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Ya no había vuelta atrás, había invitado a Jos a la fiesta y aceptó.

Ahora en menos de 1 hora estaría aquí y comenzaba a desesperarme por que no encontraba mi par de jeans favoritos; negros y algo rotos de la rodilla.

Decidí no entretenerme mas y empezar con mi maquillaje, que no era algo tan laborioso, solo me hacia un delineado en los ojos, me ponía rimel en las pestañas para alegrar mi mirada un poco, apliqué labial rojo matte, oh como amaba ese color y más en mis labios.

Dirigí mi vista rápido hacia mi cama y entre todo mi desorden encontré mis jeans. Los tomé de inmediato y comencé a ponérmelos cuando él timbre sonó.

¿Tan rápido había pasado una hora?

—¡Ya voy!.

En mi distracción, por querer atenderlo rápido y no hacerlo esperar se me olvido que tenia mis pantalones a mitad de mis piernas, y la gravedad no me falló, caí de la manera mas absurda.

—¿Esta todo bien?.—preguntó desde afuera, no pude haber caído de manera mas silenciosa.

Gemí levemente por él dolor y como pude me levante.—Si... Todo perfecto.

Terminé por ponerme los pantalones y agarré la primera playera que tenía al alcance.

Corrí a abrirle, y al hacerlo la sonrisa más hermosa que haya visto en mi vida me recibió. Me quitó él aliento.

—Hola, ¿todo bien? Escuché un fuerte ruido.— sonrió de lado.

—Ehm, si... digo no, bueno si... eh..— noté su cara de confunsión, cerré los ojos y respire hondo rápidamente. Reí levemente. — Lo siento, eh, ¿quieres pasar?

—Si no te molesta preferiría esperarte aquí afuera.

—No tendrás que esperar.— tomé mi bolso y mi chaqueta. Apagué las luces y cerré la puerta. Saqué mi cabello de mi playera y lo acomodé.

Al estar por completo afuera, noté que había alguien mirándonos, recargado en su auto, como si estuviera esperándonos.

Era un chico de tez blanca, y pelo rubio, se notaba desde lejos que era teñido.

—¿Lo conoces?— susurré a su oído, nunca había visto a ese chico por la zona.

—Vaya, no tardó nada.— se levantó él chico y empezó a dirigirse a Jos. Y él río apenado.

—Zoe, Alonso. Alonso, Zoe.—nos presentó, extendí mi mano y la tomó por un momento para luego soltarla.

—Con que tú eres la chica que...—no terminó la frase pues Jos lo había interrumpido.

—Gracias por traerme, te debo una.—palmeó su espalda y él río. Lo miré algo confundida al momento en que lo interrumpió, ¿qué es lo que intentaba decir este chico?

—Esta bien, esta bien.—alzó sus manos.— Me voy, ¿seguro que este bombón no necesita quien la lleve?

Estaba a punto de contestarle, pero Jos puso una mano en mi boca. —Vete tranquilo, no necesita quien la lleve.

—Como quieran, adiós preciosa.— Me guiñó despidiéndose con una mano, también me despedí, aunque sea igual con la mano, pues Jos no me dejaba hablar.

Noté como Jos se ponía algo molesto, por su expresión. Como pude quité su mano de mi boca.

—Se llevan muy bien por lo que veo.—crucé mis brazos y sonreí.

—Es mi mejor amigo, suele ser demasiado idiota.—pasó una mano por su cabello.

—¿Por qué lo dices? A mi no me pareció nada de eso, o que, ¿acaso no soy preciosa?.—imité lo mejor que pude la voz de su amigo, lo miré burlonamente.

fame ; j.c [ cancelada ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora