Capitulo 2: Te ayudare

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Si Marinette ya se sonrojaba con ver a Adrien, ni se diga este día, sus piernas simplemente dejaban de reaccionar al recordar lo cerca que estuvo de besarlo. La noche anterior no pudo dormir evocando ese momento, a cada rato se veía soltando risitas.

Adrien seguía pensando en cómo declararle su amor a aquella joven, pero se encontraba perdiéndose en el techo imaginándose los dulces labios que podrían ser los de su lady. Nino notó su cara durante toda la mañana, su amigo había estado escribiendo algo así que entre juego y juego le arrebató la carta. La leyó extrañado.

-¿Estás enamorado de Marinette?- preguntó asombrado el moreno.

-Hey no, eh-eh dame eso.- tomo la carta. -No es para Marinette ¿Qué te hace pensar eso?- dijo guardando la carta en su bolsillo.

-¿Tú bella cabellera azabache? ¿Ojos color cielo? ¿El rojo en tu cabello me enamora? Vamos amigo ¿Cuántas chicas de cabello azabache con listones rojos y ojos color azul existen?- interrogó viendo a su amigo sonrojado.

-Definitivamente no es ella.- enunció totalmente apenado. Su amigo le lanzó una mirada pícara, supo que él le diría algo si no le decía quien realmente era. -Ladybug.- admitió en pena. Su amigo empezó a comparar a las dos chicas.

Chloe escuchaba todo y lo comprendía en su totalidad ¿Quién no amaría a una chica cómo Ladybug? Valiente, amable, bonita. Era perfecta y aunque si bien era cierto se estaba enamorando al amor de su vida, no lo culpaba.

Y lo que más quería era ver feliz al único que consideraba amigo.

Chloe vio como el moreno se reía de su amigo a carcajadas diciéndole lo poco probable de que una chica que nadie conoce o sabe tan si quiera si en verdad es humana saliera con el. Adrien se puso cabizbajo aceptando lo realista de las palabras de su amigo.

¡Qué idiota! ¿A caso no había leído cuentos de hadas? El príncipe siempre se quedaba con su princesa y si no era Chloe, significaba que era Ladybug. Chloe quería que Adrien y Ladybug terminaran juntos porque así lo dictaba las normas de la fantasía. Pero por otro lado estaba la realidad, esa que siempre lo arruinaba todo.

¿Y el hada madrina? Ella se empezó a formular un plan en donde ella uniera al príncipe con la princesa.  Claro que podía, solo debía descubrir quién era Ladybug y comprobarle a todos que si es una humana, pero no conocía a alguien que supiera tanto de ella a excepción de... Alya, la mejor amiga de su némesis.

-Papi...- marco en su teléfono.- Necesito que le pidas a Madame Cesaire que traiga al hotel a su hija a las cuatro.- y colgó. Sabrina solo actuaba como espectadora.

-¿Qué planeas Chloe?- preguntó bajito.

-No te interesa, vayamos rápido que ya empiezan las clases.

Al entrar al aula noto que no todos habían llegado. Soltó un leve suspiro al observar por la ventana, una pequeña mueca se dibujó en su rostro al recordar aquellos felices momentos con su madre, eran tan ájenos aquellos momentos. A penas y se percató cuando el bullicio apareció.

Desvío su atención al cuaderno de la soñadora Sabrina, quien dibujaba con un lapicero rosa un corazón que encerraba la frase N+S, en seguida supo a lo que se refería.

-¿Sigues enamorada del pelma de Nathanaël?- cuestionó dejando incomoda a la pelirroja.

-Por favor Chloe, no lo grites.- rogó en voz baja. La rubia solo rodó los ojos y continuó con lo suyo, ni con su mejor amiga podía jugar, este día se tornaba más gris.

Escucho a su amado saludar a una sonriente y torpe chica azabache que acababa de tropezar y ayudaba a levantarse. Sus listones rojos se le habían caído dejando caer su espesa cabellera sonrojando al ojiverde. Espera... El está apartado para Ladybug.

En seguida esta se metió causando toda una escena, fingiendo aún estar enamorada de Adrien con tal de apartarselo a la Heroína de París. Esto causó mucho enojo a la chica quien no podía pronunciar palabra alguna pues estaba frente a su platónico pero llego Alya a defenderla, esta pelea parecía no acabar hasta que llegó la Srta. Mendeleiev y detuvo la discusión.

Si dudabas que se podía más, la imagen de Chloe había empeorado más y solo por defender un amor verdadero, irónico.

Sabrina solo la observaba con cierta lastima. Ella sabía lo reservada que su amiga era por lo cual evitaba hacerle preguntas sobre su pasado pues ella en seguida se ponía a la defensiva. Y ahora sabía, le estaba ocultando un plan pero no preguntaría por temor a perder su amistad.

Chloe fue al baño para mirarse en el espejo. Sonreía una y otra vez para asegurarse que se viera lo más realista posible y para ver si su confianza seguía pareciendo real, por más que intentaba algo no la convencía. Escucho como la puerta se abría lentamente. Unos pequeños ojos verde agua se asomaban tímidamente esperando el permiso para pasar, esta no dudo mucho y accedió.

-Yo creo que es muy linda tu sonrisa Chloe.- afirmó con seguridad apoyando a su amiga. El comentario le saco una sonrisa, apreciaba de verdad a esa chica.

Cuando llegó a su casa se puso a esperar la llegada de la señora Cesaire con su hija. El plan ya había empezado y no daría marcha atrás. Abrió su bolsa y se topó con algo.

Los dos listones rojos de Marinette.

Chloe, eternal // Ladrien// Donde viven las historias. Descúbrelo ahora