«Cof cof Acosadora cof cof»

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 -¡¡¡Por fin aparezco!!!!- grito Ron poniéndose en pie de un salto. Pero al instante su sonrisa se convirtió en una mueca- Harry... ¿tienes aquí tu capa de invisibilidad?- este asintió- Genial, porque créeme que la necesitaremos- susurró mirando de reojo a su madre.

-¿Por que lo...?- El pelirrojo enarco ambas cejas observando a su amigo. Este miro de soslayo a su madre y se puso en pie-¿sabes? Hace tiempo que no hablo con tus hermano- dijo sentándose rápidamente con ellos. Ron imitó su acto.

-¿Os pasa algo?- pregunto Lily I mirando inquisitiva a los chicos, ellos negaron haciendo reír a los que si sabían que les ocurría- Estas castigado- advirtió a su hijo.

- Pero si no ha echo nada- se quejo James I.

- Se que va a hacer algo, que merezca un castigo- dijo la pelirroja cruzándose de brazos satisfecha al ver la mueca en la cara de su hijo.

- Pues mejor que comencemos ya con la lectura- bufo Harry. Hermione levanto la mano dando a entender que ella quería narrar la historia. Dobby le acerco el libro con una sonrisa.

Capítulo 3: La Madriguera- comenzó apartando un bucle rizado de su cara -¡Ron!- exclamó Harry, encaramándose a la ventana y abriéndola para poder hablar con él a través de la reja- Ron, ¿cómo has logrado...? ¿Qué...?- Harry se quedó boquiabierto al darse cuenta de lo que veía. Ron sacaba la cabeza por la ventanilla trasera de un viejo coche de color azul turquesa que estaba detenido, ¡ni más ni menos que en el aire! Sonriendo a Harry desde los asientos delanteros, estaban Fred y George, los hermanos gemelos de Ron, que eran mayores que él.

- Nos va a matar- susurraron los gemelos Weasley atentos a la reacción de su madre.

-¿Todo bien, Harry?

-¿Qué ha pasado?- preguntó Ron- ¿Por qué no has contestado a mis cartas? Te he pedido unas doce veces que vinieras a mi casa a pasar unos días, y luego mi padre vino un día diciendo que te habían enviado un apercibimiento oficial por utilizar la magia delante de los muggles.

- No fui yo. Pero ¿cómo se enteró?

- Trabaja en el Ministerio- contestó Ron- Sabes que no podemos hacer ningún conjuro fuera del colegio.

-¡Tiene gracia que tú me lo digas!- repuso Harry, echando un vistazo al coche flotante.

-¡Esto no cuenta!- explicó Ron- Sólo lo hemos cogido prestado. Es de mi padre, nosotros no lo hemos encantado.

La mirada sombría de dos pelirrojas que ya tenían una ligera idea de lo que pasaría se posó en el joven Arthur Weasley haciendo que este se encogiese en su sitio por el miedo.

- Arthur Weasley- gruñeron ambas a la vez.

- Pero hacer magia delante de esos muggles con los que vives...- se apresuró a continuar Hermione intentando salvar al señor Weasley. - No he sido yo, ya te lo he dicho..., pero es demasiado largo para explicarlo ahora. Mira, puedes decir en Hogwarts que los Dursley me tienen encerrado y que no podré volver al colegio, y está claro que no puedo utilizar la magia para escapar de aquí, porque el ministro pensaría que es la segunda vez que utilizo conjuros en tres días, de forma que...

- Deja de decir tonterías- dijo Ron

- A veces olvido de que se trata de Harry- suspiró Ron intentando aligerar el ambiente y, haciendo reír a muchos. El pelinegro le propinó un golpe en la nuca.

Viaje al pasado... conociendo a la Primera GeneraciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora