Querido Dario...

¿Qué mierda?

Ahora resulta que mis padres quieren tiempo conmigo y mis "hermanos" (son hijos de mi padre nada más ) porque nos hemos distanciado mucho, es cierto si, pero pues no le veo nada de malo. Yo quiero a mis hermanastros...lejos, pero los quiero. El mayor de ellos, que vendría siendo mi mayor por dos años, se llama: Caleb, y el menor (tres años menor que yo) se llama: Esteban.

Tienen el cabello rubio como nuestro padre, pero sacaron los ojos verdes de su madre. En cambio yo tengo los ojos azules oscuros de nuestro papá y el cabello negro como mi mamá, no hay forma de que nos confundan...al menos por esas cosas porque tenemos las mismas fracciones de nuestro padre. 

Vamos a Las montañas nevadas de Canada, mis padres no son ricos ni menos billonarios, lo que pasa es que tienen muchos amigos y tienen buenos empleos, creo al menos yo.

Me queda 15% de vida...o sea mi DS se va a morir, suelto un suspiro y lo guardo en mi mochila, colocandome los guantes después. Esta increiblemente helado, prefiero los dias lluviosos a esta mierda de frio. O mejor aún a mi Elina.

— Oye, Darío. —Esteban jala la manga de mi chamarra, odio que haga eso, pero no le digo nada y solo volteo a verlo. —Papá ha dicho que ya tienes novia, ¿es cierto?

— Si, Esteban, es normal que a los 22 años yo ya tenga novia.

— Pero tu no eres normal. —comenta burlón Caleb.

— Pues no, pero tan siquiera tengo novia. —algo de lo que tu careces, cabrón.

— Chicos, por favor. —mi madre nos voltea a ver y los tres le sonreímos, ellos quieren mucho a mi mamá así que le hacen caso. — Nada de peleas, ¿si? Ya casi llegamos, tranquilos.

Esteban asiente, baja la mirada y solo sonríe, este trae algo entre manos. Caleb me voltea a ver, sé que piensa lo mismo y que al igual que yo sospecha que podemos salir perjudicados, eso no lo pienso permitir. No quiero que me castigen...

— ¿Qué es un orgasmo?

No, No, No. ¡No! Maldito mocoso de mier...

— Verás, hijo, un orgasmo es...

Y ahora empieza la platica, el viaje no puede ser peor.