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Eran inicios de Diciembre, y toda la ciudad ya se encontraba adornada para las vísperas de navidad, la gente andaba por las calles cubiertas por bufandas, gorros, y abrigos. Su época favorita del año.

El chico miro la cafetería deseando que su mejor amigo no le hubiera dado la dirección mal.

Al entrar el olor a café inundo su nariz, el lugar era acogedor, había mucha gente compartiendo animosas platicas mientras tomaban sus bebidas, varias risas llenaban el lugar. Noto como las personas saludaban muy afectuosas al señor que se encontraba detrás del mostrador, le pareció como un abuelito para todos aquellos que venían aquí, se acercó a el una vez las personas se habían retirado.

 Noto como las personas saludaban muy afectuosas al señor que se encontraba detrás del mostrador, le pareció como un abuelito para todos aquellos que venían aquí, se acercó a el una vez las personas se habían retirado

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—¿Que vas a querer muchacho?. Hoy hace mucho frió, te recomiendo un Capuchino, es la especialidad de la casa.—le sugirió con una sonrisa muy cálida.

—Eh, si...deme un Capuchino.

La verdad no le importaba que bebida fuera, pediría la que sea con tal de no verse tan desubicado en aquel lugar. Comenzó a observar con mas profundidad el lugar tratando de encontrar alguna señal de la castaña.

—Maldito.—maldijo al no encontrarla, Alonso le había pasado mal el dato.

Quería verla, ya que ayer después de la firma no pudo quedarse por que sus managers no se lo permitieron.

—Disculpa, ¿Se te ofrece otra cosa?.—cuestionó al no entender lo que había dicho.

—Perdón, no era para usted.—volvió su vista al mostrador.—¿Sabe usted si Zoe trabaja aquí?

—No hijo, no conozco a una tal Zoe. Tal vez este en la cafetería del centro.

Jos no disimulo su decepción al no encontrarla ahi.

—Un día de estos te quedaras sin clientes.

Zoe salió de la parte de atrás risueña. El señor no pudo evitar reír.

—Lo siento muchacho, pero al verte tan preocupado no pude evitar jugarte una bromita.

Nego riendo, y sintió alivio al verla salir con su cabello recogido y un par de cabellos sueltos, era hermosa, no podía negarlo.

—¿Que haces aquí?.—se limpio las manos en su overol,y reviso su libreta con los pedidos.

—Vengo por tí, Alonso me dijo que sales en...—miro su reloj.—una hora.

Él señor dirigió su vista pícaro a Zoe y ella lo codeo juguetona.

—Si ese es él caso, puedes esperarme en una de las mesas. No tardo.

Zoe se retiró para seguir atendiendo mesas, él señor fue con el a una de mesas mas apartadas, dejando encargado a alguien mas en el mostrador. Esto lo había tomado por sorpresa.

Su orden no tardo en llegar, ambos le agradecieron al muchacho. Sin mas Gerardo le contó que considera a Zoe como si fuera su hija, ya que por cosas del destino el nunca pudo tener hijos. Jos no podía estar mas atento, estaba hablando de su tema favorito; ella.

—Es que, ¿como no quererla?.—prosiguió.—Zoe ama con intensidad, desafortunadamente no ha encontrado quien la corresponda con la misma forma.—Jos dirigió su mirada a ella. Se encontraba atendiendo a los comensales con demasiada amabilidad, era la calidez en persona.—Es una lastima.

Y vaya que lo era, a pesar de que solo había pasado con ella unos días, se había ganado un lugar en el corazon de Jos.

—¿Usted cree que sea posible enamorarse de una persona con solo pocos días de conocerla?.—preguntó y tomó un sorbo de su café.

—Es posible, él amor viene de formas tan extrañas, ¿a que viene la pregunta?

—Por que estoy confundido. No se si lo que siento es amor o solo una atracción.

—En ese caso será mejor que te des cuenta rápido, por que sino alguien mas se dará cuenta de lo especial que es esa persona y saldrás perdiendo. Te lo digo por experiencia.

—¿Listo?.—llegó Zoe con ellos poniéndose su abrigo

—Piénsalo muchacho.—se levantó y se retiró.

—¿De que hablaban?.—preguntó mientras salían de la cafetería.

—De la cafetería.—dijo lo primero que vino a su mente.

¿Sera posible que este enamorado de Zoe? Esta sensación rara había vuelto, no lo había sentido desde que se fue a Estados Unidos.

Al verla con sus mejillas rosadas y su nariz roja debido al frió, sus ganas por abrazarla eran difíciles de controlar.

En su viaje a Estados Unidos había conocido a muchas chicas, todas diferentes, ninguna como ella. Jos tal vez debía hacer el esfuerzo por conquistarla. Aunque en su cabeza estuviera confundido.

—¿Y que haremos?

—¿Que te parece si vamos al estudio de grabación?.—pregunto una vez dentro del carro.

—Claro, no me lo perdería por nada del mundo.—puso sus manos en su boca para tratar de recuperar él calor.—Me interesa saber como es todo ese rollo de los "famosos". Así tal vez algún día hasta te opaque, amiguito.

—Ya quiero ver eso.—dijo burlón.

—Bueno, tal vez no. Pero seré esa paparazzi molesta que no te dejara ni ir al baño.—puso una mano en su hombro.—No te preocupes, las tomare desde buenos ángulos, te veras increíble.

—En ese caso prefiero que me opaques.

Prendió la radio y comenzó a gritar; One Dance de Drake sonaba y al instante Zoe como pudo se puso a bailar y a cantar. Subió todo el volumen.

Tell me, i need to knooow where do you wanna gooo.—y para su sorpresa ya no lo hacia tan mal.—Cause if you down, i'll take it slooow, make you lose controool.

Al terminar la canción bajó el volumen de la radio, y la miró sorprendido.

— Eso si que no me lo esperaba. Tendré que insistirte en que cantes mas seguido.—la chica lo miró tímida.—¿De que tanto me he perdido?

—De muchas cosas Jos, ni te imaginas...

Y ella solo esperaba que su corazón no jugara con ella esta vez.

fame ; j.c [ cancelada ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora