Epílogo: El discurso de Hugo

3.2K 422 519
                                    

Por favor, les ruego escúchenla con esta canción. (Pictures at an the exhibition- The piano guys.)

Las manos de Hugo temblaban: no dejaba de ver a sus hermanos Emma y Louis, ambos con una energía más grande y una fortaleza admirable. Antes que naciera su hermano el pensaba que esos valores eran algo que iba aumentando conforme a la edad y es por eso que Emma los poseía en mayor cantidad, pero al nacer Louis notó que eso no era cierto.

El era el hermano más débil, más tímido y frágil.

Y es que en su pasión no era necesario todo eso, simplemente era dejarse fluir conforme las notas resonaban, mantenerlas al mismo ritmo de su corazón ¿Y por qué no? A veces improvisar en los grandes recitales a los cuales era invitado. Con cualquier instrumento, con cualquier pieza, sabía que lo haría y a la perfección.

Grabarse conceptos para colocarlos en los exámenes era algo pan comido, usar la lógica en Matemáticas o química tampoco le preocupaba pero emplear sus opiniones y darlas en un discurso donde millones lo escucharían y estarían al pendiente de sus errores; Dios, ya se lo imaginaba en todos los encabezados de periódicos y noticias de internet:

"LA VERGÜENZA DE LOS AGRESTE"

Era en momentos como este que le gustaría tener el Miraculous de su madre y pedir Lucky Charm para que todo se arreglará pero ella jamás se lo permitiría. Tenía que resignarse y enfrentarse a todo un público crítico.

-Mira Mari, Emma se comió mi chocolate que yo tenía de reserva.- se quejó Adrien con su esposa.

-No es cierto mamá, fue Louis, él se lo quito de su bolsillo cuando papá estaba distraído.- contestó desafiante Emma.

-¡El chocolate en tu boca te culpa Emma!-bramó su hermano.

-Pero si tú también tienes chocolate Louis.- señaló la adolescente.

-Papá también tiene.- inquirió defendiéndose.

-Ustedes tenían sus chocolates, no se debieron meter con el mío.- dijo Adrien acariciando el envoltorio de su chocolate. -Oh mi dulce chocolate con almendra. Eras tan inocente, no tuve tiempo de decirte cuánto te ame.- toda la familia no pudo evitar mirarlo con extrañeza.

Marinette rodó los ojos y abrazo al azabache que solo permanecía en silencio. A veces el le recordaba mucho a Adrien: siempre respetuoso y observador, analítico, detallista. Era tierno.

-Al menos tú me saliste normal.- mencionó mientras abrazaba a su hijo con fuerza, la mini pelea entre los otros integrantes de la familia continuaba. Hugo soltó una ligera risa nerviosa. -¿Pasa algo? Te noto muy extraño.- el varón paso saliva.

-Mamá es sobre mi discurso, no lo hice.- soltó rascándose la nuca. -O al menos no como yo quería.- el puberto le pasó una hoja que tenía entre las manos toda arrugada. Marinette comenzó a leerla.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Chloe, eternal // Ladrien// Donde viven las historias. Descúbrelo ahora