Morir.

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Mírame, estoy en mis rodillas, luchando por respirar, con el alma destrozada, los ojos cansados de tanto llorar y la garganta rota de tanto implorar. Mírame, soy la encarnación de la debilidad, mi estado más sensible, más vulnerable, podrías hacer cualquier cosa en este momento y lo único que podría hacer yo sería sollozar, secar mi alma hasta dejarla drenada, así que te pido que me abraces, si voy a llorar por alguna estupidez preferiría que fuera por una muestra de cariño, necesito cariño, te necesito, cariño.
Siempre supe que resguardarme en mí misma evitaría todo esto, ¿y ahora?, he quedado con esa fotografía en mi memoria, quiero arrancarla, ¿cómo se arranca y se deshace lo que tú has creado?, ¿sería capaz? Un Dios que sus límites son mi mente, un Dios que ni si quiera puede destruir a su propia creación, soy un Dios roto por los vestigios de tu antiguo amor.
Llevo las manos a mi pecho en un vano esfuerzo de mantenerme con cordura. Las oleadas me llevan con fuerza hacia lo más profundo del océano, nunca aprendí a nadar, y nadie ha sido un salvavidas. Sola, otra vez, tendré que librar otra batalla que no valía la pena, pero, joder, en este momento siento que estoy desapareciendo, no quiero desaparecer, no quiero ser un olvido, un simple recuerdo teñido por la niebla que pronto se llevara. Me gustaría que alguna vez alguien me dejara marcar su piel, sus entrañas, su corazón; ojalá alguien me permitiese ser su veneno y antídoto, empero el destino, la vida, o como quieras llamarle, ha sido hecho para ir en el sentido contrario, todas las personas son mi fin del mundo, ese pequeño fragmento de felicidad que me es arrancado en pocos momento, se arrancan con tanta brutalidad y rapidez, no me da tiempo de pensar en nada, hasta que se encuentran lejos, vivos, y con algo de mí en ellos que pronto dejarán tirado en el camino.
Devuélvanme mi vida, mi tiempo, mi alegría, no quiero culpar a nadie, yo he sido la única criminal hacia mí misma aquí, aunque ellos hayan sido quienes me robaron el alma. Es muy fácil romper el corazón de alguien que está al desnudo, frágil como una inocente flor llevada por la nieve.
Ahora estoy arrellanada, me tengo a mí, no me es suficiente, este vacío cada vez gana lugar en mi pecho, los cuestionamientos insidiosos  me hacen dudar cada vez más acerca de mi existencia. Yo sólo quiero que esto termine.
Me gustaría ver un atardecer, ver como el Sol muere por su amada, ver como el Sol muere para que la Luna pueda alimentarse de su brillo y mostrarle a todos de lo que es capaz; escribiría, escribiría hasta la locura, y cuando las ideas se hayan terminado dejar ir todo, incluso a mí misma. Terminar con todo.
Me gustaría verte por última vez, decirte lo que siempre escondí por el nerviosismo que me ocasionaba tu mirada dura. Te diría por qué jamás podré quererte de la manera que quieres, te diría por qué no puedo ser como ellas, te diría por qué te quiero de la forma desquiciada en la que te quise, te explicaría por qué me gustan los aviones, por qué jamás he besado a alguien, por qué me importan las cosas irrelevantes, por qué jamás te mencione esto.  O quién sabe, quizá en un futuro ya no te quiera, puede ser que te haya olvidado, el futuro es relativo, puede ser en años o podría ser mañana.
Por ahora me siento mal, hundida, incapaz de levantarme y dar la cara otra vez, déjenme descansar un rato, en un momento estaré bien, si no lo estoy...bueno, tampoco es de mucha importancia, probablemente ya no sienta nada cuando el último y más doloroso golpe quiera arrasarme.
No sé qué estoy diciendo, las lágrimas me confunden, el amor me mata, y la muerte suena como lo único seguro ahora.
Y morir de amor nadie lo había hecho sonar más ridículo que yo. La única verdad es esta: duele, es complejo, te mata pero sigues vivo, te consume pero sigues aquí, en fin, el amor es esto, el amor tal vez sólo no es para mí...o para nadie, quiero decir...este no es mi momento, creo que divago, o es un delirio, o es la fase final antes de mirar las estrellas desde la tierra.
Ya te he escrito demasiado, ¿es hora de olvidarte o todavía queda un poco más que soportar?

Nada Importante.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora