Sinceramente, tenía miedo. Tenía miedo de que echaran a mi hermano de la casa, de la familia, que no lo volviera a ver. No diría nada hasta que bajara, eso también significa que debe estar desesperado porque lo haga, ¿o no? Ya, suficiente! Me levante y abrí la puerta, la habitación se veía oscura, no había nada de mi hermano en el suelo, raro. A la mierda todo, ya es hora de bajar Samantha! Rodee la habitación y salí, jamás había tenido tanto miedo de bajar las escaleras. Cuando estaba en el último escalón, escuche una cuchara caer, oh Dios ya les dijo! Me salve! Seguí caminando y, mi mama había tirado la cuchara, pero era para voltear a ver si ya venía, demonios!
-Samantha, tuvimos que empezar sin ti, lo siento, sírvete ahí está la comida- volvió a ver su plato, tomó su cuchara y siguió comiendo.
Entre a la cocina y tome un poco de pollo de una cazuela. Tome unas cuantas tortillas y las calenté, luego puse todo en un plato. Salí de la cocina, me acerqué a la mesa y me senté en mi lugar. La mesa tenía 8 asientos de los cuales se usaban 4, mi mama quedaba a mi izquierda, mi padre a la derecha y James frente a mi, pero a la otra orilla, estábamos lo suficientemente separados para poder darle una patadita y hacerlo comenzar a hablar. Me levante, tome las tortillas y me acerqué a James, le di dos y lo pellizqué, el solo me miro con una cara amenazadora y asintió.
-Samantha, James... Ustedes.... Están... Comiendo pollo con tortilla?
-Algún problema madre?- contestó James
-No- dijo sarcásticamente mi bella y respetuosa madre.
Después de unos segundos de silencio, me di cuenta de que James respiró profundo.
No,no no y no!-Tengo que decirles algo-dijo aún con la cabeza abajo.
Mis padres dejaron los cubiertos en las mesas y las miradas se fijaron en mi hermano.
-¿Recuerdan a Jennifer?
-Es tu novia- dijo mi padre- Es obvio que la recordamos.
-Mmm.. Bueno ella... Ayer fue al doctor y.... Se sentía muy mal... Le hicieron una prueba de embarazo..- pude notar a mi madre haciendo una mueca
-¿Y que pasó?- dijo sabiendo ya cuál sería la respuesta
-Salió positiva
Mama puso las palmas de sus manos contra la mesa y se levantó.
-¿Ese engendro no es tuyo verdad?
-Mama, yo...
-¡Qué asco! ¡Esto no se va a quedar así! Dile a la perra esa que aborte o soporte a ese demonio sola porque no harás nada por ella.
-¡No! La quiero mama, él es mi hijo y no voy a hacer lo que tú me digas, es por eso que quería hablar, la voy a ayudar.
-De esa manera no te quiero en mi familia ¡Te doy una semana! ¡UNA semana! Para que te largues de mi casa!
-¿Qué?- dije. Todo lo que pensé está pasando, tus malas vibras Samantha!
-¡Yo no estoy de acuerdo con esto James!
-Yo sí, tal vez sea su error pero lo está corrigiendo y ese niño no tiene la culpa, yo haría lo que fuera para que mi hermano los apoye!
-¡Entonces vete! ¡Vete con el!
-Lo voy a hacer!
Pude notar como James sonreía incluso con las lágrimas en sus ojos. Deje mi comida en la mesa y subí las escaleras.