Miranda nos guió al departamento, estaba cerca. Al entrar al edificio me di cuenta de que ya había ido a ese lugar, al parecer conozco más de la ciudad de lo que creía. Estaba completamente solo, por lo menos el primer piso, seguimos a esta chica hasta el elevador, nos detuvimos en el piso 7.
-Es por acá- dijo Miranda- la seguimos, de su bolso saco unas llaves- Este es- dijo deteniéndose frente a una puerta- El 708, el mio es el 707, de hecho...- abrió la puerta y entró, la seguimos- esa puerta- era una puerta a la derecha de la entrada- está conectada a mi departamento, por si necesitan algo.
-Miranda, ¿puedo hablar contigo?- dijo James, ella asintió y salieron del lugar.
Me quede mirando una ventana color menta que estaba en la otra orilla del departamento, había como un pequeño sillón en ella y un minisculo balcón.
Creo que si salgo con cuidado puedo llegar al exterior.
Vieron eso? Si esa fue mi mente estupida que me obliga a hacer cosas malas. Salí con cuidado y si, llegue afuera. Pude ver el balcón de una habitación del edificio de al lado. Definitivamente conozco este lugar, lo recuerdo perfectamente. Veo que algo de ese departamento se mueve, y me doy cuenta de que no me equivoque. De ahi sale un chico al balcon, parece que siente mi presencia y voltea a verme. Mierda, es tan perfecto.-¿Samantha?
Y ahí fue cuando a mí conciencia se dio cuenta de que estaba dormida y tenía que irme. Como ya dije eso no era un balcón y al querer huir casi caigo a la calle siete pisos más abajo, sentí como mi corazón se detuvo pero no tenía ni siquiera media nalga fuera así que seguí en mi acción y entre a la habitación.
-Samantha, Sam, contesta, sé que estás ahí.-
No podía solo dejarlo estar ahí, hablando, mi corazón se partía literalmente. Saqué mi cabeza un poco hasta poder verlo.-¡Hola!- dijo moviendo su mano y con una sonrisa triunfante
-Hola Jace!- dije sonriendo.
Esto no está bien...