi propia casa?!—le grito cada vez más roja.

—¿Qué se supone que gano yo espiándote? Ni que merecieras la pena, no estás buena.—dice con una sonrisa burlona riéndose de mí—Lo sabías, ¿no? No creo que el hecho de que tienes un cuerpo escombro sea novedad...—termina casi susurrando para sí mismo pero con la clara intención de que yo lo oiga.

—Repito—digo lentamente con los dientes apretados y tan furiosa que no puedo evitar levantar el tono poco a poco—¿Qué cojones quieres, Cooper?—vuelvo a gritarle poniéndome el sujetador de espaldas a él y evitando que vea nada.

—Hoy vengo en son de paz, quería decirte varias cosas. Lo primero era que quites esa horrorosa música, me has despertado.—frunzo el ceño, ¿a qué velocidad es capaz de arreglarse si entramos a las ocho? Además, ¿quién se cree que es para decirme lo que puedo y no puedo hacer en mi casa? ¿En mi cuarto? Ni siquiera me acordaba de que ahora el vive aquí y duerme en la habitación contigua a la mía, verlo asomar su cabeza ha sido decepcionante y asqueroso. Abro la boca pero el sigue hablando.—Antes de que me respondas nada, Fea Durmiente, lo que vengo a proponerte solucionará tus problemas y los míos, tú te desharás de mí, y yo de ti.

—Te vas a fugar y a sacrificarte por la causa,¿verdad?—me acerco a él ya con mi camiseta negra puesta y finjo que efusivamente le doy un abrazo y le estrecho la mano—¡Mucha suerte, hermanito! Estoy segura de que tienes un gran futuro como puto, perdón, prostituto.—digo con una sonrisa de oreja a oreja dejando a mi yo más sarcástica y cabrona hacer acto de presencia.


Él sonríe asintiendo levemente con la cabeza y rodando los ojos para después cambiar bruscamente de actitud y arrinconarme contra la pared, sin perder su media sonrisa, siempre burlándose.


—Debo admitir que eso no ha estado nada mal, tienes tu propio estilo y no me lo esperaba, de verdad ha estado bastante bien...—dice divertido para luego con su actitud bipolar empezar a utilizar un tono duro y amenazante y endurecer su mirada mientras su sonrisa se mantiene y con su nueva expresión sólo recuerda a la delos asesinos en serie—Pero no estoy para bromas, me vas a escuchar ahora. Tenemos que separar a nuestros padres.


En cuanto le escucho y proceso el significado de sus palabras le cruzo la cara y me escabullo de entre sus brazos, él se gira mirándome incrédulo y con la mano en su mejilla, la cual se va tornando roja rápidamente.


—Eres un idiota, odio esto tanto o más que tú, pero nuestros padres se hacen felices, se les veía increíblemente animados ayer y tú eres un egoísta que ha sido mimado toda su vida y al que no le importa destrozar la vida que su propia madre ha decidido construirse por su bienestar.

Apenas te queda un año de estar aquí. Ya sea por compartir techo conmigo o porque no te gustamos ni yo ni mi padre no durará mucho. ¡Eres un estúpido machito, siempre alardeando de absolutamente todo pero no eres capaz de aguantar esto!—le digo casi sin pararme a coger aire.


Él me mira unos segundos más y suavizando su expresión asiente.


—Tienes razón.—dice mirando al suelo— Date prisa o no llegarás a clase.—sale silenciosamente y dando por terminada la conversación y al ver que me queda menos de veinte minutos agarro mi mochila y bajo las escaleras casi sin tocar el suelo con los pies.


Cuando llego a la cocina a coger mi vaso de leche Claire y mi padre se están despidiendo mientras cada uno sube a su coche y papá al verme me lanza un beso y agita su mano en el aire despidiéndose, yo correspondo su gesto y esboza una de mis mejores sonrisas a pesar de tener que compartir el desayuno con quien ahora me estropea los días.

Él termina su desayuno justo cuando pitan en la puerta y yo me asomo para comprobar si es Nick pero sólo veo a uno de los cerdos de la piara a la que Cooper pertenece.

Apenas segundos después de que se marchen otros tres pitidos, característico de mi amigo cuando me recoge cada mañana,suenan. Apuro mi vaso de leche y lo arrojo al fregadero corriendo hacia el coche de Nick.


—Hola, bicho.—me dice dándome un beso en la cabeza cariñosamente, mi estómago se revuelve y lo atribuyo a las ya conocidas mariposas que se manifiestan cuando me acerco a Nick. Sonrío con el apodo que me puso cuando en mi primer año de colegio en esta ciudad comencé a defender a un bicho al que querían aplastar en el patio.

—Buenos días, Gigantón.—él sonríe girando la calle en dirección a nuestro instituto.

—Me vas a tener que explicar por qué Andrew Cooper acaba de salir de tu casa, bichito. ¿Qué ha podido pasar en un día para que de la misma casa salgan una escoria y una persona tan maravillosa?—me mira de reojo ensanchando su sonrisa y yo me pongo roja y las mariposas se convierten los rinocerontes de Jumanji, aún estando enamorada de Nick esto nunca me había pasado.

—Es una lar—intento contestar pero me mareo, cierro los ojos y cuando los abro me doy cuenta de que hemos llegado al instituto y Nick ya está bajando del coche y camina hacia mí con el ceño fruncido.

—Hey, bicho, ¿te encuentras bien?—dice preocupado ayudándome a salir del coche. Yo asiento repetidas veces y murmuro que estoy bien. Caminamos hacia la entrada lentamente y me encuentro cada vez peor.—Mel, estás pálida, parece que estés muerta.—intenta pararme pero yo le digo que siga caminando y me concentro en el camino.

—Hey, guapos, buenos días.—oigo a Madd decir,distingo su pelo y el de Mila antes de que todo se vuelva cada vez más borroso.

 —¡Hacéis muy buena pareja!—dice Camila como todos los días y yo sólo noto como el sabor amargo del vómito pasa por mi boca y caigo rápidamente contra el suelo perdiendo la conciencia.








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¡Buenas! Espero que os guste la historia, aunque todavía queda mucho por delante.

¿Qué le habrá pasado a Mel?

¿Y la reacción de Andrew? 

En el próximo capítulo se descubrirán...cosas....

En fin, quería comentar que a pesar de que en el reparto esté Kaya Scodelario como Mel, imaginarla con el pelo unos tonos más claros. Y a Claire con el pelo más oscuro que el de Angelina Jolie.

¡Gracias, hasta dentro de unos días!

HermanastrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora