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2 años después.

Estaba sentada en una de las sillas que se encontraban afuera, en el centro de la unidad de edificios en la que vivo, fumaba un cigarrillo.

De alguna forma había conseguido un buen trabajo en una cafeteria, en lo que terminaba mi corta carrera de fotografía. Ya no aguantaba seguir mantenida por mis padres necesitaba 'abrir las alas'.

Con suerte habia conseguido un bonito lugar para vivir y sin pagar tanto. Un par de edificios de ladrillos muy rojizos, juntos en circulo, además no eran demasiado grandes, ni altos, eran perfectos.

Eran muy íntimos, colgaban de ellos pares de enredaderas y además habían muchas plantas, demasiado bonitas en él patiecillo central, donde ahora me encontraba.

Los vecinos no son gran problema, él problema soy yo, cuando llegue digamos que puse un poco de cabeza él lugar.

Al terminarme mi cigarrillo, lo tire en un pequeño cesto de basura que se encontraba ahí y regresé a mi apartamento.

—Veo que ya te levantaste.—sonreí al verlo.—Buenos días.

Dejé un leve beso en sus labios, y tome un poco de su café. Río al ver que me tomaba su café.

—Estaba levantado desde hace un buen rato, pero no quize interrumpirte, te veías concentrada.—Eduardo tomó su laptop, la abrió y empezó a teclear.

Llevo saliendo medio año con él, lo conocí en la cafetería, trabajaba ahí también, pero hace apenas unas semanas consiguió otro trabajo y se la pasa ocupado. No somos algo tan serio aun, al menos así lo quiere él; salidas, sexo y platicas, pero vaya que me siento atraída por él. No había salido con alguien en un año. Me sentía entusiasmada.

Un teléfono comenzó a sonar, no me preocupe pues pensé que era de Eduardo. Después de un momento se me quedo mirando.

—¿No contestarás?.—caí en cuenta que era él mio, corrí hacia mi cuarto por mi telefono.

—¿Sí?.—contesté, era Clarissa.

—Zoe, a que no me creerás esto. Acabo de conseguirte una cita con él dueño de una galería para que le muestres tus fotos. ¿Tienes algo para anotar?

Me tapé la boca para contener un grito. Es muy difícil conseguir una cita con uno.

—Okay, espera.—dije emocionada y regrese a donde estaba Eduardo en busca de alguna hoja y pluma.
Sin fijarme tomé una de las hojas y plumas que estaba usando Eduardo.—Dime.

Comenzó a dictarme los datos del lugar, la fecha y hora de la cita. Colgué y no pude evitar gritar y dar pequeños saltos.

La cita era en dos días, caí en cuenta de eso y corrí hacia él pequeñisimo estudio en donde tenia todas mis fotografías. Regrese a la sala con unas cuantas.

—¿Crees que esta este bien?.—le enseñé una.—No, creo que esta un poco simple. ¿Qué tal esta?

Bufó, tomó sus cosas y cerró su laptop de golpe.

—Listo, me hartaste.—se levantó con sus cosas y lo miré indignada.—No entiendo de todo lo que estas hablando. Si, das buen sexo, pero hasta ahí.

Se dirigió a la puerta y justo cuando estaba a punto de decirle algo me cortó.

—Adiós Zoe.—y salió sin mas. Genial, otro mas, ¿qué tengo de malo? ¿Es acaso que hablar de lo que me apasiona esta mal?

No dejé que derrumbara mi emoción por la cita, lo borre por ese momento de mi mente y me enfoqué en lo importante; las fotos.

Me pasé toda mi mañana escogiendo las fotos, solo saque 3 de todas las que tenía, mañana seguiría escogiendo.

fame ; j.c [ cancelada ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora