Capítulo cinco: El callejón Diagon y... una visita doble

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Harry se despertó temprano aquella mañana. Aunque sabía que ya era de día, mantenía los ojos muy cerrados.

«Ha sido un sueño- se dijo con firmeza- Soñé que un gigante llamado Hagrid vino a decirme que voy a ir a un colegio de magos. Cuando abra los ojos estaré en casa, en mi alacena.»

- Porque eres siempre tan pesimista, chico de la cicatriz- se burlo una voz.

- Pues porque nacio así de idiota- dijo otra. Todo el mundo se giro sorprendidos, para ver de donde provenían aquellas voces- Hey Gred, ¿esos no son papa y mama?- cuestiono sorprendido mientras señalaba a los señores Weasley.

- Fred, George, por fin estais aquí- dijo Hermione corriendo a abrazarlos con fuerza, seguida de Neville.

- Hola Mione, ¿que hay Nev?- les respondió Fred con una sonrisa- ¿que hay Hogwarts del pasado?

- Nosotros somos los gemelos más guapos, interesantes y graciosos que ha tenido Hogwarts desde... siempre- continuó George.

- Eso no es verdad- les interrumpió una voz- sobrinos, nosotros estabamos antes- se burlo Gideon.

-¿Cómo has sabido que eramos tus sobrinos?- pregunto Fred impactado.

- Somos igual de guapos, listos y, ademas, Rose hablo antes de unos tíos suyos llamados Fred y George- le acabo de explicar Fabian.

-¿Rose? ¿Quien es Rose?- cuestionaron los dos a la vez.

- Encantada de conoceros tíos. Mi nombre es Rosebud Jane Weasley Granger- se presento Rose- y tengo quince años. Como ya habreis descubierto, mi madre es Hermione y mi padre Ron.

- Toma, lo sabia. Te dije que teníamos que haber apostado a favor de Harry- se quejo Fred cruzandose de brazos.

- Gred, lo hicimos, asi que ahora somos ricos- rio George celebrando junto a su hermano.

-¿Con que apostando a costa de la vida de vuestro hermano?- pregunto Molly frunciendo el ceño con molestia.

- Esta mama, da incluso más miedo que la de nuestro tiempo- susurraron los dos a la vez temblando.

Se produjo un súbito golpeteo.

«Y ésa es tía Petunia llamando a la puerta», pensó Harry con el corazón abrumado. Pero todavía no abrió los ojos. Había sido un sueño tan bonito...

- Pero, si ni siquiera salgo yo- se quejo Sirius.

- Pues por eso, es que ha sido un sueño bonito- le recordó Marlene ante las risas de todos.

- Canuto, incluso tu novia te deja mal- se burló James divertido.

-¿Has dicho Canuto?- cuestionó Fred sorprendido. James asintió-¿lo has oído Feorge?

- Lo he oído Gred. Estamos ante Cornamenta, Canuto, Lunático y Birgham. Nosotros...

-... somos fans vuestros- acabo Fred- nosotros entregamos a Harry el mapa del merodeador, para que pudiese merodear por toda la escuela.

- Nos caeis bien- dijo Frank con una sonrisa- muy bien.

Toc. Toc. Toc.

- Está bien- rezongó Harry- Ya me levanto.

Se incorporó y se le cayó el pesado abrigo negro de Hagrid. La cabaña estaba iluminada por el sol, la tormenta había pasado, Hagrid estaba dormido en el sofá y había una lechuza golpeando con su pata en la ventana, con un periódico en el pico. Harry se puso de pie, tan feliz como si un gran globo se expandiera en su interior.

Viaje al pasado... conociendo a la Primera GeneraciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora