-¿Alguien quiere leer el siguiente capítulo?- preguntó la profesora McGonagall mirando a todo el comedor.
- Yo profesora- se ofreció Remus dirigiendose al centro del Gran Comedor. Pero antes de que pudiese comenzar a leer una luz brillante cegó a todos durante un incontable instante.
- Hola- saludó un niño con una sonrisa dulce. Tenía el cabello desordenado, la túnica mal colocada y los ojos marrones- yo soy Neville- se presento ante todos, sin reparar en que sus padres estaban sentados en la mesa de los leones.
- Nev- le llamó Hermione- debes decir quienes son tus padres porque seguro que lo quieren saber, nombrar en que casa quedaste, cuantos años tienes, y colocarte mejor la túnica- le regañó divertida mientras se acercaba a él y le ayudaba. Él tan solo asintió sonrojado.
- Bueno- dijo una vez que Hermione acabo- por cierto, gracias Mione- ella sonrio contenta- a lo que iba. Mi nombre completo es Neville Frank Longbottom Smith y creo que con eso queda claro quienes son mis progenitores- añadio al ver el sonrojo notable de sus padres, que le sonreían avergonzados- que más, tengo catorce años y mi casa es la de gryffindor- con eso todos aplaudieron contentos mientras felicitaban a Frank y a Alice- hmm... Soy uno de los mejores amigos de Harry y tambien, fui uno de los "finalistas" para ser el ele...
- Neville, calla- le reprendió Hermione- no podemos adelantar sucesos, ¿recuerdas?- él asintio totalmente rojo de la vergüenza.
- Ibas a decir elegido, ¿verdad?- pregunto Lily. Neville apartó la mirada sin responder a la pregunta echa por su madrina- Hermione, ¿por que no permites que nos lo digas?
- Lo siento, Lily. Pero Harry nos suplicó que no os contaramos más de lo debido, al menos hasta que no llegará él.
-¿Mi niño vendrá?- pregunto con una sonrisa, ellos asintieron provocando que todos sonrieran felices.
- Por cierto prof... quiero decir Remus, continue con la lectura- le pidio Neville mirando a su ex-profesor de DCAO. Él asintió, aunque no se le paso por alto, el hecho de que casi le llamaba "profesor".
- De acuerdo Neville- dijo con una sonrisa- Capítulo dos: El vidrio que se desvaneció.
Habían pasado aproximadamente diez años desde el día en que los Dursley se despertaron y encontraron a su sobrino en la puerta de entrada, pero Privet Drive no había cambiado en absoluto. El sol se elevaba en los mismos jardincitos, iluminaba el número 4 de latón sobre la puerta de los Dursley y avanzaba en su salón, que era casi exactamente el mismo que aquél donde el señor Dursley había oído las ominosas noticias sobre las lechuzas, una noche de hacía diez años. Sólo las fotos de la repisa de la chimenea eran testimonio del tiempo que había pasado. Diez años antes, había una gran cantidad de retratos de lo que parecía una gran pelota rosada con gorros de diferentes colores,...
- Se puede saber, ¿por qué hacéis fotos a una gran pelota rosada con gorros de diferentes colores?- preguntó Jess recitando lo dicho por su primo, mientras se dirigía a Petunia.
- No se que quieres que diga- se quejo ella- esa no soy yo. Seguro que el autor de este estúpido libro se lo ha inventado todo- añadió cruzándose de brazos.
- Ni se te ocurra volver a llamar estúpido al "autor" de este libro, ya que son los recuerdos de tu sobrino- dijo Neville frunciendo el ceño.
- ¿Todo lo que sale en estos libros son parte de los recuerdos de mi nieto?- pregunto Dorea sonriendo. Hermione y Neville asintieron- pues en algún momento se nos mencionará, ¿no creeis?- añadió deseosa. Ellos tan solo asintieron, sin estar del todo seguros de que saliesen todos.